sábado, 30 de mayo de 2009

Periodismo y literatura

Por alguna parte leí que García Márquez reconocía que el ejercicio periodístico le había dado no solo la habilidad para manejar las palabras con la precisión necesaria, sino, también, aceptaba que éste le había dado la disciplina para escribir metódicamente porque, recordaba, se tenía que escribir si o si, aun cuando las musas se hayan ido de paseo. La nota tenía que estar a tiempo pues el periódico iba a salir de todas maneras.
Seguro que sí. Cuando de trabajo remunerado se trata no hay justificación que valga. Es entonces cuando se aprende a escribir contra reloj y sin pero que valga.
El periodismo es la parte más terrestre y pragmática del oficio de la escritura. Recuerdo haber recibido más de una vez la orden de aumentarle un par de párrafos más al artículo y, en otras, el mandato de cortar párrafos, pero sin quitarle intensidad a la crónica. Algo así como que mi del jefe de redacción determinaba por el peso lo que le faltaba o le sobraba al artículo. De paso que rara vez este se iba dar el tiempo para observar la original arquitectura verbal que se le haya querido dar al texto. Sin embargo, el periodismo ha sido tentación de muchos escritores que, incluso, sucumbieron casi por completo a él.
Encuentro, a propósito, una nota extensa en la revista Ñ sobre la faceta periodística del escritor argentino Roberto Arlt. El español Juan Cruz escribe sobre las herramientas que comparten literatura y periodismo, a partir de la publicación de un libro que reúne gran parte de los artículos escritos por Arlt para el diario El Mundo. Además, la compiladora de la obra, Rose Corral, señala que en esos textos el autor de Los siete locos se revela como un profeta del mundo que se estaba formando, con una visión nada alejada de su prosa literaria. Vale la pena darle una leída completa apenas se tenga tiempo.
Veamos : esto es periodismo. No son columnas, aunque sean columnas; no son comentarios, aunque sean comentarios. Y son artículos, aunque no sean artículos. Pero no son sino crónicas, es decir, periodismo, la esencia del oficio, lo que sólo pueden escribir los buenos periodistas, lo que se hace a partir de lo que ocurre, no de lo que se nos ocurre. Roberto Arlt es periodismo. La frase clásica de Eugenio Scalfari, fundador del diario La Repubblica de Italia, "Periodista es gente que le dice a la gente lo que le pasa a la gente", se ajusta a la perfección a este periodismo que Roberto Arlt hace antes de que las imágenes distorsionaran la realidad haciéndonos creer que una instantánea es una fotografía. Arlt es un periodista, sin otra literatura; un cronista, nada menos, un tipo que ve pasar el tiempo y lo apresa, lo hunde en el suelo y lo somete a interrogatorio. Carlos Fuentes suele citar a Platón al hablar de la eternidad: cuando la eternidad se mueve la llaman tiempo. Y cuando se detiene, y es periodismo, no es otra cosa que crónica. Nada menos.Periodismo es literatura. Decía Manuel Vicent, otro columnista que hace periodismo en sus columnas, que el periodismo del siglo XX es literatura; y lo decía ante unos estudiantes de periodismo Antonio Muñoz Molina. Dos narradores, dos periodistas. La ficción es su apoyo, e incluso su sustento, pero el periodismo es su sustancia, y cuando hacen periodismo tienen a la literatura como la columna vertebral. Pero no hacen literatura cuando hacen periodismo. Hacen periodismo, que es literatura.Pueden decirlo, y pueden hacerlo. Como Roberto Arlt. Arlt lo hacía. En este conjunto de crónicas, El paisaje en las nubes , los editores han conseguido poner a disposición de nuevas generaciones periodísticas un elemento que ya les resultará insustituible para su formación como periodistas, y como escritores. Han rescatado el periodismo inolvidable que a veces se oculta en las hemerotecas, y lo han puesto a disposición de las librerías. Un libro insoslayable, un tesoro, un puñado de historia contada con la pasión de un inventor y de un poeta que dispone lo que pasa como si fuera un manjar de todos los sabores.

martes, 26 de mayo de 2009

Manual para suicidarse emocionalmente

De ninguna manera tengo autoridad para especular objetivamente sobre las mujeres. En todo caso, puedo atreverme a escribir, tan solo, que me perecen seres pertubadoramente extraños y cautivadores con las que se tiene que interactuar a diario en una constante oscilación entre la admiración y el conflicto. Y esto, probablemente, desde los comienzos de la cultura humana.
En todo caso, creo, eso sí, que nosotros los hombres somos igual de inciertos para ellas. El punto de equilibrio en la relación de géneros es, en definitiva, una ilusión.
Ahora bien, fíjense que fue una amiga quien me dio la dirección del blog de Diego Peralta, Fe de Erratas, y me puso en autos acerca de un artículo suyo en donde bocetea un tratado inusual para conservar la "vida" mientras se está enamorado.
No voy decir que este blog no se solidariza necesariamente con las opiniones vertidas por el autor, pero dejo constancia que aun cuando alguna vez me patearon con ventaja y alevosía el corazón, sigo creyendo que una vida sin ellas perdería todo el encanto.

¿Usted cree que está enamorado? ¿Cuándo ella, le habla usted observa cómo su cabello se desliza sobre sus hombros o cómo sus labios se despegan lentamente, o cómo sus pestañas siempre dicen que no? Señor, tengo que advertirle que está usted obsesionado / fascinado con esa mujer.
¿Usted cree que está enamorado? ¿Cuándo ella le habla usted observa cómo su cabello se desliza sobre sus hombros o cómo sus labios se despegan lentamente, o cómo sus pestañas siempre dicen que no? Señor tengo que advertirle que está usted obsesionado, fascinado y empecinado por esa mujer.
Tengo que advertirle que los caminos a partir de ahora no serán fáciles. Ella ya sabe que usted huele su aroma a vainilla cuando la abraza. Ya se dio cuenta que cada vez que le invita un cigarro, aprovecha para tocarle levemente la mano. Ya se percató que usted nunca ve ninguna película, cuando van al cine juntos, sino que la espía durante las dos horas.
Para esa mujer usted es un amigo seguro, un confidente entrañable, un compañero de celos, un seguro de confianza. Usted es quien siempre la mira a los ojos. Quien la busca en las fiestas. Quien siempre está para contestarle el teléfono. Quien nunca le negará una cita. A quien nunca amará.
Para que usted pueda aplicar este manual, tiene que saber que no habrá vuelta atrás. Tiene que comprender que todos los consejos, aunque parezcan contradictorios, lo llevarán al éxito.
Usted debe desaparecer de su Messenger. No debe responder a sus comentarios en el Facebook. No debe responder ninguna de sus llamadas al celular. No debe ir a saludarla cuando se la encuentra en un bar. No debe buscar más esas coincidencias premeditadas. Y si el destino lo acompaña y la encuentra en medio de una turba de pretendientes, debe levantar una ceja, saludarla y apartarse.
Es todo un riesgo, lo sé. Es la sin razón de alejarse de quien más quiere. Es elegir el camino contrario que lo llevara al destino esperado. Una ruta en círculo, en donde tendrá que caminar de espaldas y en sentido contrario.
Ya no le envié flores, es muy tarde. Ya no le haga un CD, con todas las canciones que la recuerdan. Mejor escriba todo lo que sienta por ella. Deje salir esa arteria literaria que lleva dentro y repita la frase "me gustas por" en cada una de las oraciones. Vaya de lo mundano a lo inspirador. No se olvide de los detalles tiernos y también de los dolorosos. Después no se le ocurra mandárselo por mail. Guárdelo con usted.
Luego de escribir sus sentimientos espere su próxima llamada con paciencia. Tendrá que ser un francotirador esperando al presidente. Ella necesitará contarle cual fue última conquista. Y usted, como siempre, será los oídos para sus relatos. Una vez que haya sido torturado con su íntima historia, solo mírela y sonría. Luego llévela a su casa. Maneje lento pero seguro. Ponga en el equipo del auto la canción "The Blower's Daugther " de Damian Rice (de la película Closer). Una buena canción para un momento mortal.
Cuando este a punto de salir de su auto, deténgala. No deje que se vaya. Dígale la famosa frase "tengo algo que decirte". Ella esperará lo peor. La bendita declaración que siempre quiso evitar. Usted deslice lentamente el arma que guardo al costado del asiento y cuando ella se percate sáquela. Saqué su laptop y abra aquella verdad escrita con sangre y sinceridad. Enséñesela. Ella lo leerá y luego le tocará el rostro y dirá. "No se que decir". Después dirá que no quiere perder su amistad y huirá tan rápido como el decoro le permite.
Tras este desastroso acontecimiento, usted sentirá un alivio interminable. Por fin todo habrá terminado. Por fin.
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Extraído de la sección de blogs del diario Perú 21

