lunes, 12 de enero de 2009

La crisis, los libros e Internet

Al parecer las grandes olas de la crisis económica estadounidense ha empezado bambolear fuertemente los barcos editoriales del país del norte. Sin embargo, los analistas todavía discuten si es la crisis la verdadera responsable del descenso de las ventas y del miedo de miles de empleados que se verían aumentando las cifras de desempleo. El panorama se ilustra de la siguiente manera: antes los empleados no se daban abasto con la cantidad de clientes y pedidos en las instalaciones de las más importantes librerías, hay que acotar que una librería o bookstore allá puede ser del tamaño de un piso de un Saga Falabella o Ripley; en cambio, ahora las instalaciones suelen estar desiertas o, al menos, y es lo más interesante, los clientes se dirigen a la cafetería a leer el libro. Sí, ir a una librería, sentarse, leer el libro, dejarlo e irse. Aunque esa práctica no es masiva en el Perú, se puede dar con algunas concesiones en las librerías Crisol o Ksa Tomada de San Isidro. Los analistas se preguntan si es cierto que la crisis es la única responsable, ya que un libro es un entretenimiento muy barato en comparación a otras. Entonces como suele pasar en la historia de la economía esta crisis tiene un conglomerado de causas. Internet también tiene su cuota: el cine, la televisión, los videos musicales se trasladaron a Youtube, es decir, a Internet; acaso los libros no tendrían la misma suerte. Sí, confieso que a veces paso leyendo más tiempo frente a mi computadora que frente al irrenpasable y romántico libro, con sus textura, olor y calidez, pero la mayoría de lectores usa esta plataforma para llenarse de información, y sabemos que para eso está Internet. Entonces, el futuro estará en los ebook, el futuro estará comprar libros online, el futuro será lectores en los parques con conexión wi fi y una laptop muy pequeña donde lean Cien años de soledad, por ejemplo, mientras envían correos o hablan por teléfono.

Las bibliotecas estadounidenses bullen. Pocos lugares pueden presumir de tener más clientes en plena crisis económica, según cuentan periódicos locales de todo el país. Leer libros sin tener que comprarlos parece una sana manera de entretenerse en el universo de austeridad que millones de personas en todo el mundo han decidido autoimponerse mientras el temporal de despidos e incertidumbre arrecia.

En cambio, cadenas de librerías como Barnes & Noble o Borders, empiezan a sufrir la escasez de clientes. "Los sábados solíamos estar sobrepasados. Mira esto hoy, es un páramo. Y los que hay, se leen las revistas y los libros en la cafetería y se van a casa sin comprarlos. Estoy seguro de que la empresa va a empezar a despedirnos a nosotros también", comentaba hace unos días un empleado de una de las sucursales más céntricas de Barnes & Noble en Nueva York.

Los negocios no van bien en el mundo editorial. Esa librería, la más grande del planeta, con 40.000 empleados y casi 800 locales repartidos por todo Estados Unidos, lleva seis meses registrando una caída de sus ventas, que durante la temporada navideña encogieron un 7% respecto al mismo período del año anterior. Además, su cotización en Bolsa se ha devaluado a la mitad en apenas 10 meses. Uno de sus principales inversores, William Ackman Pershing Square Capital Management LP, acaba de anunciar la venta de todas sus acciones, y eso que aún no se han hecho públicas las cuentas de la empresa relativas al último trimestre, que no se auguran buenas.

Su principal competidor, Borders, la segunda librería del país, atraviesa una crisis aún más grave, con pérdidas continuadas a lo largo del año, falta de liquidez, acreedores pisándoles los talones y un bajón en las ventas navideñas del 12%. Tan mala es la situación que Borders se puso a la venta en primavera y ninguna empresa se atrevió a comprarlo. Para hacer frente a su propio caos se acaba de anunciar un cambio en su dirección, pero en el mundo del libro se rumorea que sus días están contados.

A esto hay que añadirle el goteo de despidos que han registrado todas las grandes editoriales estadounidenses, desde Random House, propiedad del grupo alemán Bertlesmann, a Simon and Schuster, del conglomerado CBS, o Harper Collins, brazo editorial de News Corporation. Hasta el mundo de las biblias, que en Estados Unidos son una importante referencia al tratarse del libro más vendido anualmente (25 millones de ejemplares en 2007), se prepara para el Armageddon: Thomas Nelson, la mayor editorial de contenidos cristianos del país, responsable del 36% de las ventas de biblias estadounidenses, despidió en noviembre al 10% de su plantilla.

Las ventas online en cambio, siguen subiendo, como demuestra el 17% de aumento que Amazon.com ha preanunciado respecto a sus resultados globales de 2008. Por eso hay quien asegura que el problema del mundo editorial no tiene ninguna relación con la crisis, sino con un sistema de negocio que se ha quedado obsoleto. "Los libros no suelen sufrir en tiempos de crisis porque son uno de los entretenimientos más baratos. El problema es que el mundo editorial hoy funciona de la misma manera que en el siglo XIX. Es muy ineficiente, así que esta crisis generalizada creo que nos va a venir bien para ponernos al día y adaptarnos al siglo XXI". Lo dice un veterano de las letras, Mort Janklow, uno de los agentes más poderosos de la industria neoyorquina, responsable de Janklow & Nesbit, donde están representados entre otros Tom Wolfe, Thomas Harris, Al Gore y Daniele Steele, entre más de mil autores.

