martes, 31 de julio de 2007


SE ACABÓ LA FERIA DEL LIBRO


Se acabó pues la Feria Internacional del Libro de Lima 2007. No pude estar todos los días ni pude encontrarme con todos los amigos que hubiera querido y menos pude comprar todos los libros que había planeado. Para la próxima será, solo es cuestión de ahorrar un poquito por aquí y otro poco por allá. Pero la cosa mejora cada vez más. Según las cifras que ya anuncian el balance positivo de esta FIL se habla de más de 200 mil visitantes hasta el día domingo 29, día la clausura.

De todas maneras se viene la Feria del Libro de Miraflores y haber si alguien termina su libro de cuentos que ya parece cuento. De otro lado, estas primeras cifras anuncian que los libros más comprados fueron la última aventura de Harry Potter y "Radio Ciudad Perdida", de Daniel Alarcón. De la primera no hay mucho que agregar, sin piconería y sin quitarle los méritos de la novela, mucho del éxito de ventas radica en la avasalladora maquinaria marquetera que ha acompañado a la suertuda de la Rowling. Lo que si merece destacar es el buen recibimiento en ventas de la novela del peruano Daniel Alarcón. La traducción al español de la primera novela Alarcón, que reside y publica con suceso en Estados Unidos, y que se ha convertido en el segundo libro más exitoso de la feria.
"Radio Ciudad Perdida" novela sobre un programa radial que busca personas perdidas y desaparecidas en los años de violencia interna en el Perú, tema que el escritor ya abordó en su anterior libro de cuentos "Guerra a la luz de las velas".

No han sido los únicos libros de buena acogida. También es de destacar "El susurro de a mujer ballena" del escritor peruano Alonso Cueto quien con el argentino Pablo Santis "El enigma de París" llamaron la atención por ser ganador el segundo y finalista el peruano del concurso de novela Premio Iberoamericano Planeta-Casa de América de Narrativa, con una dotación de 200.000 dólares para el ganador y 50.000 dólares para Alonso Cueto. No que nos guste hablar de dinero, pero como estamos con la viada de la cifras me fui de largo.

Para matizar la cosa y que no se note tanto la camiseta peruana, también buena recepción "El conquistador", del argentino Federico Andahazi, y "La puta de Babilonia", del colombiano-mexicano, descortez y creído Fernando Vallejo, quien desairó a los organizadores de la feria al cancelar su visita en el último minuto. "Una verdad incómoda", del ex vicepresidente norteamericano Al Gore, y la edición de homenaje de "Cien años de soledad", de Gabriel García Márquez también estuvieron entre los más pedidos.



INGMAR BERGMAN DESCANSE EN PAZ

Ingmar Bergman ha muerto y todo lo que se diga serán palabras, pero ninguna logrará expresar la pena de su partida porque, simplemente, a Bergman se le entiende mejor en imágenes. En las imágenes de ese cine que él replanteó para hacerla deliberadamente lenta, mesurada de tal manera que haya el tiempo suficiente para la reflexión. Ese cine intimista del que el espectador no podía un soltarse sino muchas horas después.
El cineasta sueco considerado como uno de los directores de cine clave de la segunda mitad del siglo XX falleció ayer 30 de julio en la isla de Faro a la que se había retirado. Tenía 89 años. Que descanse en paz el hombre que alcanzó en el cine la manera artística para expresar su complejo mundo interior y de paso enredarnos en él y hacernos descubrir nuestros propios rezagos y obsesiones. Se sabe que primero experimentó en el teatro, aunque de eso poco sé. Es el cine suyo el que nos hizo conocerlo, discutirlo, apreciarlo y ahora despedirlo.
Supongo que será motivo para que los que no han visto las obras de Bergman se acerquen a su trabajo, y los que ya estuvimos perdiendo la memoria aprovechemos para reencontrarnos con sus películas. Aprovechar para recordar la osadía de este director que podía marcar a los actores hasta llevarlos a la elaboración de personajes cuya clave se delataba en apenas una mirada. Amen de limpieza de las imágenes que tranquilamente luego se denominaría la estética visual bergmaniana.
Es recurrente el hecho de que en la mayor parte de la filmografía del realizador sueco, sus personajes son atravesados por los mismos caminos en que se internan. Se trata de trayectorias que los reconducen hacia sí mismos, hacia su propia alma, hacia su propia conciencia. Son recorridos íntimos, enigmáticos, que muchas veces se apoderan del espectador transportándolo a una experiencia estrictamente personal e inquietante, en la medida en que los personajes bergmanianos realizan aquella trayectoria sobrecargada por un denso dramatismo, aquél que implica desnudar el alma humana en forma genérica.
Aquella trayectoria termina en algunos casos en la locura o en la muerte, en otros en un estado de gracia, un momento metafísico que permite a sus personajes comprender más de su realidad, una revelación que los iluminará y modificará el curso de sus vidas. En algunos casos les servirá para exorcizar, conjurar y dominar los fantasmas que perturban el alma del personaje
. (Wikepedia)