domingo, 24 de mayo de 2009

NOTAS DE LA CIUDAD


PÁGAME

Finalmente lo alcanzó en la esquina Emancipación con el Jr. De la Unión. Lo cogió por un brazo y cuando aquél volvió el rostro asustado, Zutano lo enfrentó con un gesto desafiante: al fin te encontré. El otro hombre trató de forzar una sonrisa que finalmente no pudo ocultar su contrariedad y sorpresa. Incluso miró de reojo a todos lados como si buscara alguna ruta de escape: pero, hombre, qué sorpresa. Tragó saliva. Entonces Zutano lo sujetó por las solapas con gesto amanazante. Los transeúntes comenzaron a demorar el paso picados por la curiosidad que despertaba aquel hombre flaco y sudoroso que aferraba al otro, gordito y con cara de sinvergüenza. Zutano respiró muy hondo y lanzó la apelación que tantas veces se había guardado: ¡Págame!
En pocos minutos ya se había formado un aceptable grupo de curiosos que rodeaban a los dos hombres. Algunos miraban con simpatía a Zutano: pobre hombre, uno presta porque es buena gente, pero hay tanto caradura en este país. Otros, más bien, apoyaban al gordito que, después de todo, tenía algo de cada uno, porque – dígame usted - quién no cabecea en este mundo. Algunos bocinazos, como los se que dan cuando se respalda alguna marcha, se empezaron a oír. Desde las otras veredas, la gente aguzaba la mirada tratando de saber lo que sucedía. En medio del círculo que habían formado los curiosos, Zutano y el otro hombre discutían a toda voz.
- Te juro que ya tenía el dinero y que te llamé por teléfono
- Te juro, nada, y a mí tú nunca me llamaste por teléfono
- Bueno, fatal para ti si no me crees, pero yo sí quería pagarte
- Entonces págame ahora
- Es que ahora no tengo
- No me importa. Hace meses que deberías haberme pagado
- Tú no entiendes que la crisis nos ha fregado
- Por eso, yo también estoy jodido y quiero la plata
De pronto, Zutano se dio cuenta de que estaba rodeado por gente que no conocía, pero que esperaba, ansiosa, la siguiente escena del espectáculo que él les estaba ofreciendo arrastrado por su desesperación. Alguien del grupo le aconsejó, de buen corazón, que lo llevara a la comisaría; otros dijeron que eso era por las puras; del otro sector, más que opinar, murmuraban por un borrón y cuenta nueva y, que caray, la amistad estaba por encima del dinero y, además, – esto sí lo aprobaron todos – la crisis nos estaba obligando a tantas cosas injustas como ésta. En la mirada de Zutano – antes cargada de decisión - comenzó a notarse una sombra de agotamiento o quizás - no estoy seguro - de resignación. Miró la ciudad y se sintió cansado. El hombre gordito intuyó que ya había ganado la batalla; hubo en su rostro un gesto de escamoteador experimentado que lo delató: se dispuso a dramatizar el colofón de su actuación.
- En verdad te voy a pagar, te lo juro por lo más sagrado.
- ¿Cuándo?
- Antes de una semana... Yo mismo te voy a buscar... Te doy mi palabra...
- ¿No te creo?
- Hermanito, créeme, por favor, a pesar de la situación, yo te voy a cumplir.

Zutano lo miró fijamente y pareció comprenderlo todo. No obstante, como que se sintió abrumado, sin fuerzas ni ganas de insistir, y, poco a poco, fue aflojando la tensión con la que había sujetado al gordito. Con el nudo de la corbata ahora mal puesto y las puntas del cuello de la camisa hacia arriba, Zutano parecía haberse resignado a la evidencia contundente: otra vez se le iba a escapar.
Los bocinazos aumentaron, se oyó muy cerca los silbatazos de la policía. El gordito deudor se diluyó rápidamente. Zutano se marchó silencioso, derrotado, solo. Mientras el gentío se disolvía presuroso en la bruma de las seis de la tarde.
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jueves, 21 de mayo de 2009

Hildebrandt sobre Benedetti

César Hildebrandt aparte de se ser un periodista polémico, es un lector voraz e inteligente. Dejo sus palabras acerca de Benedetti.


No escribí a tiempo sobre Benedetti porque no me parecía pertinente hablar con regateos de alguien tan célebre, tan justamente reconocido y tan llorado por sus fieles lectores. Pero me han preguntado por el correo electrónico y por teléfono por qué no he escrito sobre Benedetti, así que debo de ser sincero y admitir, a posteriori, que Mario Benedetti siempre me pareció –aparte de una gran persona, un luchador social ejemplar, un exiliado a carta cabal, un escritor prolífico y variado, un hombre de gran sensibilidad social- un poeta menor de dulces melodías, un compositor de poesía recitable, un trovador “que se tenía que querer”.

No estuve entre sus admiradores extremos porque muchas veces vi, detrás de sus endecasílabos frecuentes, la salida fácil y hasta previsible, el panfleto lírico, la tristeza editorial y el discurrir de un río de palabras que no discriminaba la maleza.Dice Luis García Montero, con toda la razón del mundo, que uno de los aportes fundamentales de Benedetti fue desacralizar la imagen del poeta –ese hechicero de la oscuridad- y convertir sus textos en espacios públicos. Añadiría, modestamente, que esos espacios públicos podían ser, por concurridos y exitosos, paseos peatonales, granjas colectivas del amor y el desamor, alamedas del extrañamiento.

Previniendo por dónde podía venir el toro, García Montero, confeso admirador de Benedetti, señala: “Es verdad que hay mala poesía nacida de la simplicidad, pero en los desvanes contemporáneos ocupa más lugar la quincallería de las rupturas llamativas, los experimentalismos y los sacerdotes de la élite”.

Eso es cierto. La gente amaba más a Benedetti después de leer a uno de esos poetas en clave de martirio, a uno de esos abortos de la palabra que están convencidos de hacer cocina francesa, plagada de salsas tendenciosas, cuando lo que hacen es chanfainita de petulancia y caucau de nada. Pero, eso sí: escriben en chino mandarín sin traducir y entonces vienen los críticos cursis y nos dicen que detrás de esa niebla tóxica está la casa de la poesía. O sea que si no te entienden eres regio y si te asomas a la inteligibilidad corres el peligro de ser un pobre diablo. Y eso, decretado por otro pobre diablo con autoridad, puede ser fatal.

Algo de eso pasó con Benedetti, que fue un poeta diurno en épocas donde estaba de moda proferir naderías góticas y hacerse el interesante para atraer a los cándidos. Por eso tuvo tan enormes audiencias y por eso sus libros parecieron muchas veces, por el número de ejemplares vendidos, novelas de autores industriales.