Sus palabras no parecen descabelladas: mientras la música ha transformado radicalmente su modelo de negocio y el cine y la televisión comienzan a hacerlo obligados por los cambios que ha traído Internet, el mundo del libro se ha quedado rezagado. "Las editoriales no controlan la distribución y pierden mucho dinero por ello. Todo se basa en apuestas, en probabilidades, nadie sabe realmente cuántos libros imprimir o reimprimir y además las editoriales tienen que hacerse cargo de lo que esas librerías inmensas no son capaces de vender. Todo eso tiene que cambiar, sobre todo ahora que los pequeños libreros se han visto obligados a desaparecer", sostiene Janklow. En su opinión, las editoriales tienen miedo de los cambios que puede traer el mundo digital porque temen perder dinero. "Pero es que el negocio de la cultura nunca debería haber tenido como objetivo el ganar dinero a espuertas. Es ridículo gastarse millones en fiestas, viajes y cenas de lujo. Ahora todas las editoriales anuncian que se apretarán el cinturón. Normal. Lo absurdo es que vuelvan a despilfarrar cuando las cosas vayan bien. La cultura tiene que ser rentable pero no debería tener como objetivo el exceso", asegura un agente que consigue para algunos de sus autores adelantos millonarios. "Pero eso me permite que otros escritores menos conocidos al menos puedan publicar y vivir de su trabajo", se defiende.

Esos son los que más van a notar la crisis, afirma Janklow, puesto que las grandes editoriales no van a estar dispuestas a apostar por desconocidos. "Pero esto es sólo transitorio. Yo tengo mi propia teoría: en cinco años este negocio va a ser muy diferente. Y no va a ser el Kindle (el iPod de los libros) el que lo revolucione, me parece demasiado frágil. Yo creo que pronto se va a crear una impresora hiperveloz e hiperbarata que permitirá a la gente imprimir sus libros y encuadernarlos en su propia casa en cuestión de minutos. Y eso va a hacer que se pierdan muchos intermediarios por el camino".

Y como ocurre con muchas revoluciones, puede que sean precisamente los pequeños quienes introduzcan grandes cambios: esta semana la editorial escocesa Canongate Books anunció que digitalizará todo su catalogo -450 títulos- y comenzará a añadirleextras a sus libros digitales. Nick Cave va a publicar con ellos la novela The death of Bunny Munro, para la que el cantante australiano está además componiendo una banda sonora que vendrá con su ebook. Y la novela Homicide, de David Simon, creador de The Wire, también aparecerá en digital acompañada por entrevistas con el autor y protagonistas de la serie. Jamie Byng, de Canongate, lo ve así: "No nos limitamos a copiar y pegar el contenido online. Estamos usando el medio, ahí es donde están las nuevas oportunidades. Sería una locura no tomar en serio los cambios que ya se están produciendo. La industria de la música aún está sufriendo por no haberlo hecho a tiempo".

La nota aparecida en el Pais.com

sábado, 10 de enero de 2009

Voces peruanas sobre Gaza


Afortunadamente, el silencio fue pasajer, el tiempo recobrado en el acto de reflexionar, puesto que a la persona que calla no se le puede juzgar solamente de indiferente, sino también existe la posibilidad que ese silencio sea el espacio ideal para la reflexión, espacio temporal que nos sirve para aportar luces en medio de tanta oscuridad. Los intelectuales de Espacio Compartido al parecer entienden muy bien su papel y su nombre. Bienvenida la luz.

ISRAEL, HAMAS, EL PASADO Y EL FUTURO/ León Trahtemberg (columnista invitado)
Frente a una fotografía de un niño muerto en Gaza o que corre presa de pánico a un refugio ante la inminencia de un ataque, no tengo mucho que decir. Siento que ese niño es tan mío como los niños israelíes que pasan por igual trance, aunque los medios prefieran no mostrarlos. La foto mata cualquier análisis.

EL ODIO DESPROPORCIONADO/ Ariel Segal (columnista invitado)
La acusación contra Israel de actuar con desproporción ante Hamas desde que su gobierno decidió, luego de 3 años de que la comunidad internacional, incluida la ONU, no actuara con proporcionalidad a los ataques frecuentes de esa organización islamista contra Israel, carece de proporción.

¿LEGÍTIMA DEFENSA? Farid Kahhat (columnista invitado)
En un contexto en el que mueren más de 100 palestinos por cada víctima mortal israelí, y en el que entre 30 y 40% de esas víctimas son civiles inermes (sin contar a los policías que, a fin de cuentas, tampoco son un blanco militar). Un contexto en el que, además, la severa escasez de alimentos, medicinas, energía y médicos que ya existía en Gaza se ha convertido según Naciones Unidas en una “catástrofe humanitaria”. En ese contexto, culpar a Israel por un uso desproporcionado de la fuerza (como hizo el Secretario General de la ONU), parece una crítica justificada.

GAZA Y LA SINRAZÓN/ Ramiro Escobar
Qué fácil es, cuando comienzan a sonar los cañones, caer por la pendiente de la sinrazón. Quizás no nos damos cuenta de ello, pero, una vez que se calla la palabra y suena la pólvora, incluso los que estamos lejos del escenario feroz podemos perdernos en el laberinto del absurdo y la desinformación. De allí a decir “desgraciadamente hay que hacerlo” para aprobar un bombardeo desquiciado, inmoral e ilegal hay sólo un paso.

WALTZ WITH BASHIR Y LA FRANJA DE GAZA / Liuba Kogan
Lo único que me queda totalmente claro sobre los acontecimientos en la Franja de Gaza, es que la violencia que sufre la población civil (palestina e israelí) es un asunto moralmente condenable y penoso. En segundo lugar, la incapacidad y/o desidia de los políticos –locales, regionales y mundiales- para construir y mantener interlocutores válidos que puedan establecer pautas mínimas para la convivencia pacífica.

HUEVOS DE ESTURIÓN / Carne de cañón / Fernando Rospigliosi
Los ataques de Israel a terroristas palestinos en la franja de Gaza han suscitado manifestaciones en todo el mundo. Incluso en el Perú, un pequeño grupo protestó ante la embajada de ese país. Cuando ocurre lo contrario, nadie protesta. ¿Por qué?