Aquí solo algunas de sus películas Tormentos 1945, Llueve sobre nuestro amor 1946, Mujer sin rostro 1947, Divorcio 1950, Una lección de amor 1954 , Fresa salvaje 1957 , El ojo del diablo 1960, La carcoma 1971, Secretos de Matrimonio 1974, Fanny y Alexander 1982, Zarabanda en 2003
A propósito, y como esas cosas propias de la ficción, la investigadora de cine Carla Levi había programado la pelicula de Bergman Fresas Salvajes como parte del ciclo de estudio sobre cine en las instalaciones de Petroperú. Una llamada suya entre confusa y triste fue la que me dio la noticia sobre la muerte del Director. Fue como en el cine de Bergman, apenas una imagen sencilla que decía muchas cosas sobre la pena de despedirse de un genio y luego fin.

Escenas de Fresas Salvajes, una de las tantas películas del maestro que, de paso, se presentará en el ciclo de cine que organiza Petroperú con los comentarios de Carla Levy.



Alguien ronda por aquí usando mi nombre para decir bobadas

A PROPÓSITO DE
LAS "NOTAS DE LA CIUDAD"


Desde hace algún tiempo coloco entre comentario, noticia o crítica unas historias que denomino "Notas de la Ciudad". Este tipo de trabajo lo comencé hace mucho tiempo cuando el director de un desaparecido periódico me señaló la tarea de salir a la calle y traer una historia que tuviera como característica una anécdota original de esas que pueden suceder en cualquier momento en alguna esquina de esta inesperada ciudad. Luego tenía que dramatizarla como si fuera un relato, pero en un estilo sumamente directo sin tantos afanes literarios. La propuesta no era original en la composición de los diarios de Lima. Aunque en este caso, el director me contó que la había asimilado de una columna que aparecía por aquellos años en un periódico de Buenos Aires en donde - se supone - el redactor tenía cerca una ventana desde donde se podía ver una gran parte de la ciudad y, desde allí, fabulaba historias comunes de los traseúntes. Para mí la cosa no iba a ser con ventana sino con caminata por las calles y con la orden tajante de que no me atreviera a volver sin historia.

El ejercicio resultó aleccionador para mí. De ser un trabajo que yo hacía por un pequeño sueldo y por el afán de laborar para un periódico, se fue convirtiendo en una rutina que me permitía descubrir lo que a veces no se percibe. Cada quien va por allí abrumado con sus problemas y con tan pocas ganas de fijarse en los demás. Cuando se cerró el periódico, yo ya había absorbido la lección y se me había quedado el hábito de estar atento a las cosas de la calle.

Ahora bien hago toda esta introducción para aclarar, a quienes me preguntan sobre la veracidad de las historias, que simplemente son historias y punto. Narraciones en donde el gran reto es la verosimilitud (que es una ley narrativa primaria), pero que no es buena costumbre buscarles un referente fiel con la realidad. Es una afirmación harto conocida que la literatura es la verdad de las mentiras o las mentiras con aires de verdad. Y nada más. Un relato se disfruta, un relato te confunde momentáneamente, te arrastra por los confines de su dimensión, pero allí acaba todo. Este párrafo va para quienes me han enviado correos o comentarios al post anterior confundiendo la realidad con la ficción.

Este otro va para el "pendejerete" que ha usado - no sé si intencionalmente - mi nombre para soltar un pueril e insufrible comentario con relación a una pregunta inocentona de una lectora. Que cada quien diga lo que piensa va bien, pero sin usar nombres ajenos.