Y, sin embargo, este Benedetti entrañable que fue siempre de izquierdas, que eludió como dribleador charrúa a la dictadura de Bordaberry, este hombre sencillo y a ratos malhumorado tiene en su pasivo, desde mi perspectiva, el defecto de haber escrito demasiado, de haberlo hecho en voz muy alta y de haber bailado el tango apache de las asonancias.Benedetti era tan musical que daba ganas de silbarlo y de eso se dieron cuenta muy bien el Viglietti y el Serrat, que le pusieron partitura a lo que estaba cantado. Si la poesía también consiste, como acaba de decir García Montero, en abrir las ventanas para que entre aire limpio y en escribir para que no te olviden al pie de la letra, entonces Benedetti es, como dicen muchos, una cumbre de la literatura en español.
Si la poesía es golpe vitamínico, vigilia que no se permite tregua, refranero del corazón, entonces Benedetti es palabra mayor.Pero si la poesía es lo que queda después de castigar cada palabra, lo que se agita después del naufragio, la cadena arrastrada sin saberlo, el ayuntamiento que no imaginabas, la sabiduría sin referentes callejeros o geográficos, entonces conservo mis dudas sobre este muerto ilustre y admirable.
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Beber agua del siglo X

En la página web de Etqueta Negra leo una más de las acciones que los seres humanos hacemos en medio de la tormenta. Para todos es evidente que las reservas de agua, los nevados, no están tan blancos como antes. Para muestra, aquellos que vayan al centro del país y pasen por Ticlio se darán cuenta que la nieve que antes estaba ahí, ahora no está, y un manto marrón se extiende y sobre él algunas pinceladas de manchas blancas. Ahora resulta que es una moda beber agua de los glaciares o de los hielos perpetuos, es decir, agua que se congeló hace muchos siglos y que es de una pureza incomparable. Sorprendase.

Ian Szydlowsi es un empresario chileno de treinta y siete años que es dueño de una compañía a la que podría irle muy bien cuando el resto del mundo se muera de sed. «El agua será el próximo petróleo», dice mientras me cuenta los planes de su empresa, Waters of Patagonia. Se recuesta en su silla y sonríe lentamente como si fuera a revelarme un gran secreto. «Así es como debe ser el agua», dice, y luego me sirve un poco de agua de glaciar en una copa de vino. El producto se llama Crevasse aniata Water y es el niño mimado de esta compañía. Algo así como petróleo en estado transparente. «Los árabes la llaman Halal, H-A-L-A-L, que significa “jamás tocada por manos humanas”», añade el empresario. Cierta vez, dice, un jeque árabe probó un poco y la llamó «agua bendita».

Como ocurre con los minerales más codiciados, no es tan fácil descubrir un líquido con semejante valor comercial. Para hallar esta agua tan pura es preciso abordar un vuelo desde Santiago de Chile, dos mil kilómetros hacia el sur, hasta el corazón de la Patagonia virgen. Luego, hacer nueve horas de viaje en automóvil por un camino lleno de baches, hasta el remoto puerto de Tortel, un pintoresco sitio costero sin pistas ni automóviles y con una comunidad de quinientos habitantes que viven de la extracción y el trabajo de la madera. Allí, hay que tomar un barco de pasajeros y navegar hasta el límite del Campo de Hielo Patagónico Sur, una capa de hielo de una superficie de trece mil kilómetros cuadrados, donde las constantes lluvias hacen crecer el glaciar de tal manera que trozos de hielo del tamaño de edificios caen con estruendo al océano. Son tantos los ríos y montañas heladas que atraviesan este rincón del mundo que el mapa está cubierto por las letras S/N, «sin nombre». Y allí, en ese territorio virgen, está el próximo petróleo.

Szydlowski sirve el agua de una botella de cristal transparente, elegante como un Ferrari, de líneas encantadoramente sensuales y proporcionadas. «Las hacen en Murano, Italia, especialmente para nosotros», dice cuando me ve admirando el diseño. En el mundo sólo existen dos mil botellas como ésa. «Cuando la gente bebe nuestra agua no sólo se trata del agua más pura, sino de una nueva visión acerca de cómo debe ser el agua», agrega el empresario, quien se jacta de que Crevasse Water, su producto, cumple con todos los estándares que la Unión Europea exige sobre la pureza del agua en su estado natural, que no requiere tratamiento alguno.

La ciencia respalda en gran medida las afirmaciones de ese empresario anclado en la Patagonia. Al estar en el extremo sur del mundo, sus reservas de agua se encuentran a miles de kilómetros del intoxicado hemisferio norte y provienen de la lluvia que se congeló hace cientos o miles de años, mucho antes de la invención del motor de combustión interna, de la química moderna y de la lluvia radioactiva. El agua extraída de los glaciares es un producto virgen en un mundo cada día más intoxicado. «La naturaleza es el mejor filtro», afirma Allan Szydlowski, otro de los socios del negocio. «Contamos con valles protegidos que se extienden por cientos de kilómetros y esto es lo que filtra nuestra agua». «Nuestro filtro es todo un ecosistema», dice señalando hacia las montañas vírgenes y el denso glaciar en el horizonte.

La sede de Waters of Patagonia, la compañía de los hermanos Szydlowski, se levanta en el corazón del Campo de Hielo Patagónico Sur, una capa de agua congelada de trescientos sesenta kilómetros de largo y cuatrocientos metros de espesor. Es la tercera extensión de hielo más grande del planeta. Una reserva invalorable en un mundo castigado por la sed. Debido a la contaminación global, cada año seis mil setecientos millones de personas que habitan el planeta necesitan más de aquello que fluye de manera constante por la propiedad de esa empresa chilena: agua pura no contaminada. El glaciar donde Waters of Patagonia está instalada produce tanta agua dulce que este remoto rincón del Océano Pacífico es un rincón privilegiado. Sus reservas no son saladas. Se puede beber el agua. O embotellarla.

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La gripe AH1N1 a la ficción

¿Oportunismo? Tal vez sí. Sin embargo, leo en El Mercurio de Chile que Pablo Caralps está lanzando su novela Gripe mortal. Al parecer, su propuesta se centra en la guerra de intereses que las grandes empresas farmacéuticas pueden tener ante nuevas enfermedades. La pregunta es si esta novela vendrá a Lima.


La sinopsis está tomada del blog del autor.

¿Quién se beneficia de una epidemia de gripe? ¿Sabemos cómo funcionan las empresas farmacéuticas? Gripe mortal es un thriller científico que aporta material real suficiente y bien documentado; es una historia verosímil de ficción a ritmo de bestseller. Una novela que, de manera extraordinaria y sorprendente, nos lleva a conocer el funcionamiento de un oscuro negocio. El dueño de una importante empresa farmacéutica se encuentra atravesando una situación complicada: las ventas están descendiendo de manera abismal. Su colaborador estrella y mejor amigo, Luis, le presenta un perfecto plan de acción: robar la cepa llamada «gripe española», un virulento virus que causó la pandemia de gripe más mortífera de la historia: murieron entre 20 y 50 millones de personas durante 1918. Con esta cepa podrían expandir la enfermedad en varios lugares del mundo, creando antes una vacuna y dos antigripales específicos. El único problema sería la OMS (Organización Mundial de la Salud), que es la que autoriza y programa las vacunas de cada año para cada continente. Pero si apareciera una gripe desconocida que rápidamente se convirtiera en pandemia, el laboratorio podría tener disponible la vacuna. Con esta operación no sólo podrían salvar su situación financiera, sino hacerse inmensamente ricos… ¿Realidad o ficción?

La nota en El Mercurio dice:

(El Mercurio) Un escalofrío recorrió al español Pablo Caralps mientras se enteraba de las noticias, un día de abril en su casa de Barcelona: Según se informaba entonces, una desconocida gripe que estallaba en México ponía en alerta al mundo al entero.

Su sorpresa no estaba dada sólo por la amenaza de la enfermedad. Coincidentemente, hacía unos meses había entregado a la editorial su última novela, titulada "Gripe mortal"."Se me pusieron los pelos de punta por el paralelismo. Lo ideal sería que las víctimas se quedaran sólo en la ficción. Cuando empecé a leer los titulares, en Barcelona, diría que hasta fue espeluznante", cuenta recordando los primeros tiempos de la influenza AH1N1.

Pero el argumento de "Gripe mortal" va más allá, y no apunta sólo a un virus que comienza a propagarse por el mundo. "La historia central trata de un laboratorio en problemas económicos, en el que un par de personas planean como estrategia probar una cepa del virus de la gripe española, de 1918, y hacer una mutación para propagarla. Mientras, paralelamente, ya tienen preparada la vacuna y los antigripales", adelanta.