Hildebrandt y el silencio


César Hildebrantd da en el clavo. También nos despierta y activa nuestra indignación. ¿Qué está pasando en Gaza que nadie sale a protestar? ¿Por qué no se escucha a los intelectuales protestar, a todos? Será que este verano esta inmovilizando nuestra capacidad de ver más allá de la sentencia a Magaly Medina, los pases del fútbol peruano o una nueva decepción en las comisiones investigadoras del congreso. Allá, en el Medio Oriente, aunque es muy lejos, pasa algo. Y eso que pasa debe ser comentado por todos.


¿Y los intelectuales? ¿Dónde veranean? ¿En cuántos idiomas se callan? ¿O es que esperan el premio Jerusalén?

Y ese poeta borrachoso y alguna vez divertido que tiene la voz guarapera y desprecia a todos los que no se emborrachan y esnifan y jura que es el Guinsberg de la calle de las pizzas, ¿en qué cocina de Torre Tagle sirve y con qué bocaditos se atraganta?

Repúblicas del silencio, torres de jade, almas con sordina, viejos apolillados, jóvenes veletas, pendejos de todas las falanges:¿Dónde están que nadie los oye mientras los niños son troceados en Gaza?

¿Que esos niños están muy lejos y no nos conciernen?

Gaza está aquí nomás, a tiro de Al Jazeera: ustedes son los que están lejos.Además, valgan verdades, a ustedes ni los niños de Lima les conciernen.

Las becas Fullbright, las becas Guggenheim, las becaciones, las vacaciones, las contemplaciones: todo eso, muchachos, los ha sacado de la historia, los ha librado del dolor, los ha vuelto esa prosa oscura y fingidamente autista, esa poesía que se empeña en no decir nada y lo logra admirablemente, esa manera tan bien pagada de hacerse los cojudos.

De los viejos, digamos, hechas las excepciones tan escasas y visibles, no cabe esperar mucho. La mayor parte de ellos envidia a Pablo Macera, que se cansó de ser honesto y bailó para Fujimori mientras tramaba la pensión de la 20530 (diez mil trescientos soles que se lleva cada mes por haber estado sesenta días en el Congreso).

Los viejos empezaron a volverse incrédulos cuando ya nadie creía en ellos. Así pasa cuando la procesión va por dentro.

Pero, ¿y los jóvenes?Nadie dice que salgan a las calles y quemen banderas. Eso sí que puede estar pasado de moda.

¿Pero no pueden decir algo, escribir algo, balbucear algo, gritar un poco, enviar cartas, llorar por los niños de Gaza que son los mismos de Sabra y Chatila?

¿Y el señor Abugattás? ¿No es que era medio palestino? ¿Cómo están las exportaciones de textiles, señor Abugattás?

¿Y el señor Mufarech está de acuerdo con la ruleta de las balas israelíes? ¿O sólo hay tiempo para hacerse la cara de nuevo?

¿Y los Saba? ¿Tampoco tienen nada que decir? ¡Pues qué bien que lo dicen!Y así sucesivamente.

¿Es que en el Perú ya está la Fox News?

El silencio de la mayor parte de los periodistas tiene una explicación servil. Pero el silencio de los poetas y de las poetas, como se dice ahora, es un estruendo mudo, una afonía oportunista, una manera de congraciarse con lo peor.

En Gaza los niños son bombardeados.

En el Perú los niños pueden morir más despacio, en la cámara lenta de la tuberculosis y la anemia, caídos por el plomo de La Oroya.

En Gaza y en el Perú, en suma, los niños se mueren por causas evitables.Pero a los intelectuales eso no les importa.A los poetas y a las poetas no les importa.

A los novelistas que no han leído a Arguedas pero adoran a Bayly les importa menos.

A toda esa tribu la convencieron de que si su obra se metía con la realidad, entonces la realidad se metería con ellos y con ellas.

Y entonces nada de críticas arregladas en el dominical de “El Comercio”. Nada con la mafia malogradaza de los cuetos. Nada con postular a becas de los Estados Unidos, donde viven los faverón y despachan los viejos que el sistema desbravó hace un montón de años.

Por eso es que en mucho de lo que se publica, todo parece de cartón o mineralizado, abstracto hasta la desaparición del hombre, amoratado a golpes de evasión.

El sistema les dijo: no se contaminen y ellos no se contaminaron. Trabajan en quirófanos (donde opera el sistema).

Creen que si una rabia auténtica cruza por su prosa o tensa su poesía, entonces vendrán los viejos amaestrados en Texas y les dirán:-Hum, suena a poesía social y a populismo literario. Mala cosa.

Y entonces tendrán que guardar sus pasaportes y sus venias.

Por eso odian al pobre de Juan Gonzalo Rose, que amó tanto a los demás que su poesía parece un parque para enamorados, un asilo, un colegio que sirve de refugio, un templo de la cólera.

Y por todas estas razones estos muchachos creen que hablar de Gaza infecta y hablar de la pobreza impertérrita te vuelve anecdótico y hablar de las mentiras de la aldea global ensucia lo que debe parecer siempre aséptico y salido de un laboratorio de palabras.

¿Qué ensucia Gaza, en realidad?

No ensucia nada.

Porque la página en blanco –blanca como un mandil desinfectado- sigue en blanco después de ser llenada con esas frases que son como las buganvilias estériles y que están hechas para entusiasmar a los que creen que escribir es una manera de hacerse con un puesto en la cola de las visas.

Páginas que se quedan en blanco. Páginas en blanco que están más en blanco que nunca cuando son editadas (y aplaudidas por la crítica políticamente correcta).

Páginas blancas, pálidas de miedo.