Por lo demás, gracias por leer mis post y mis historias. Estas cosas de la globalización y la tecnología tienen su lado positivo, al menos en esto de acercarse literariamente más con quienes gustan leer o fabular historias.

jueves, 26 de julio de 2007

NOTAS DE LA CIUDAD


Vistos así, tomados del brazo, con alguno que otro beso – casi como un piquito - de amor en el camino, nada habría de singular en ellos, más allá de la belleza hindú de la mujer y de las maneras de enamorados exacerbados.

LA EDAD DE LA INOCENCIA



Mengano definitivamente tenía por lo menos cincuenta años. Aunque se notaba que había llegado a esa edad con el suficiente cuidado como para no parecer apabullado por la certeza cercana de la vejez. Vestido de tal manera que parecía sobrio, pero sin perder el toque de elegancia informal: sacón de paño azul, camisa blanca sin cuello de corbata y una bufanda de seda llevada como quien no quiera la cosa. Junto a él, estaba la bella mujer: cabellera oscura, lacia y coquetamente corta; los ojos inmensos y oscuros, el rostro delicado y bello. Bajita, quebradiza, seductora. Un fino piersing, casi como una gota lluvia color plateado, brillaba en un costado de su fina nariz. Ambos caminaban por la vereda central de la avenida Pardo, esa que está flanqueada por árboles añosos y en cuyas veredas se han colocado bancas vigiladas por faroles de luz amarilla, como para que los enamorados puedan hablar de sus cosas. Todo mientras los automóviles hacia ambos lados iban de ida y vuelta entre bocinazos. Vistos así, tomados del brazo, con alguno que otro beso – casi como un piquito - de amor en el camino, nada habría de singular en ellos, más allá de la belleza hindú de la mujer y de las maneras de enamorados exacerbados.
Nada más, salvo el detalle de los años. La bella mujer no parecía tener más edad que la de una adolescente y por eso era que las miradas de quienes se cruzaban con ellos eran descaradamente entrometidas. Algunos solo miraban sobreparándose levemente; pero otros giraban el rostro cuando ya los habían pasado para después sonreír e intercambiar con sus acompañantes algunas frases, aparentemente burlonas. Incluso, desde las veredas laterales, llegaba de tanto en tanto una frase burlona o por lo menos un silbido.


Ellos parecían haber sobrepasado el nivel de las miradas y las burlas porque seguían caminando absortos en sus cosas, aquilatando la caminata a esa hora del crepúsculo: esa hora precisa cuando las luces de neón ya despertaban en las fachadas de los edificios comerciales y el cielo se iba oscureciendo paulatina y agradablemente. Por supuesto que el viento agitaba las copas de los árboles como en cualquier escenografía romántica.

Sin embargo, al parecer, no estuvieron preparados para la aparición de aquella mujer, de edad madura que los detuvo en seco para reclamarles con la autoridad que al parecer le daba el rango de tía de la bella adolescente. Al menos, eso sí que se entendió del primer intercambio de gritos, por un lado, y de voces conciliatorias, por el otro, que crepitaron en el primer round. Mengano retiró la mano de los hombros de la bella, en tanto, la bella miraba pálida y sorprendida a la mujer que los habían intervenido. “Esto se termina ahora”, repitió varias veces la tía como para que no quede ninguna duda en nadie “No podía ser, no podía ser”. El hombre no atinaba a decir cosa alguna. Solo la bella que hablaba algo del amor lograba intercalar alguna frase en medio de la catarata de prohibiciones con la que los ahogaba la tía. Para ese momento, algunos curiosos ya habíamos perdido la cautela y las buenas costumbres de no escuchar problemas ajenos y simplemente espectábamos el asunto con toda la frescura posible. Logramos entender que la bella tenía padres vivos y parientes estratégicamente distribuidos por Miraflores. Supimos que el hombre había conocido a la bella en algunas clases de teatro (o sea que actorcito el tío, pensamos muchos, bohemio y pendejito, consumidor de viagra y roba cunas). Entendimos que la bella tenía el DNI recién hacía algunos días y que incluso el padre era algo más joven que aquel hombre que ahora parecía abochornado. “Esto se acaba ahora o lo arreglamos en lo judicial” arengó finalmente la tía con un aire de amenaza contundente en sus palabras, con la seguridad de quien se conoce de tú a tú con alguien poderoso. Una lluvia – menuda y ridícula, como siempre – comenzó a caer y cosquillaba en los rostros pues el viento seguía corriendo imperturbable.