De este modo, las autoridades de salud se ven contra las cuerdas, y no tienen más remedio que aceptar la propuesta del laboratorio. "Era más bien una crítica al mundo en que vivimos, a la globalización, las ambiciones que hay, al poco altruismo, al egoísmo. De ahí salió esta idea de una pandemia creada para lucrar. Y ahora casualmente me encuentro que, por desgracia, hay un paralelismo. La realidad a veces supera a la ficción", dice.

Sin embargo, con esto no quiere insinuar que la llamada "gripe porcina" forme parte de un complot del estilo. "Sería osado afirmar que algo así pueda ocurrir en la realidad, pero la historia da mucho de sí para la ficción. En muchos casos no sabemos toda la verdad de muchas cosas, pero quiero pensar que en casos así no se trata de cosas provocadas, porque se estaría jugando con la salud de las personas", afirma.

El libro está recién en estos días llegando a las librerías españolas, mientras que en Chile será publicado por editorial Planeta.
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Antígona de Yuyachkani

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Para los distraídos, como este escribidor, la temporada de la Antígona de Yuyachkani, con guion del poeta José Watanabe, solo irá hasta este 1 de junio. Las funciones de jueves a domingo, las entradas en la misma casa de Magdalena en la avenida Tacna.
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Magaly Solier en concierto

El dato para junio lo he tomado de la página web magalysolier.com


Magaly Solier, luego de su exitosa temporada de presentaciones en el mes de abril en el Cocodrilo Verde de Miraflores, ahora deleitará al público en un concierto a realizarse en el Anfiteatro del Parque de la Exposición el sábado 13 de junio a las 8:00 pm. Las entradas podrán ser adquirirlas en todos los módulos de Teleticket. En dicho concierto interpretará canciones de su disco WARMI, el cual contiene 9 temas propios y 2 bonus tracks.

En este concierto, Magaly estará acompañada por un plantel de reconocidos músicos peruanos, entre ellos María Elena Pacheco (violín), Magaly Luque (contrabajo), Fredy Gómez (vientos andinos), Coco Vega (guitarra acústica) y Cali Flores (batería y dirección musical).

El premio de Alberto Durand

Aunque todavía no he visto El premio del cineasta peruano Alberto Durand, quienes hayan visto Alias la Gringa lo recordarán, les dejo con la no tan sorpredente polémica que cada vez que una cinta peruana se estrena. Esta vez la crítica se ha dividido. El panorama de la polémica gracias al estupendo blog Cineencuentro.

Se estrena una película peruana en Lima, y empieza el chongo. El premio de Alberto Durant ya está por culminar su paso por la cartelera, con una aceptable recaudación, y un recibimiento tibio tirando para frío de la crítica local. Es la primera cinta que se estrena tras el “Efecto Teta”, y sin dudas se ha visto favorecido por el posicionamiento logrado por aquello que llamamos “Cine peruano”. Un caso extremis de recibimiento con brazos abiertos lo podemos ver en el Blog de Pepe Derteano, un extenso texto de alguien que disfrutó viendo El premio, y que ha conseguido una alucinante cantidad de comentarios (312 hasta el momento), la mayoría de personas también comentan positivamente la pela. Al parecer, el propio director también habría dejado su comentario (que ha sido borrado, por vaya a saber uno qué razón):

Alberto Chicho Durant dijo…

Gracias Pepe, muchísimas gracias por tus comentarios y por el espacio que has abierto al cine… y sobre todo gracias a los que han dicho su verdad, sus reflexiones y opiniones sobre EL PREMIO. Me han emocionado y me han hecho sentir que el esfuerzo no ha sido en vano. No siempre uno tiene la posibilidad de escuchar las voces de la gente real y estoy emocionado. Me ha regresado el alma al cuerpo. Después de leer esta avalancha de comentarios favorables a la película siento que hay un Perú positivo, que cree y valora lo suyo. Porque, les confieso, por un momento sentí que araba en el mar. Ustedes me dan fuerzas para seguir… Gracias desde el fondo del alma. Chicho.

Si les da el tiempo, léanse el post de Derteano, y los cientos de comments. Es, como dije, alucinante.

Luego vendrían las críticas en medios, la de Bedoyala de Silvala de De Cárdenas,la de Beteta, quienen sazonaban sus posiciones con contextos históricos y comparaciones con otros filmes, peruanos y extranjeros. Hasta que llegó la crítica de Alonso Izaguirre publicada por Perú21. Él sí fue directo a la yugular, y al parecer tocó fibra en un grupo de cineastas. Una semana después el diario publica una extraña carta, que firman los directores Augusto Tamayo, Francisco Lombardi, Aldo Salvini, Frank Pérez Garland, el productor Gustavo Sánchez, entre otros:

Expresamos nuestra consternación por la crítica cinematográficapublicada en Perú.21 el 7 de mayo sobre la película El premio, del director Alberto Durant. Es inaceptable utilizar la crítica como un mecanismo de agresión y agravio a la persona y de exposición de una postura visceral y arbitraria contra el cine peruano, tal como lo hace reiteradamente el crítico Alonso Izaguirre.

Él vuelve a practicar la adjetivación ofensiva contra la persona como forma de comentario cinematográfico. Resulta deplorable que se conciba la crítica como algo que endilga patadas y que estas deben repartirse a diestra y siniestra, cual matones de esquina, contra personas cuyo único delito es haberse esforzado por hacer una película peruana [...]

Para continuar leyendo, hacer clic en Cineencuentro.

Sables y utopías

Un nuevo libro de Mario Vargas Llosa estará pronto en las librerías. Se llama Sables y utopías. El título resume muy bien la actitud de nuestro escritor en el ámbito del ensayo. La recopilación de los mejores artículos desde los años 60 corre a cargo de Carlos Granés. Para saber más de lo que está haciendo por estos días, lean la buena entrevista aparecida en Peru.21. 

Además de nuestro mejor novelista, Mario Vargas Llosa es un intelectual riguroso y coherente y, por ello, es respetado mundialmente. Acaba de publicarse una reunión de sus artículos, desde los años 60 hasta el presente, en lo que seguimos los cambios en sus ideas respecto a la política, a Latinoamérica, a la cultura y a otros temas. Sables y utopías ya está está en librerías a 64 soles.

“Esta selección de artículos fue hecha por un escritor colombiano, Carlos Granés, que trabajó con completa libertad. No los he corregido –excepto alguna errata– y tampoco he cambiado ninguna idea. Son textos escritos a lo largo de muchos años en los que hay opiniones muy diversas, por supuesto, pero me pareció que era mejor presentar todo tal como fue escrito para mostrar una evolución, un cambio de opiniones políticas, literarias, etc. Es una especie de autobiografía que se ha armado sola y que ha sido editada por Granés”, explica acerca de Sables y utopías, libro que reúne artículos suyos desde los años 60.

¿Por qué la necesidad de reunir en un solo volumen su pensamiento sobre América Latina?
No fue una idea mía. Yo había pensado hacer una recopilación –las he hecho antes–, pero esta fue una sugerencia de mi editor. Y yo propuse que lo hiciera alguien con otra perspectiva, para lo cual pensé en Carlos Granés, porque él escribió una tesis en la Universidad de Madrid sobre mis ensayos. Me interesó mucho porque era una tesis muy personal y creativa.

Acaba de fallecer Mario Benedetti. Usted lo conocía y también polemizaron.
Fuimos muy amigos. Lo conocí en los 60. Le tuve siempre afecto y admiración, aunque discrepé profundamente con él por razones políticas. No solo me pareció siempre un buen escritor sino un intelectual honesto, un hombre siempre coherente entre sus convicciones y su conducta, a diferencia de otras personas, sobre todo en el campo intelectual, que usaron mucho sus convicciones para medrar.