Para entender lo de Gaza



Nuestra indignación debe escucharse ante cualquier acto humano cruel contra otro ser humano. Una guerra, por ejemplo, es el caso máximo de enajenación. Ya son cientos, y si esto no se detiene, miles de inocentes quienes están muriendo en Gaza. Sin embargo, acepto que tengo límites para explicar la complejidad de las tensiones sociales, políticas, culturales y religiosas que mantienen este conflicto ante la atenta, pero silenciosa, mirada de casi todo el mundo. No es solo una reivindicación judía post guerras mundiales, tampoco la defensa simple de la autonomía. El asunto vá más allá. En palabras de Ariel Segal, es decir desde otra perspectiva, lo que pasa en la franja de Gaza responde a las siguientes circunstancias:

Gaza: Claves sobre un conflicto anunciado


El análisis de la tragedia de Gaza, y en general, del conflicto palestino-israelí, es sumamente complejo y tiene muchos ángulos históricos, políticos, y sobre todo emocionales, que hacen imposible – como la mayoría de las atávicas confrontaciones que ocurren en el mundo – explicar con justicia hacia todas las partes, en el breve espacio o tiempo de columnas periodísticas o espacios de radio o TV.
Los palestinos tienen muchos argumentos para responsabilizar a gobiernos de Israel por sus actuales sufrimientos, al igual que a los israelíes no les falta razón al señalar al liderazgo palestino por el fracaso de aprovechar numerosas oportunidades diplomáticas para acabar con décadas de derramamiento de sangre entre ambos pueblos. Si se trata de buscar culpables del pasado, no faltan protagonistas, que incluyen, además de a los protagonistas directos del conflicto, al colonialismo europeo en el Medio Oriente, al mundo árabe en general y a las grandes potencias de ayer y de hoy.
Una vez aclarado la imposibilidad de explicar, con la profunidad que amerita, un conflicto de décadas complicado por factores actuales, y, lamentando la muerte de civiles inocentes en Gaza y el sufrimiento de residentes del sur de Israel, ofrezco algunas claves para analizar la reciente situación: - Los palestinos son un pueblo árabe, de mayoría musulmán, pero no exclusivamente, cuya mayoría habita en dos territorios que están separados: Cisjordania, que limita con Israel y Jordania, y Gaza, una pequeña franja entre el sur de Israel y Egipto. En 1993 Gaza pasó a jurisdicción de la llamada Autoridad Palestina, del grupo Fatah – herederos políticos de Yasser Arafat – hasta que en 2007, el grupo islamista radical Hamas, que había ganado las elecciones parlamentarias palestinas, tomó el control total de la franja.
- Hamas, a diferencia de Fatah, se niega a reconocer el derecho de Israel a existir, no renuncia al terrorismo y tiene como objetivo la creación de un Estado Palestino fundamentalista, basado en las leyes del Corán, mientras que en Cisjordania el Fatah plantea la creación de un Estado laico, coexistiendo junto a su vecina Israel.
- Israel se retiró de la mayor parte de Gaza tras los Acuerdos de Oslo de 1993, y en el 2005 sacó, de manera unilateral, a todos los colonos judíos y a su ejército de toda la franja.
- Desde que Hamas controla Gaza, son frecuentes los lanzamientos de cohetes Qassam contra ciudades del sur de Israel, y a su vez, bombardeos israelíes de represalia contra objetivos de Hamas.
- Hay consenso entre Israel, la Autoridad Palestina, Europa, Estados Unidos, Rusia y la ONU que Fatah debe retomar el poder de Gaza para que sea posible negociar, junto con Cisjordania, el establecimiento definitivo de un Estado Palestino.
- Hay polémica dentro de Israel, y por supuesto, en el mundo, sobre el bloqueo económico de Israel a Gaza, como medida para debilitar la popularidad de Hamas. Por supuesto, está en juego la crisis humanitaria de carencia de servicios básicos en el territorio más densamente poblado en la tierra, con 1,4 millones de habitantes en solo 360 km². Hasta el momento, esta política no ha dado los resultados deseados por Israel.
- Hay legítima preocupación israelí por la ayuda que está recibiendo Hamas de grupos como Al Qaeda, e incluso de Irán, que les ha permitido armarse hasta los dientes gracias a túneles subterráneos a través de la frontera egipcia (muchos de éstos han sido destruidos por los recientes bombardeos israelíes).
- Hamas apuesta a tumbar al Fatah, también, en Cisjordania y así hacer una guerra de aniquilación de Israel desde ambos territorios.
- No se puede negar que, aunque Hamas dio al actual gobierno de Israel, una gran excusa de represalias al lanzar durante tres días seguidos centenares de cohetes a ese país, que tanto Ehud Barack - Ministro de Defensa y candidato a Primer Ministro por el Partido Laborista, - como Tzipi Livni - canciller, y candidata al mismo cargo por parte del Partido Kadima - aprovechan la situación para sacar réditos políticos contra el favorito a ganar las elecciones de febrero, Binyamin Netaniahu, del partido Likud.
- El ataque israelí a Gaza, del Sábado 27 de diciembre, ha sido el más drástico desde 1967, cuando Israel conquistó la franja, quizá como elemento disuasivo ante un Hamas excesivamente confiado y desafiante, y el factor sorpresa fue un gran éxito para el gabinete israelí que había anunciado una espera de 48 horas para decidir cómo reaccionar a los ataques perpetrados por Hamas. Desde el punto de vista militar se nota un aprendizaje con respecto a los errores cometidos contra Hezbolah en El Líbano.
- Hamas ha tenido muchas pérdidas logísticas y militares, pero la experiencia demuestra que esto no necesariamente, con el paso de los días, sacará de juego a esa organización del juego político de Gaza.
- Ambas partes, cuando se hablan de las víctimas, responsabilizan a la otra. Israel insiste que casi todos los muertos son militantes de Hamas, mientras que esta organización dice que son civiles. En la guerra propagandística es difícil precisar la verdad.
- Comienza a generarse un consenso de que la solución de la crisis de Gaza pasa por el envío de tropas internacionales a ese territorio, que controlen a Hamas e impidan que siga en el poder.
Entre estas claves para la comprensión del conflicto no se detectan las cadencias emocionales – de dolor y sufrimiento – que quien las escribe las comparte, con todas las víctimas inocentes, sea cual sea su pertenencia.