Cuando ya todo parecía dicho y la tía estiraba el brazo para coger la delicada mano de la bella, en una escena a la que solo le faltaba un fondo de película india, (porque eso sí, a la bella solo le faltaba un poco de escenografía para enmarcar su hermosura oriental) algo iba a cambiar el rumbo de esa historia. Repentinamente, la joven lanzó la noticia que nos paralizó a todos, que ya éramos partícipes de aquel guión de telenovela. La noticia que no solo dejó petrificada a la tía, sino que mejor aun, desacomodó casi hasta el desmayo al hombre que hasta allí no había dicho esta boca es mía. Porque, ciertamente, que alguien te avise, así, de repentino, que estaba embarazada y que lo iba a tener y que nada ya los iba separar, te deja como mínimo, estupefacto.
Todos nos miramos con la misma sorpresa: anonadados. La tía bajó la mano. La bella cogió el brazo del hombre y lo colocó sobre sus hombros. La bufanda del enamorado ahora no lucía con prestancia, sino algo confusa. Seguramente la historia iba a tener más capítulos en donde ya no íbamos a estar.
Por ahora, la cosa terminaba con la bella alejándose con su veterano amor; la tía retirándose aturdida por el impacto; con nosotros abriéndonos a nuestros caminos con una sonrisa socarrona. Lo cierto que cuando vimos a la pareja regresar sobre sus pasos por la ya casi oscura alameda de la av. Pardo, el hombre parecía casi un anciano de pasos cansados.

martes, 24 de julio de 2007



PARÍS EN LA VIDA DE LOS ESCRITORES

Cuando la literatura pasó de ser una curiosidad en la pubertad a una forma de intensa de querer vivir, París apareció por primera vez en mis fantasías literarias. Arrastrado por ese afán de querer saberlo todo acerca de los escritores que había leído, iba comprobando, una y otra vez, que todo aquel que quería hacer literatura en serio tenía que vivir por una temporada muy larga en París. Es más, había que tener una vida difícil, pasar hambre, vivir heroicamente en alguna húmeda buardilla parisina y escribir entre copa y copa. En aquel tiempo, pensé que ésa era la única manera de pensar en literatura en serio. Sin embargo, el tiempo se va encargando de reacomodar nuestros proyectos y la realidad también nos va reacomodando, a veces a patadas, pero al final como que entiendes que igual vas a seguir escribiendo.

Me pregunto a menudo si París sigue siendo una fiesta, - dice el escritor Jorge Edward en medio de varias confesiones de escritores en El Dominical de El Comercio - como lo fue para Ernest Hemingway después de la Primera Guerra Mundial, como lo fue, quizás por aquellos mismos años, para Pilar Yañez, Vicentre Huidobro... Había noches de fiestas, de electricidad atmosférica, de conversación reveladora, en la Coupole de aquellos años... en Dóme, en Old Navy... Había fiestas en los suburbios, en carpas improvisadas, en talleres rodeaban la ciudad.

Después hubo un tiempo en que apareció España como el lugar adonde había que emigrar porque el Perú de fines de los 80 ya nos ahogaba en su dolor y ya nos castraba la imaginación pues la alucinación de la muerte y el temor eran más intensos. Y allá partieron algunos amigos, uno de los más entrañables partió en un amanecer de esos húmedos y tristes de Lima. Yo me quedé con la promesa de no dejarme doblegar por la rutina de la sobrevivencia, pero fueron palabras que se quedaron adormiladas en alguna hoja amarillenta. Luego llegó el Perú de los noventa que se zarandeaba dramáticamente entre la violencia y la ceguera moral. Pero París seguía siendo la foto que uno tenía enmarcada en la memoria porque de allá llegaban, vez que podía, alguno que otro escritor con aquello de que París era mucho París a pesar de que no siempre era todo lo que habían esperado.