Usted escribió un artículo llamado El intelectual barato. ¿Cree que esa es una costumbre latinoamericana?
Él no fue un intelectual barato. Y eso se da en todas partes, pero creo que más en América Latina por la pequeñez del mundo intelectual, donde existe la sensación de que, si un escritor o intelectual tiene éxito, cierra la puerta a los demás. Eso no es cierto. En Francia o en Inglaterra hay debate intelectual por supuesto y, también, pequeñeces humanas, como en todas partes, pero nunca se alcanza esa mezquindad de los países pequeñitos, que envenena el mundo intelectual, aunque también el mundo artístico y toda profesión.

¿En qué medida su evolución ideológica afectó sus novelas?
No lo puedo saber. No tengo suficiente distancia. Creo que ha habido una constante en mí: cuando he querido defender determinadas ideas o valores políticos o culturales, he escrito artículos, ensayos o he dado entrevistas. Cuando he escrito cosas creativas –novela, cuento, teatro–, no diré que he prescindido de mis convicciones, pero he buscado desarrollarlas menos subordinadas a la actualidad. Creo que la literatura, el arte en general, dependiente de la actualidad es efímero y, muchas veces, fracasado. La labor creativa debe tocar experiencias más permanentes que trasciendan lo puramente político, que es lo más actual que existe y, por lo mismo, lo más efímero.

En los años 60 estaba obsesionado por la novela total; en los 70 encontró el humor pero, últimamente, sus novelas muestran personajes que persiguen la utopía, como Gauguin o Flora Tristán, así como la que está escribiendo ahora, sobre Roger Casement, este independentista irlandés.
Creo que la búsqueda de la novela total está siempre ahí, en todo escritor, consciente o inconscientemente. A diferencia de un género como la poesía, que es el ideal de perfección, que puede ser condensado en un texto muy breve, la novela que ocurre en el tiempo lo empuja a uno hacia la totalidad; aunque, por supuesto, ninguna novela la alcanza. Pero, además, ese ideal se ajusta a una temática. Hay historias que requieren de un formato más pequeño; por ejemplo, Travesuras de la niña mala. En cambio, la novela sobre Flora Tristán y Gauguin (_El paraíso en la otra esquina_) o la de Trujillo (_La fiesta del Chivo_) están más dentro de las que escribí en los años 60, que buscan más visiblemente esa totalidad. Quizá también es el caso de la novela que estoy escribiendo ahora.

Para continuar leyendo la entrevista hacer clic en Perú.21.

domingo, 17 de mayo de 2009

ADIOS, MARIO BENEDETTI

Sabíamos que era cosa de poco tiempo para que Mario Benedetti nos dejara. Descansa en paz, narrador y poeta. Algunos te quisimos mucho sin haber tenido el privilegio de haber estrechado tu mano. Otros no te quisieron lo suficiente y hasta sentaron cátedra de entendidos para negar la validez de tu obra. ¡Eso qué importa! Si tú viviste la poesía a tu manera, hiciste del amor una bandera y de tus pasiones políticas un ideal inquebrantable, entonces está bien. No hay necesidad de compartirlo todo para querer a un amigo. Es más importante respetarlo.

Mario, los que no tenemos reparos en reconocer tu alma de poeta, te vamos a recordar una y otra vez, cada vez que abramos un libro tuyo y nos llenemos de tus palabras.


Una nota de Gabriel Bisang dice: "A la edad de 88 años el importante escritor uruguayo murió en su domicilio particular en la tarde de hoy. El autor de innumerables poemas que lo llevaron a la élite de la literatura mundial, junto con sus cuentos y novelas en segundo punto, sufría un grave estado de salud, por lo que estuvo internado 15 días en una clínica privada hace 3 semanas atrás. Mario quien nació en 1920 en Paso de los Toros, Uruguay. Escribió libros y recopilaciones tales como: Montevideanos (1959) y las novelas La tregua (1960), considerada su mejor obra, y Gracias por el fuego (1965). Así mismo, ha escrito varios volúmenes de poesía, de tono reflexivo y discursivo, y matizada por toques de ironía que la aproximan a su obra en prosa (Poemas de la oficina, 1956, Poemas de hoy por hoy, 1961, etc.). En 1971 publicó la novela El cumpleaños de Juan Ángel, y más tarde ensayos como La realidad y la palabra (1991) y la novela Andamios (1996). En 1999 fue galardonado con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.Hoy en la historia se marca un hito, en la muerte de Mario Benedetti, autor del cual la historia nunca se olvidará".
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viernes, 15 de mayo de 2009

Luis Freire ganó concurso de El Comercio

El tema fue el humor. El diario El Comercio premió al escritor peruano Luis Freire por su novela El perro sulfúrico. Así, se espera que este concurso se convierta en uno de los más importantes del país, lo cual, inevitablemente, alentara a todo tipo de novelistas, jóvenes y maduros, desconocidos y consagrados. Felicitaciones.

El escritor nacional Luis Freire Sarria ganó el concurso de novela convocado por el diario El Comercio con motivo del 170 aniversario de su fundación.

Freire obtuvo con la obra “El perro sulfúrico” un premio de 60 mil soles, la publicación del libro y una escultura del afamado artista plástico peruano Fernando de Szyszlo.

El jurado, integrado por los peruanos José Miguel Oviedo, Alonso Cueto y Rossana Echeandía, el argentino Pablo de Santis y el mexicano Juan Villoro, concedió el premio por unanimidad entre un total de 400 obras presentadas, de las cuales diez fueron finalistas.

Al anunciar al ganador, Oviedo comentó que la obra “es una novela muy entretenida” que “atrapa el interés del lector con su sentido del humor” y retrata a la sociedad limeña en el último tercio del siglo XX.

El ganador, que participó en el concurso con el seudónimo “Demetrio Cagafuego”, reveló que cuando era joven envió un relato al escritor chileno Jorge Edwards, por entonces adscrito a la legación diplomática de su país en Lima, quien lo animó a que continuara escribiendo.

El autor añadió que ha guardado la nota de Edwards con esa respuesta como una especie de amuleto durante toda su vida.

Luis Freire Sarria nació en Lima en 1945 y es uno de los más destacados humoristas peruanos, que además ha recopilado sus artículos de este tipo en los libros “Camisa de fuerza” (1986) y “Humor” (1988).

En 1992 ganó la I Bienal Nacional de Novela Corta, convocada por el Concejo Provincial de Barranco, con “El cronista que volvió del fuego” y en 1999 el premio anual de “El cuento de las mil palabras”, que convoca la revista política Caretas, con “Se comienza con la mantequilla”.
En 2005 obtuvo el prestigiado premio nacional de novela corta “Julio Ramón Ribeyro”, que convoca el Banco Central de Reserva del Perú (BCR), con la novela “El sol salía en un Chevrolet amarillo”.
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Evangelina retorna de la Breña

Una de mis primeras aproximaciones al teatro, y sobre todo al teatro en el Perú, se lo debo a la actriz Delfina Paredes. Descubrí en su trabajo la fuerza y pasión de un caracter moldeado por las tablas. En sus interpretaciones, se podía rastrear la fuerza de sus ideas, aunque polémicas o desaforadas, estas tenían el temple de un carácter recio. También, fue por sus interpretaciones de las poesías de Vallejo que pudo valorar más aún el enorme peso de la humanidad presente en sus versos. Si bien la poesía de Vallejo no nació para grandes recitales como las de Chocano, las ideas y el lenguaje, en la voz de Delfina, adquieren la contundencia justa. Este mes, Delfina Paredes se presentará en el auditorio de la Biblioteca Nacional en San Borja. Esta vez no con la poesía, pero sí con un tema vital para la historia del país: la voz casi callada de las rabonas.

(Vía BNP) La destacada actriz nacional Delfina Paredes presentará este mes en el Teatro para Escolares de la Biblioteca Nacional del Perú, sede San Borja, el monólogo “Evangelina retorna de la Breña”, que narra las viscisitudes de una rabona que se enrola junto a su esposo en el ejército del Coronel Andrés Avelino Cáceres durante la fatídica guerra del Pacifico.