jueves, 8 de enero de 2009

Una más de los cronistas

A propósito de los mejores cronistas peruanos, Julio Villanueva Chang, fundador de Etiqueta Negra (el enlace a su edición digital se encuentra desde hace unas semanas hacia la derecha del blog) es uno de los abanderados de este boom. Me informan que muy pronto tendremos en nuestras librerías, puesto que en México ya está, su libro de crónicas Elogios criminales del cual nos permitimos presentar el primer capítulo.

Julio Villanueva Chang

Un día de primavera algo extraño sucedió en El Bulli. Fue un viernes de junio de 2007, a las diecisiete horas y cincuenta minutos y todos los que estábamos en su cocina volteamos para verlo: uno de sus cocineros había dejado caer un plato. Un plato que cae al piso es una obra maestra del ruido. Pero cuando estalla en El Bulli, el eco se prolonga hasta decibeles de culpabilidad en el expediente de un ayudante de cocina. Todos lo miraron con ojos de escopeta. Lo que en una casa es un accidente doméstico y en cualquier restaurante una torpeza profesional, en la cocina de El Bulli es un tabú. Cuando el culpable vio el plato volador hecho pedazos, se hizo un silencio mineral. Intentó recogerlo como quien se esfuerza por esconder un cadáver en una sala de cuidados intensivos. Ferran Adrià andaba por allí, no muy lejos de la escena del crimen, como un Dios distraído. No se le vio intervenir, pero era como si todos supieran que él ya lo había visto. Ninguno tardó más de cinco segundos en volver a sus deberes. Adrià les exige la concentración, el ritmo y la precisión de un cirujano en el quirófano, de un mecánico de Fórmula Uno en los boxes de una carrera, de un modisto de alta costura durante el desfile principal. En un restaurante que busca la perfección hasta en sus actos microscópicos, romper un plato no es un asunto de mal agüero. Es la caída del equilibrista durante el show: la función debe continuar, pero jamás se van a olvidar de ti. Si alguien falla, puede desencadenar un efecto dominó y derrumbar la armoniosa pero frágil disciplina de un castillo de naipes. Lo que salvó a aquel cocinero de la silla eléctrica fue que no rompió el plato a la hora de la tormenta. A la hora en que lo espera un cliente de El Bulli.
El platillo volador estaba vacío.
Ésa fue la única noticia de la tarde.
Era mi segunda vez en el restaurante, y había regresado siete años después como quien va a posar para un cuadro de la última cena. A las tres y treinta de la tarde, Ferran Adrià hablaba con su voz rocosa por un teléfono móvil, de espaldas a la terraza de El Bulli desde donde el mediterráneo es un inmenso jugo de fruta azul. La cala Montjoi, esa bahía escondida en medio de un parque natural en la ciudad de Roses, en la punta norte de Cataluña, seguía siendo el escenario donde podían convivir una pecera de la nasa y un extraterrestre en la cocina. Ferran Adrià peinaba canas, vestía una chaqueta de chef y unos jeans celestes gastados en su bastilla, como si los arrastrara siempre al caminar. Se le veía fatigado pero macizo. Cuando se sentó, su barriga se acomodó muy por delante de él y, al hablar, alternaba los brazos como si siempre lo molestara un mosquito. Tenía unos ojos saltimbanquis: la más presumida feria de arte vanguardista del mundo, Documenta, iba a inaugurarse en cinco días en el país de Goethe y el invitado más esperado era él. Cada cinco años cualquier artista desobediente aspira a estar allí. Pero nadie entendía bien por qué en las olimpiadas del arte de vanguardia el corredor de fondo sería un cocinero. El chef había declarado en 1999: «Somos los creadores más desgraciados del mundo: hacemos artesanía efímera». Hasta que lo invitaron a Documenta, Adrià insistía en lo evidente: la cocina es cocina, los platos no están en los museos, si no los comes te mueres.

Para continuar leyendo, hacer clic en el título.

El pintor de Lavoes

Luis Miranda en un observador de personajes invisibles de la ciudad, personajes que se mimetizan con el paisaje sórdido de algunas de las calles de esta urbe ceniza llena de combis y estrés. La crónica es uno de los géneros narrativos que más crecimiento ha tenido en los últimos años en los jóvenes peruanos. Para muestra están los excelentes cronistas de Etiqueta Negra: Chang, Wiener, Ángulo, etc. Así como ellos, Luis Miranda es un fascinado de los personajes límite, aquellos que no pensamos o que no imaginamos que existen. Acaso este sea una de sus principales virtudes. La otra, y más importante y obvia, es reconocer que ese individuo carga con él una serie de historias, manías, costumbres, que antes de sorpredernos por ser insólitas, debemos concluir que también son posibilidades de este género humano. La entrevista aparecida en Perú.21 la realizó José Gabriel Chueca.

Un doctor que receta orina, una virgen llevada en procesión por travestis, el patriotismo de los peruanos en Estados Unidos y una serie de temas sorprendentes ofrece el periodista Luis Miranda en El pintor de Lavoes, reunión de crónicas breves e irónicas que muestran el otro lado de la vida. "Mi mamá tenía una concesión, vendía cervezas en un club, y yo estaba en el fondo de ese cuarto leyendo. Ahí me comenzó la fiebre de la lectura. Me compraba libros como otros se compran CD. Tenía 16, 17 años y escribía", cuenta.