Conservo de París - dice García Márquez - una imagen fugaz que compensa todas mis hambres viejas, y toda las groserías y mezquindades de los franceses. Había sido una noche muy larga, pues no tuve dónde dormir, y me la pasé cabeceando en los escaños, calentándome en el vapor providencial de las parrillas del metro, eludiendo los policías que me cargaban a golpes porque me confundían con un argelino. De pronto, al amanecer, tuve la impresión de que todo rastro de vida había terminado, se acabó el olor de coliflores hervidas, el Sena se detuvo, y yo era el único ser viviente entre la nebla luminosa de un martes de otoño en una ciudad desocupada

Luego París reapareció en mi vida en las palabras de amor de una novia que soñaba con Francia, que despertaba en París, que hacía el amor en Burdeos y que había encubierto su insípida vida con la ilusión de un vida mejor en París o en cualquier otro sitio que no sea esta Lima que la había maltratado tanto. Le prometí que la llevaría a la misma Torre Eiffel, y por poco empeño el alma y algo más; pero ya lo dijo por allí algún sabio popular, en ritmo de salsa latina: todo tiene su final y nada dura para siempre. Pero allí estaba, la Ciudad Luz, a la que un día quise llegar por solo unas horas para sólo caminar, por un ratito, por los campos Elíseos. Y es que andaba tan ebrio en Madrid que le propuse esa aventura a un apreciado amigo, quien en lugar de ayudarme a tomar el tren para París, me dio un par de copas más para domir en Madrid. Pero de París siempre habrá algo que contar.

Ese mes hice en París una vida que no tendría nada que ver con la que llevaría los casi siete años que pasé luego en Francia, en los que estuve casi siempre confinado en el mundo de la rive gauche... Años después, ya viviendo en Francia, tuve una noche una larga conversación sobre París con Julio Cortázar, que amaba también esa ciudad, y que declaró alguna vez que la había elegido "porque no ser nadie en una ciudad que lo era todo era mil veces preferible a lo contrario"... El también sentía que París había dado a su vida algo profundo e impagable, una percepción de lo mejor de la experiencia humana, cierto sentido tangible de belleza.

No tengo una clara idea de qué sucederá en el tiempo que aún me queda. Más allá de los planes con los que uno organiza su vida. Generalmente se cumplen, aun a pesar de la circunstancia, mal fraseando a Ortega y Gasset, claro. Y aunque París ya no es necesariamente el paraíso que idealizaron los que no estuvieron en ese tiempo, Bogart me ayuda a terminar con esa frase inovidable en Casablanca: "Después de todo, siempre está París".



AHORA SE VIENE
EL CINE

En verdad, que tenemos problemas de todo tipo y , para variar, pareciera que nuestro país siempre está al borde de una crisis y es blanco constante de una lista inagotable de críticas, así como deudor de una serie de cosas que se tendría que hacer inmediatamente para de una vez "despegar".
Sin embargo, algo es algo, y las actividades culturales se van sucediendo una tras otra. Desde las pequeñas muestras de teatro, a la casi rutinaria presentación de libros buenos, regulares o malos (eso ya es cuestión posterior), pasando por encuentros musicales de distinto género y que demuestran un proceso de aprendizaje y corrección artística constante.
Escribo esto porque después del Feria Internacional del Libro de Lima - que ha convocado a buena cantidad de escritores y editoriales de suficiente presencia en el circuito mundial - ahora está en la puertas, esperando el mes de agosto, el 11 Encuentro Latinoamericano de Cine de Lima que también promete varios días de agradable reencuentro con el sugestivo mundo del cine y, mejor aun, con la propuestas del cine latino, más invitados.
Este acontecimiento de cada agosto limeño - dice en el diario del festival Vertigo - ,ha ido en crecimiento contínuo y ya es una referencia en la agenda cultural internacional y es justo que, partir de la presente edición, lleve el nombre con el que se le conoce en mundo del cine EL FESTIVAL DE LIMA, 11 Encuentro Latinoamericano de Cine, que llega esta vez con una extraordinaria programación que incluye más de cien largometrajes, en su mayoría de estreno absoluto en nuestro medio; tres secciones oficiales de competencia que suman 52 filmes; cuatro celebridades homenajeadas y dos homenajes póstumos; muestras de paralelas y más de medio centenar de invitados de primera. En simultáneo habrá seminarios, presentaciones de libros y revistas exposiciones y charlas magistrales. Y por primera vez se realizará un Concurso de Cortometrajes Nacionales a cargo de la Filmoteca de PUCP.
La movida no sólo va a ser en el Centro Cultural de la Católica sino en una lista de cines del circuito comercial. Claro que la cosa - aunque no toda actividad - va a costar lo que cuesta una entrada de cine y va a ser frustrante no poder todas las que uno quisiera, pero al menos se intentará ver alguna. Si alguien requiere mayor información, e imagino que sí, vaya a www.festivaldelima.com
Por mi parte, el cine es tiene siempre ese encanto de encerrarte en un espacio desde donde la ficción parece ser tan posible como con las palabras. Nos vemos en el Festival.