La obra se presentará el miércoles 27 de mayo a las 10.00 hrs. en el Teatro “Mario Vargas Llosa” de la BNP, Av. De la Poesía 160 San Borja. El costo de la entrada es de S/. 5.00 soles y las delegaciones escolares que deseen asistir deben adquirir sus entradas con anticipación. La capacidad es limitada.

Delfina Paredes

Nuestra primera actriz y dramaturga Delfina Paredes, estudió en la ENAE (Escuela Nacional de Arte Escénico) entre 1956 y 1957. Su primera pieza “Micaela Bastidas”, fue premiada en 1967 en el Concurso Nacional de Teatro Escolar del TUSM. En 1975 escribió “Evangelina” creando así uno de los personajes más populares del teatro y la televisión. En 1994 escribió el monólogo “Evangelina retorna de La Breña”.

La destacada actriz también ha realizado trabajos para la televisión y el cine. Recientemente recibió el homenaje de sus colegas por el Día Mundial del Teatro y el Ministerio de la Mujer reconoció públicamente su destacada trayectoria en el mundo de la actuación.

Halagos bonaerenses para Oswaldo Reynoso

La noticia sobre la visita a Buenos Aires de Oswaldo Reynoso ya la conocíamos. También se daba por descontada la buena recepción que Reynoso iba a tener en una ciudad en donde la buena literatura - pese a todo y con todo - sigue siendo un elemento impotante de su quehacer cultural. Sin embargo, de todas maneras, de gusto encontrar artículos y reportajes bonaerenses tan halagadores con nuestro escritor.
La pista la encuentró en la columna de Guillermo Giacosa en el diario Perú 21. Desde allí se da cuenta del artículo escrito por Mariana Enriquez para el suplemento cultural del diario Página 12.
Me alegró mucho por Oswaldo. Es reparador que la crítica siga encontrando vigente su obra y destaque su nítida presencia como escritor.


Un fragmento del artículo de Mariana Enriquez dice: "¿Qué tenía En octubre no hay milagros para causar tal revuelo? Por un lado, el registro hasta entonces muy raro en la literatura peruana, del habla y las costumbres de las clases populares. Por otro, y quizá aún más impactante, la aparición de personajes gays, de jóvenes que se prostituyen para solaz de los poderosos, de cuerpos esbeltos deseados en las calles de Lima. Esto ya aparecía en Los inocentes, la colección de cuentos sobre adolescentes que convirtió a Reynoso en escritor de iniciación y a su libro en talismán. “Ahoritita le saco la mierda a ese viejo que simula ver la vitrina cuando en realidad me come con los ojos. Está mira que te mira que te mira. Pensará: camisa roja y pichón en cama. Simulo no verlo. Su mirada quema. Seguramente estoy sonrojado. Eso le gusta: inocencia y pecado”, escribe en el primer cuento. El que habla es Cara de ángel, uno de los personajes más célebres de la literatura peruana. Los inocentes tuvo una reedición definitiva en 2006, vía la editorial independiente Estruendomudo, dirigida por el muy joven editor Alvaro Lasso, que dice en charla con Radarlibros: “Decidí reeditarlo porque las ediciones que había no hacían justicia al libro. Aunque todos sabíamos que era un clásico, las ediciones tenían problemas de erratas y diseños poco llamativos que no correspondían a la agresiva belleza del texto. Entonces decidí que era necesario preparar una edición bien cuidada, y ya que estaba en ello, con material adicional. Oswaldo aceptó gustoso nuestra propuesta, y fue tan generoso que nos abrió su cajón de los recuerdos cuando le hablamos del material extra, por eso contamos con tantas fotos personales y de juventud”.
Por su parte, Guillermo Giacosa, desde Perú 21 agrega: "Buenos Aires, celebra, en un magnífico artículo, la publicación de la primera novela de Oswaldo Reynoso en Argentina. Afirma en la nota que Reynoso “es el secreto mejor guardado de la literatura peruana”. La novela En octubre no hay milagros que leí con asombrado placer hace algunos años, recibe, en otro país latinoamericano, el reconocimiento que su calidad literaria y sociológica merece. En octubre no hay milagros fue una de esas grandes novelas urbanas que coincidieron con el proceso de redefinición simbólica de una nueva ciudad. Mario Vargas Llosa dijo, a pesar de la distancia ideológica que los separa, que la descripción de la sociedad que este hace, aunque se pueda discrepar en el diagnóstico, es contundente. “La novela de Reynoso no es pornografía ni es obscena” (Expreso, 1966). “Es un libro de una crudeza fría y áspera, como la realidad que la inspira, y tiene los altos méritos –raros, entre nosotros– de la insolencia y de la ambición.
Congratulaciones, Oswaldo.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Vuelve Kundera con "El encuentro"

En mi caso, el libro insignia de Milan Kundera fue la novela La insoportable levedad del ser. En aquel tiempo, compartí la lectura con mi apreciado amigo Pedro Castillejo. Hubo largas conversaciones en donde nos enfrascamos, obsesivamente, en el desciframiento de sus claves y el planteamiento de sus enunciados. Bueno, la noticia es que Milan Kundera, el escritor, el pensador, el rebelde, el héroe. Luego el Milan Kundera delator y cómplice de la dictadura comunista, ahora regresa del ostracismo con una nueva publicación, "El encuentro". La nota aparecida en la Revista Abc dice:

Tras cuatro años de silencio, el escritor checo, afincado en París, Milan Kundera vuelve al panorama editorial con un ensayo en el que reflexiona sobre sus creadores favoritos y sobre los temas que están soterrados en sus novelas: el exilio, la literatura, la pintura, la música, la muerte, la memoria o la guerra.

"Un encuentro" es el título del libro que, editado por Tusquets, aparecerá esta semana en las librerías. Y, en él, habla sin pelos en la lengua y sin acomodarse a conceptos políticamente correctos sobre sus creadores preferidos, situándolos en el marco que él cree correspondiente.

Milán Kundera (Brno, 1929), que vive en Francia desde los años 70, cuando se exilió, acaba de cumplir 80 años y sigue siendo totalmente reacio a dar entrevistas. Con una vida en París marcada por el deseo de anonimato, el escritor se vio envuelto en la polémica a finales del pasado año, cuando un semanario checo le acusó de haber traicionado y delatado en 1950 a un joven anticomunista y de haberle entregarlo a la policía del régimen. El autor de "El libro de los amores ridículos" negó la acusación y exigió una rectificación a la publicación.

Dejo un fragmento de El libro entre la risa y el olvido

"La borró de la fotografía de su vida no porque no la hubiese amado, sino, precisamente, porque la quiso. La borró junto con el amor que sintió por ella. La gente grita que quiere crear un futuro mejor, pero eso no es verdad, el futuro es un vacío indiferente que no le interesa a nadie, mientras que el pasado está lleno de vida y su rostro nos excita, nos irrita, nos ofende y por eso queremos destruirlo o retocarlo. Los hombres quieren ser dueños del futuro sólo para poder cambiar el pasado. Luchan por entrar al laboratorio en el que se retocan las fotografías y se rescriben las biografías y la historia. "

lunes, 11 de mayo de 2009

NOTAS DE LA CIUDAD


LLAMADA DESCONOCIDA

Las primeras veces que recibí esas llamadas telefónicas que se cortaban apenas decía aló, las asumí como tenía que ser, es decir, con la mayor tolerancia. Después de todo, en medio de tanto tráfico telefónico podía suceder que a alguien se le pasara “el dedo” y, por apretar tan solo un dígito diferente, ya estaba llamando a un homínido equivocado, y, claro, como no había tiempo ni cortesía, aquel o aquella simplemente me cortaba la llamada dejándome con el versito del aló, alo por unos segundos.
Ahora bien, que no apareciera el número de quien hacía la llamada, sino la palabrita “desconocido” también fue eficientemente explicado por una amiga que me hizo recordar que, cuando las llamadas se hacían desde un locutorio o cabina pública, se procedía a esconder el número para evitar la devolución de las llamadas al locutorio. Podía ser, es más tenía que ser así. Aunque también estaban los que yo llamo extraterrestres, que son quienes esconden su número porque se consideran demasiado importantes y constantemente acosados por sus admiradoras. De todo hay en este mundo ancho y ajeno.
No obstante, esa casualidad podía suceder alguna que otra vez por semana, digo en la peor de las casualidades; mas, en mi caso, las llamadas equivocadas se fueron repitiendo cada día y con una secuencia de dos y hasta tres por jornada. El teléfono vibraba, aparecía la palabra desconocido, yo apretaba el botoncito verde para recibir la llamada, decía aló, y listo, conexión cortada.
Entonces pasé a la segunda y más humana fase, aquella en la que se comienza a hacer una lista de posibles sospechosos. Katherine me iba dando nombres de conocidos y me mencionaba también los circuitos que frecuentaba para que yo cogiera al vuelo algunos sospechosos. Claro, ingenuo yo, no me daba cuenta que, de paso, ella iba haciendo también su propia lista de sospechosas con las que yo podía estar enredándome como para que me hagan llamadas de ese tipo. Pero cómo darme cuenta de la segunda caída si las mujeres, en general, suelen tender sus trampas con habilidades de hechicera.