¿Cuál fue su primer trabajo?
Recoger bolas en una cancha de tenis. Después me gustó el tenis y hasta ahora juego. Otro trabajo que tuve fue repartir volantes de Sears.

¿Y el periodismo?
Entré a estudiar a la Universidad Garcilaso de la Vega y llevé un taller con Hernán Velarde, director del suplemento dominical de Expreso, Estampa. Un día, pidió que todos escribieran un texto sobre la drogadicción, para ver quién podría colaborar con él. Nos escogió a dos y, al poco tiempo, ya estaba yo en planilla. Velarde amaba la crónica, se hacía llamar 'El Cronicante’. En su libro de crónicas, El pintor de Lavoes, retrata personajes muy inusuales, algunos marginales.Caminando se encuentran las cosas. Se trata de personajes que no están al alcance. Hay que ir a buscarlos, quizá, en zonas marginales. Escribo sobre personas extraordinarias que quizá, simplemente, no tuvieron oportunidades.

¿Qué le atrae de lo marginal?
Creo que yo también tengo algo de eso. Siempre me ha atraído. Por las lecturas que tengo y por la mirada que puedo tener, encajo más con esos personajes. Creo que me dan un nivel de adrenalina en la lectura que otros no tienen. Lu.Cu.Ma, Misterio o la procesión de travestis de la Virgen de la Floral me parece que ofrecen muchos más ángulos que un académico que ha ganado un premio.

¿Para escribir estos textos pasó mucho tiempo con las personas?
Pasé dos semanas para escribir de la Virgen de la Floral, que es la Virgen de la Puerta, en la versión de un grupo de travestis de La Victoria, concretamente de la Mami Rosa, que era un travesti anciano que tenía una cantina. Él comenzó a sacar una procesión, por emular a la Virgen de la Puerta de Otuzco, en la Floral con cuatro o cinco travestis que daban la vuelta a la cuadra y listo. Él fue acuchillado, pero la procesión siguió. Y ahora ha crecido bastante. Tanto que ya no son solo travestis. Pero la Virgen solo se detiene en las peluquerías.

¿No le dio miedo?
Yo, en esa época, vivía en Breña, en una zona que podía ser medio turbia para otras personas, y meterme... podía darme miedo, es cierto, sobre todo la Floral, que estaba llena de callejones y de viejos aspirando terokal… era bien sórdido. Con Lu.Cu.Ma, este pintor, también tuve miedo. Es paranoico y pensaba que el cuchillo que siempre lleva con él podía terminar clavado en mí en cualquier momento. Me contó cómo mató a su hermano, lo descuartizó y lo frió en aceite, cuando era chibolo, porque el hermano le paraba pegando.

¿Se ha encontrado con lectores?
El malo del catch es la historia de un catchascanista. Estuve con él todo un día, escuchándolo. Él estaba feliz, porque nadie le preguntaba. Era un mueble viejo más de la historia. Y al poco tiempo murió. Pero luego me encontré con su hijo. Le enseñé la nota y le gustó. Me la pidió para toda la familia.

¿Se involucra emocionalmente?
Cuando uno escribe una historia que no va a ser una nota de prensa y quiere darle un toque especial, no puede ir como un doctor y decir “saque la lengua” y, después, irse. Me decía que estuvo en Estados Unidos.

¿Por qué regresó?
Fui porque quería conocer. Y regresé por una nostalgia horrible. Además, Estados Unidos puede ser impactante en los primeros pasos, pero luego viene el olor a grasa de las calles detrás de las luces y la manera en que miran a los latinos y cómo sus barrios pueden estar peor que La Victoria. A raíz de eso escribí Con pe de Paterson, una nota muy irónica sobre el patriotismo de los peruanos allá. Algunos me han insultado. Pero la mayoría entendió el sentido. Pero la crónica más comentada ha sido la de Misterio (el líder la barra de la 'U’ que se suicidó).

¿Ser periodista es un buen trabajo?
Sí. A pesar de que en algunos medios no paguen bien, los periodistas tienen una condición privilegiada respecto a otros… que tampoco ganan bien. Me gustaría que me leyeran como si leyeran un cómic: que se entretengan y les quede un sabor de la calle, de lo peruano, como si oyeran música de Chacalón.

PARA LOS POETAS

Es verdad que la poesía es una dimensión verbal por donde camino con sumo cuidado y respeto. No soy poeta, pero necesito de la poesía. Esta semana de mediano ocio he podido hacer algunas de las tantas cosas que se van postergando. Por ejemplo, recorrer librerías sin la premura del tiempo, leer los libros que desde hacía mucho esperaban en mi velador. Asimismo, me pude encontrar con amigos y amigas con quienes nos debíamos una charla extensa aromatizada con mucho café.

Precisamente, fue en una de esas charlas en donde fui censurado por no colgar poesía en este blog. Creo que en parte es verdad, pero entiendo que hay blogueros más versados que este escribidor en materia poética. Es más, hay una ventana constante hacia la derecha de esta página en donde suelo dejar videos de poetas o de sus poemas. De todas maneras, acepto la crítica de esta queridísima amiga. Y vuelvo a publicar este post de archivo en donde un apreciado amigo da rienda suelta a su lado poético.



¿PARA QUÉ SE ESCRIBE UN POEMA?

Un poema de verdad no se escribe en las últimas páginas de un cuaderno como escape a una desastrosa clase escolar o universitaria. Tampoco un poema es un desahogo sentimental rimado. Un poema debe ser un ser vivo. El poema debe ser capaz de transmitir vida. Un poema siempre es para alguien. Siempre es para una mujer: sea la que dejaste ayer, sea la Muerte que llamas a cada momento. Además, como Cesar Calvo diría, no es por qué sino para qué...