lunes, 23 de julio de 2007


RADIO CIUDAD PERDIDA
Nueva novela de Daniel Alarcón se presentó en la FIL 2007



Daniel Alarcón es uno de los narradores peruanos jóvenes que ha logrado ganarse un merecido espacio entre los lectores norteamericanos en lengua inglesa. No es poca cosa. Daniel llegó a Estados Unidos ya adolescente y luego de alcanzar un dominio adecuado de esa lengua, más una exploración de sus intensas experiencias vividas en una Lima agravada por la violencia terrorista (a parte de la suma de males que parecían ser la constante de nuestro país), este escritor ha logrado delinear una propuesta narrativa renovadora que ha interesado a un público que lee en una lengua diferente y que vive realidad diferente.
Él está en Lima por estos días y presentó en la Feria Internacional de Libro su reciente novela Radio Ciudad Perdida, obra que recrea los años de violencia terrorista que vivió el país durante los ochenta.
En una entrevista, que recojó de El Comercio, Alarcón se refiere al proceso de creación de la novela y cómo el tema de la violencia tocó a su familia, a pesar de haber emigrado a los EE.UU.
Nosotros nos fuimos en el año 80 - dice Alarcón - cuando el Perú pasaba por un momento optimista: empezaba el segundo gobierno de Belaunde, se vivía un regreso a la democracia. Sinceramente, no creo que los peruanos podían imaginar lo que vino después. Pero en los viajes que hacíamos anualmente para visitar a la familia ya podíamos ver que la situación se ponía cada vez más cruda. Yo incluso llegué a estudiar aquí, en un colegio, jugando fútbol en mi uniforme gris.
Para Daniel Alarcón, el impacto de esos cambios fueron modelando su modo de entender a Lima
Bueno, me encantaba estar aquí. Además, cuando uno tiene 8, 9 o 10 años, en verdad no entiende nada. Si había un apagón, era puro chongo para mí. Era como ir de vacaciones de verano, como salir de campamento. Yo era muy joven y no tenía las herramientas necesarias para entender lo que pasaba. Pasaron varios años para que pudiera recapacitar pensar y analizar lo que viví, lo que sucedió acá. Pero eso ya fue producto de estudio y de análisis.
Con relación a la violencia que ya alcanzó a ver en las visitas que hacía a Perú,dice: Lo que pasa es que en 1989 la guerra tocó personalmente a mi familia. Entonces, tratar de entender qué era lo que había sucedido se convirtió en una obsesión familiar. No pudimos ignorar más lo que estaba sucediendo en el país. Al final, me tocó a mí ser el encargado de investigar. Me ayudó mucho ser extranjero, porque todos asumen que tú no sabes nada y te cuentan cosas que no le contarían a un peruano, y no hay roche en formular la pregunta obvia.