Por varias semanas creí, quise creer, necesitaba creer, secretamente, que las llamadas desconocidas eran de Margarita. Aun cuando todo ya estaba terminado entre los dos desde hacía tiempo, y de que ella había escogido su camino e ignorado los últimos puentes que le había tendido. No sé, ella a veces tenía sus arrebatos de amor y de locura. Sin embargo, poco a poco, entre llamada y llamada desconocida, y el aló, aló rutinario, fui entendiendo que no era ella. Lo cierto es que la última vez que vi a Margarita estaba tan repleta de ella misma que, por mucho tiempo, iba a ser totalmente incapaz de hazañas románticas como la de llamar y colgar por amor.
Paulatinamente, las llamadas fueron organizándose a dos por día, una por la mañana y otra por la noche, raramente por la tarde. Yo sacaba el teléfono y contestaba con la tranquilidad de quien se sabe de memoria la rutina. Semanas después, Katherine terminó por hacerme una escena y reñimos porque ella me pedía que le diera el teléfono para que contestara, y yo no quería. Qué sé yo. Me estaba acostumbrando a esas llamadas. No digo que Katherine se haya marchado por culpa de esas llamadas. Seguro que ya había demasiados motivos previos y que yo me había ganado su abandono a punta de desplantes y distracciones. Katherine sencillamente me dejó. Por supuesto que me hizo una última llamada desde su teléfono móvil y su número apareció en la pantallita de mi celular: nítido. Me llamó para decirme que ella era lo suficientemente madura para decir adiós sin apelar a números escondidos. De paso, me espetó que yo fuese tan inmaduro o demente como la persona esa de las llamadas escondidas. Se acabó y punto. Katherine se apartó de mi vida y yo me quedé, otra vez, navegando a solas.

Tal vez sea cierto lo que dicen algunos de mis amigos, que la soledad se manifiesta en varios niveles y que alguno de estos subyacen en el alma, y que la soledad de este tipo es más difícil de detectar, pero que es la más devastadora. Podría ser, pero uno no puede darse cuenta de situaciones tan abstractas porque no se tiene ángulo ni distancia para entenderla como tal. Esa es cosa de los terapeutas o similares y, en verdad, muchos de nosotros, homínidos ocupados y tercos, nunca tendremos tiempo para el diván.
Ya no me importa realmente saber quién está detrás de las llamadas. Hace unos minutos volvió a vibrar el celular y confieso que estaba extrañándola. Por supuesto que se cortó a los dos segundos de haber dicho aló. ¿Quién puede tener tanta persistencia? Más tarde saldré a tomar una copa con un amigo que ha llegado desde muy lejos y quizás vayamos a visitar a otros amigos. Será una buena noche. Las noches de Lima cada vez están mejor. Ahora bien, en algún momento tendré que volver a casa y ya será muy tarde para escribir o para leer un libro. Habrá que tomar un lexotán para dormir un poco porque al día siguiente hay que hacer mucho y de todo, no hay que quedarse quieto. Seguro que antes de las diez de la mañana vibrará el teléfono con el número desconocido. Yo, lo reconozco, contestaré con la exultación demencial propia de un hombre que ya está tan acostumbrado a esas llamadas que, si faltara, digo se dejara de llamar, no sabría qué hacer con los largos días.
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José Emilio Pacheco, ganador del Premio Reina Sofía

Si hubiera que mencionar nombres representativos de la poesía contemporánea por países, por México se tendría que mencionar, inevitablemente, a Octavio Paz, Eduardo Lizalde, Rubén Bonifaz Nuño, David Huerta y, entre otros grandes, por supuesto a José Emilio Pacheco, flamante ganador del XVII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.

En una entrevista dada a la Revista Abc , el poeta declaró que “la poesía que busco / es como un diario / en donde no hay proyecto ni medida”. Y en otro momento dijo: "Nunca me veo como lector de mi propio trabajo, creo que tendería a congelar mi trabajo, a perder mi libertad. Uno escribe lo que se le ocurre y unas veces sale bien y otras, la mayoría, sale muy mal. Admiro mucho a la gente que puede hablar con aplomo de su obra y de sus propósitos, yo no lo sé hacer, prefiero escribir y que el lector juzgue y dicte sin que yo le imponga interpretaciones”.

Ahora bien, sí deja claro que las musas no son suficentes para hacer poesía: "Desde luego, creo que hay que sentarse a trabajar. Yo no creo en la inspiración, pero existir, existe".

Jose Emilio Pacheco, poeta, prosista, eximio traductor, docente universitario, investigador, merecedor de galardones como el Premio Nacional de Poesía, Premio Nacional de Periodismo Literario, Premio Xavier Villaurrutia, Premio José Asunción Silva en 1996, el Premio Octavio Paz en el año 2003, el Premio Federico García Lorca 2005, el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en 2004. José Emilio Pacheco dijo en otro momento, que aunque cree firmemente que no pertenece al mundo de los blogs y a los vastos dominios (con más o menos aurora) de internet sí ve en ellos “magníficos medios e instrumentos que la poesía llegue a más gente”.

El Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana lo confirma como una la voces poéticas más importantes de este tiempo. Sin olvidar que nuestra querida Blanca Varela también fue galardonada con este premio poco antes de su fallecimiento, les dejo un poema José Emilio Pacheco que encuentro en internet

A QUIEN PUEDA INTERESAR

Que otros hagan aún
el gran poema
los libros unitarios
las rotunda
sobras que sean espejo
de armonía
A mí sólo me importa
el testimonio
del momento que pasa
las palabras
que dicta en su fluir
el tiempo en vuelo
La poesía que busco
es como un diario
en donde no hay proyecto ni medida

domingo, 10 de mayo de 2009

Cuba: restricciones para navegar en internet




Es domingo, y mañana comienza la semana con demasiadas tareas pendientes. Simplemente buscaba navegar un poco por internet para ponerme al día sobre alguna que otra cosa cultural que haya sucedido en el Perú y en el mundo. Una mirada a ojo de buen cubero por algunas páginas y blogs de mi preferencia. Después de ello, me iba apoltronar en el sofá, ver una película, fumar un par de cigarrillos y disfrutar de las últimas horas del fin de semana.
De pronto, me encuentro con un video en el blog de Yoani Sánchez, Generación Y, tal vez la bloguera más leída en lengua castellana. En el post más reciente nos lleva con una cámara escondida a las instalaciones del hotel Meliá para recordarnos que las restricciones a la información aún están vigentes en países como Cuba. El acceso a internet no resulta tan sencillo como llevar la lap top a un restaurante de Miraflores y engancharse al wii fii para navegar por el mundo virtual, del bueno y del malo, del correcto y del incorrecto: cosas de la libertad.
Algunos todavía tienen que vivir mil y una peripecias para acceder a las comunicaciones. En fin, es domingo y no hay mucho combustible para hacer mayor análisis del valor que tiene el derecho a la libertad de expresión.
A mis amigos les dejo el video hecho por Yoani Sánchez para que le den una mirada. Ya en la semana, con algún café de por medio, hablaremos de estas sensaciones tan encontradas que sentimos por Cuba.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Premio Rómulo Gallegos convoca a 274 novelas

Para quien haya leído por allí que la novela, como género literario, estaba perdiendo su preponderancia, adjunto una nota que encuentro en el diaro El Clarín. Resulta que hay 274 narraciones compitiendo por el Premio de Novela Internacional Rómulo Gallegos, nada más y nada menos.
Si a eso le agregamos los otros concursos de nivel internacional que integran el calendario anual, y la cantidad de novelas que se presentan a ellas. Eso sin sumar los concursos nacionales, aparte de numerosas publicaciones narrativas que lanzan las editoriales durante el año, se infiere que la actividad novelística sigue en plena producción. La novela, por lo visto, sigue en la cresta porque es una de la maneras más sinceras de anotar el desarrollo de nuestra cultura.
Lo de malo es que muchos de esos títulos se van a quedar en el fichero porque - hablando en números y cálculos - faltarían varias vidas para alcanzar a leer algún porcentaje aceptable de tantas publicaciones.