Se escribe un poema para sentirse el centro del mundo.
Se escribe un poema para hacer más fraternos a los hombres,
o sea para intentarlo,
o sea para que la poesía sirva para alguna cosa.
Se escribe un poema para no sentirnos el centro del mundo.
Se escribe un poema para ahuyentar a una muchacha.
Se escribe un poema para ayudar a la Revolución.
Se escribe un poema para que los maridos nos odien mucho más.
Se escribe un poema para que el poema nos acompañe,
para no estar tan inexplicablemente solos.
Se escribe un poema para duplicar el orgasmo
al menos para ponerle un espejo delante.
Se escribe un poema para no tener tiempo de hacer otras cosas,
como por ejemplo para no tener tiempo de sufrir.
Se escribe un poema para que nuestra tía más querida
pueda decir a todos que tiene un sobrino que escribe un poema.
Se escribe un poema para rascarse la barriga en la playa,
para emborracharse en Surquillo
sin que a uno lo asalten los señores chaveteros,
para darse un descanso entre polvo y polvo,
para hablar de ello en el Instituto Italiano de Cultura,
para que a uno lo consientan todo,
para que a uno no le consientan ni un comino.
Se escribe un poema para que los psiquiatras no nos cobren,
y para que aquella rubia se sienta inmortalmente poseída,
y para que el general Velasco lea estas líneas
y sepa que Avendaño sigue preso
por orden de una culebra disfrazada.
Y se escribe un poema para viajar a los congresos de escritores
con todos los gastos pagados,
y para ponerle el cascabel al gato,
y para poder comer con la mano en los salones
si nos viene en gana,
y para morirse de hambre
y también para no morirse de hambre
y para quedar como un perfecto cojudo en todas partes,
y para usar calzoncillos de colores sin que
se nos acuse de maricas,
y para que ciertos cadetes nos dejen a solas con sus novias
creyendo que lo somos.
También se escribe un poema para no afeitarse nunca,
para ir al baño sin remordimientos,
para ir al comedor sin remordimientos,
para ir al dormitorio sin remordimientos,
y se escribe un poema para sentirse culpable de todo
y con esos materiales llegar a escribir algún poema.
Y también se escribe un poema para reírse a gritos
Y para vivir también se escribe un poema.
Y para tener un pretexto para no vivir, etcétera.
Y a propósito de etcétera:
Se escribe un poema para no escribir cosas peores,
como cartas de amor, cartas financieras,
facturas por pagar, tratados de filosofía miraflorina,
Y se escribe un poema por incapacidad,
cuando se ha fracasado como wing derecho en la
selección del colegio, cual es mi triste caso.
Y se escribe un poema para intensificar la vida,
como dice Stéfano Varese.
Y se escribe un poema, finalmente,
se escribe un poema para que en algún lugar del mundo,
mañana o dentro de veinte años
la pareja que está por suicidarse alcance a leerlo, y desista,
desista por lo menos unos días,
y comprenda que la vida
es siempre hermosa
a pesar de la vida... y a pesar del poema.

martes, 6 de enero de 2009

¿HAY LITERATURA EUROPEA?

Jean-François Fogel comenta (y lamenta con anticipación) la posible creación de un premio oficial de literatura europea. Según la nota, hay una entusiasta Comisión organizadora que se ha propuesto demostrar la "riqueza" de la literatura europea tomando como marco referencial la ficción narrativa. Sin embargo, Fogel teme que dicho premio confirme la endeble unidad de la "cultura europea". Aun cuando no se sabe - dice Fogel - si se trata de literatura contemporánea o de literatura y punto, me parece peligroso que se busque representatividad de algo en un continente que fue cuna de dos guerra mundiales históricamente recientes.


Por otro lado agrega: Lo más preocupante es leer el concepto de "literatura europea" en un documento oficial. ¿De qué se trata, de qué hablamos? Hay tantas literaturas ¿Toda Europa se reconoce en Harry Potter, en las novelas policíacas de Stieg Larsson o en el relato histórico de Arturo Pérez-Reverte? Temo que la aparición de un premio oficial de literatura europea ponga en duda la existencia de Europa. Ni hablar de los autores como Joseph Conrad (tres veces europeos con una vida polaca, una vida francesa y una vida inglesa) que ubican su novela en tierras o mares de Asia o de África. ¿Vamos a inventar el concepto de novelistas europeos emigrados?

Ahora bien, dentro del marco propuesto por el escritor, ¿qué hay de la literatura latinoamericana? ¿Se podría trazar los ejes transversales para buscar una obra representativa de lo latinoamericano? Es más, reduciendo la propuesta, ¿ya se puede señalar las pautas para buscar una literatura representativa de lo peruano? En verdad, no veo ni siquiera con claridad las líneas para hallar una literatura que represente a esta ciudad compleja llamada Lima. Las recientes discusiones (peleas sería el término más honesto) entre escritores regionalistas y cosmopolitas han dejado en claro que falta mucho camino que recorrer para pensar en la novela que represente al menos a esta ciudad. Es decir, que en todas partes se cuecen habas, o, en todo caso, eso de pedirle a la ficción compromisos diferentes a su propia naturaleza creativa es más que irrelevante, más bien, peligroso.

Fogel cierra su comentario con algo que puede calzar en nuestra realidad: Elegir una obra de ficción para decir aquí tenemos a Europa es negar lo obvio, lo que sabemos desde muchísimos siglos. Europa es un continente que se dedica a llenar los libros de Historia.

lunes, 5 de enero de 2009

CUENTO DE VICTOR CORAL

Dejo un cuento de Victor Coral. Con esta historia se reinicia la antología de escritores peruanos contemporáneos de este año. Acuso recibo y confieso que el cuento lo tengo desde diciembre. Víctor tuvo a bien enviarmelo puntualmente. Un cuento breve, pero cuyo universo se extiende en la inconmensurable dimensión de lo fantástico.