Un total de 274 obras de 21 países competirán por el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, cuyo veredicto fue pospuesto para el próximo 4 de junio, ocho días después de la fecha anunciada inicialmente, informaron hoy los organizadores. La Fundación Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg) agregó que dos obras de autores venezolanos, Miedo, pudor y deleite, de Federico Vegas (Editorial Santillana), y El acecho de Dios, de Edilio Vegas (Alfa Grupo Editorial), fueron retiradas de la competencia, sin precisar las causas. Venezuela encabeza la lista de postulaciones, con 47 obras; seguida de España, con 45; México, con 43; Colombia, con 40, y Argentina, con 36, de acuerdo a la información oficial.
Con la inscripción de 274 novelas de 21 países en esta XVI Edición del Premio Rómulo Gallegos "se superó el récord histórico de obras concursantes, que era de 247 títulos de 18 países", indicó el Celarg.
El jurado de esta XVI Edición está conformado por Humberto Mata de Venezuela, Graciela Maturo de Argentina, Miguel Barnet de Cuba, y Elena Poniatowska, ganadora de la XV edición, de México. El veredicto del concurso, en el que solo participan novelas escritas entre el 1 de enero de 2007 y el 31 de diciembre de 2008, fue pospuesto del 28 de mayo al 4 de junio próximo, señaló el Celarg, sin más precisiones. Se mantiene el 2 de agosto como la fecha de entrega de los premios del concurso bienal, consistentes en una medalla de oro y 100.000 euros (unos 135.000 dólares), además de la publicación de la obra ganadora en una edición que circulará sólo en Venezuela.
El premio fue creado en 1964 por el entonces presidente Raúl Leoni para honrar la obra de Gallegos, autor del clásico costumbrista Doña Bárbara y quien también fue jefe de Estado de este país suramericano. Entre otros galardonados con el premio están el peruano Mario Vargas Llosa, quien ganó la primera edición en 1967, el Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez y el ya fallecido escritor chileno Roberto Bolaño.




domingo, 3 de mayo de 2009

POEMA INÉDITO DE BENEDETTI

La Fundación Cultura del Sur, Agencia Española de Cooperación y Desarrollo y la Biblioteca Nacional rinden homenaje al poeta uruguayo Mario Benedetti dando conocer un poema inédito.
El presidente Zapatero, José Saramago, Joan Manuel Serrat y Sergio Ramírez contribuyeron al homenaje, celebrado el 28 de abril en la Biblioteca Nacional, con unas palabras escritas en las que dejaron constancia de su admiración hacia el poeta y la felicitación por la iniciativa a la Fundación Instituto de Cultura del Sur y a todos los colaboradores y participantes.
Además, la fundación ha publicado un crucigrama sólo de títulos de obras y poemas del poeta creado por Mambrino, y la propuesta de gran éxito de dedicar una composición al autor del Inventario bajo el título Amar a Mario.


Cuando la poesía

Cuando la poesía abre sus puertas

uno siente que el tiempo nos abraza

una verdad gratuita y novedosa

renueva nuestro manso alrededor

cuando la poesía abre sus puertas

todo cambia y cambiamos con el cambio

todos traemos desde nuestra infancia

uno o dos versos que son como un lema

y los guardamos en nuestra memoria

como una reserva que nos hace bien

cuando la poesía abre sus puertas

es como si cambiáramos de mundo.

Poema inédito de la obra en marcha de título provisional: Biografía para encontrarme
© Editorial Visor


El quechua es un idioma oculto en Lima

En el Perú de hoy, más del ochenta por ciento de habitantes habla castellano, ya sea como primera o segunda lengua. Algunos afirman que la preponderancia aún es del segundo grupo, es decir, de aquellos que aprendieron castellano mucho después de haber entendido el mundo en su lengua nativa. A propósito de ello, en este país se habla más de sesenta lenguas. Si cada lengua representa a una cultura con su particular idiosincrasia, entonces el concepto de nación - al menos en una de sus acepciones - aún es discutible en este país. Según el diccionario se entiende por nación a "un conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común".
De todas las lenguas oriundas del país, el quechua es la de mayor presencia histórica y de resistencia cultural. Se ha mantenido a trancas y barrancas. No obstante, según el artículo de Raúl Mendoza que leo en el diario La República, el quechua no es solo una lengua que apenas sobrevive en medio de esta occidentalización de siglos, sino que palpita con toda energía. Ahora bien, hay una peculiaridad que ha llamado mi atención en el artículo: el quechua se habla y se canta en Lima más de lo que algunos ingenuos suponemos, pero con total discreción, como si no quisiera llamar la atención.
Particularmente yo, después de esta lectura, me quedaré con la idea de que el quechua se viene hablando en todas partes de esta Lima gris. Lo hacen con cierta complicidad, con mucho de orgullo cultural, y a espaldas de los monolingues castellanos que vivíamos ilusamente con la creencia de que nuestro presente ahora se explicaba y entendía mejor en la lengua de Cervantes.

El quechua está escondido en Lima. No se le ve, no se le nota, no se le encuentra. Pero existe y está en todo lugar. Nuestra cuatricentenaria capital –colonial, republicana, cosmopolita, pero también migrante– es la urbe con más cantidad de quechuahablantes que cualquier otra ciudad, región o país en el mundo. Los dos últimos censos han arrojado cifras similares sobre el tema: más de medio millón de personas con las cuales caminamos por las mismas calles hablan esta lengua. La Lima del siglo XXI, colorida, abigarrada, caótica y discriminadora, es también multilingüe. Se habla español en la capital, pero también quechua, aymara y una que otra lengua menos conocida. “El quechua es la lengua mayoritaria de las lenguas minoritarias. En Lima, contra lo que se piensa por prejuicio, está en todos los estratos sociales. No solo en las zonas periféricas o pobres”, precisa Cecilia Rivera, antropóloga de la Universidad Católica que ha realizado estudios sobre el tema.
¿Qué pasa entonces que no oímos esta lengua al recorrer la ciudad? Ella lo ha explicado en la investigación “El quechua y sus hablantes”: “Si en Lima escuchamos alguito de quechua, ocurre en contextos y circunstancias muy especiales: una fiesta provincial, una conversación de migrantes en el terminal de buses, tal vez una broma en algún mercado popular o en la intimidad de algún hogar. Pero lo normal es lo contrario: escuchar solo castellano todo el tiempo”. ¿Qué pasa? La ciudad no le da ‘bola’ al quechua. Para la investigadora si uno entrevistara a diez personas adultas en Lima, descubriría que por lo menos una de ellas habla quechua. Sobre este tema, cifras recientes señalaban que en San Juan de Lurigancho, donde se asentaron comunidades enteras huyendo de la violencia terrorista, hay unos 100 mil quechuahablantes. “Es un idioma oculto en la ciudad”, dice Cecilia Rivera.
Un conocido blogger lingüista ha dicho sobre la gente que habla el ‘runasimi’: están ocultos pero, a menudo, ‘ocultados’...