PRECUELA

La primera vez despertó en una vía abandonada del viejo tranvía. Era invierno, la madrugada apenas se había ido. Nadie lo vio. Se levantó consternado. De inmediato, pensó en hacer una denuncia, pero más pudo la inquietud de regresar a su cuarto y ver qué había pasado. Lo encontró intacto, suyo. Un día después despertó a orillas del bosquecillo que rodeaba la parte este de la ciudad. La noche terminaba de irse: miles de pájaros gritaban encima de su cabeza. Ofuscado, se internó en el bosque esperando hallar a los culpables. Se perdió; volvió a encontrarse. Nada. Regresó a su cuarto; estaba como lo dejó. Hacía frío, el sol apenas incendiaba los bordes superiores de una montaña, el tercer día. Apareció en una playa desolada del río. Se irguió, lloroso, y miró a su alrededor. Nadie. Asustado, regresó a la ciudad y quiso contarle todo a la gente; lo tomaron por loco. Acudió a su familia. La tía Sofía lo devolvió a casa con unas pastillas. Por un momento, pensó que tenía una enfermedad mental. Es que nadie podía explicarle por qué se acostaba tranquilo en su cama y se despertaba, en zozobra, en otro lado.En los días posteriores despertó dentro de una fábrica de papel abandonada, en una colectora de desechos industriales, en la cima de un cerro de carbón recién extraído. Siempre entre la madrugada y el día, aterido, alarmado. Hasta que el sétimo día despertó en su pequeña y fría habitación de Praga. Nunca más volvió a pasarle cosas como esa. Semanas después, estaba pensando en su próximo libro. Haré una historia –se dijo–, absurda y cruel como lo que me pasó. La historia de un hombre que despierta convertido en un monstruoso insecto. Se puso a escribir.

PUNTOYCOMA 2009


El año debe empezar con proyectos concretos llenos de energía que aspiren a dar beneficios a todos nuestros amigos y, en general, a todos nuestros lectores. Durante el año 2008, largas conversaciones con amigos incondicionales con quienes estamos en la brecha de sentir que nuestra labor docente es, a pesar de todas las críticas, una misión reconfortante; también veíamos que no se la podía limitar a las aulas, y menos en una época donde las fronteras se habían borrado. PUNTOYCOMA nace entonces como un proyecto en comunicación y educación. Es cierto, estamos en la era de las comunicaciones, la cual nos plantea nuevos retos en cuanto a las formas como nos comunicamos: ahí están los puristas defensores del idioma cervantino, allá los avant garde del español de los mensaje de texto y el messenger. Nosotros nos declaramos fascinados por esta época. Nos tocó vivir una revolución, equivalente a la época de la imprenta, que nos exige una adaptación constante. Ya son tres años que este escribidor, a veces torpemente y otras veces de forma ingenua, escribe en la red. Fue un deseo que tenía su motivación en eso que nos mantiene vivos, es decir, en el deseo de seguir aprendiendo. Debo agradecer, y lo he hecho en muchas ocasiones, a mis amigos por ayudarme a entender esto del internet, que a estas alturas creo ya tenerlo comprendido, por lo menos hasta que aparezca algo nuevo.

Pero al punto, o al PUNTOYCOMA. ¿Qué somos?, ¿qué queremos?, ¿qué haremos? Para empezar nos contituimos como una sociedad de especialistas en comunicación y educación dedicados a dotar y potenciar, a diversas instituciones o personas naturales, de capacidades óptimas en el área de comunicación y lenguaje. Sé que es un lenguaje muy técnico, pero lo que somos, en otros términos, es una asociación que pretende solucionar los frecuentes problemas en comunicación entre colaboradores en las empresas y en los estudiantes queremos remediar o incrementar sus habilidades en el uso del lenguaje en todos los niveles educativos. Eso somos y eso queremos.

Cómo lo haremos, ese es el camino que estamos construyendo. Para empezar hemos dividido nuestros servicios en dos grandes grupos: para empresas y para estudiantes.

Para las empresas, nuestros objetivo es que los colaboradores tengan un alto nivel de dominio del lenguaje para así expresar sus ideas y logros en los diferentes niveles del organigrama empresarial. Por ejemplo, una exposición de los logros del área de contabilidad se hace tediosa porque los informes están mal redactados y porque el expositor no puede expresar sus ideas con claridad. En un época de rapidez, una exposición tediosa es nociva. Cuánto tiempo se pierde o cuántas ideas no logran aceptarse solo por errores en la comunicación. Nosotros solucionamos este déficit de la educación universtaria.

Para los estudiantes, nuestro objetivo se subdivide en varios niveles: escolares, preuniversitarios y universitarios o estudios superiores. Es cierto, llevamos más de 20 años en la educación, no solo escolar, sino, sobretodo, superior. Tenemos la suerte de ver cómo el error que comete nuestro alumno de tercer de secundaria lo comete el estudiante del tercer ciclo de la carrera de administración. El lenguaje es el mismo, y como reza el epígrafe de Un mundo para Julius: "Lo que Juanito no aprende, no lo sabrá nunca Juan". Es cierto, los errores son frecuentes y la solución la tenemos. Estamos convencidos de que nuestros buenos resultados en nuestra experiencia docente universitaria nos dan las herramientas para eliminar los problemas, que como diestros doctores encontramos auscultando a nuestros pacientes.

Pronto en esta página de un escribidor entusiasmado lanzaremos artículos, datos, pruebas en líneas y una serie de servicios en el área del lenguaje. Esperamos que nuestros amigos y lectores nos acompañen en este proyecto, por ahora con sus sugerencias, críticas y consejos, y por ahora con mucha energía.