NOTA POÉTICA



ALGO DE POESÍA


Quien escribe en este blog es, básicamente, un narrador. Como todo todo arte la narración tiene sus propios problemas, y, como todo trabajo que usa la palabra como instrumento, la narración tiene sus retos con relación a la palabra misma. Para un narrador, la palabra es un instrumento con el que materializa sus fantasías, un medio con el que puede exorcizar temores o dar vida a ilusiones. ¿Y esto a cuento de qué viene? Que la poesía es un asunto diferente en donde - creo - la esencia de la palabra es el centro mismo de la búsqueda de un poeta.
¿Y todo esto, a propósito de qué va? Que me ha llegado, a través de la vía virtual, un bloque de poemas de Moshenga Cabanillas Pérez a quien recién conozco virtualmente. He leído sus poemas con curioisidad primero, y luego con cauto deleite. No voy a atreverme a dar un veredicto porque no creo que esa sea la manera de apreciar un poema. El asunto es que cada quien se enfrente a él y busque, en principio, su propia sensación. Lo que voy a hacer es compartir con ustedes un poema del bloque que me llegó. De paso un saludo para este poeta que tuvo a bien enviarme sus poemas y de paso anotar su blog haciendo click aquí porque, después de todo, la blogósfera tiene para los escritores esa intención, la de conocernos.
Sin Palabras
He reposado el sollozo de mí recién nacida en mis brazos
Hice de su sueño indefenso mi calor
A tu olvido arrancando soledades,
Deteniendo la absurda imagén del ayer.
La noche intranquila mece la cuna
Yo me acomodo al lado de ellaPara brindarle mi calor
Y hago de tu sonrisa
Una promesa de ensueño
Como antes amorDándole un beso en la frentePara que algún día escuche tu voz
Ella,...
Nuestra niña
En su idioma
Consulta extrañando
Con su mirada irradiante a través del cristal
Busca tu silbo colosal a medio día, a media noche
Te busca por las calles que nos quieren devorar
Pero su vista no alcanza tocar tu sombra gigantescaHe contado las horas y también las penas
Los escasos segundos de tu ausencia
Ella aprieta mi cuello e inclinándose con sus vértebras pequeñas
Voltea a mi oído susurrándome un lamento
Espera la noche siguiente
Para que tal vez llegues pronto, sobrio, amoroso y tierno
Y apretar con sus dedos diminutos tu corazón
Y así devolverte pronto el amor.
Yo y ella, hemos llorado tantoHemos llorado juntos
Ella consolándome por tu adiós
Yo protegiéndole hasta que vea tus ojos de sol.
Ella desea volar en tus brazos
Elevarse encima de tu frente
Danzando en el aire perfumado
Y ser tu ángel que te guarda.
Vuelve prontoCruzando cerros
Cruzando mares
Vuelve pronto
Sin mirar atrás
Porque aquí te queremos...
Te Amamos los dos.

viernes, 20 de julio de 2007



SIGUE EL CARGAMONTON
EL PECADO DE ALFREDO BRYCE

¿Cuánto de resentimiento había en contra de Alfredo Bryce Echenique? ¿Era tan pérfido, desleal, sobrado, "envarado" que fue acumulando un sentimiento de venganza intenso en los afectados? Digo, sólo así se puede entender que se siga machacando el asunto de sus plagios y que incluso se haya encargado una labor de investigación minuciosa para recomprobar lo que ya está probado y lo que nadie niega: Alfredo Bryce pecó y eso ya quedó claro, clarísimo. Si de castigo se trata, creo que ya quedó - también clarísimo - que no habrá periódico o revista que le permita tribuna de comentarista. Si el asunto va por la sanción histórica, no hay problema, la página que más llama la atención de quienes buscan la biografía de los escritores es la de los chismes y los escándalos. Por lo menos, la última muestra de esta carnicería aparece en el diario Perú 21. Sería, si no fallan las cuentas, la acusación numero 28
Ahora bien, el cargamontón ahora como que se desplaza a la desacareditación de Alfredo Bryce narrador (y en esto sí que hay ojeriza o amarillismo periodístico o las dos cosas) de tal manera que se desliza la idea de que quien plagia, pierde categoría moral para ser considerado buen escritor de novelas y cuentos.
Pase mágico con varita mezquina que espera que de tanto agitarla sobre el sombrero termine convenciendo al mundo de que Alfredo Bryce era una estafa desde la "a" hasta la "z".
Todo aquel que haya leído sus obras entenderá que su planteamiento ficcional - con todas las discrepancias y reiteraciones que se le pueda encontrar - tiene un espacio definitivo y bien ganado en el desarrollo de la narrativa contemporánea.
Gustavo Faverón en su blog puente aéreo expresa, como muchos, su preocupación por el asunto y hasta su franco hartazgo, como la mayoría... Fernando Vivas - escribe - ha lanzado la bombita apestosa de la acusación de plagio número 28 contra Alfredo Bryce y, apurado por Dios sabe qué prisa, lo ha hecho antes de confirmar la precisión del dato que él llama "dato preciso..."
Mientras que Ivan Thays, desde su Notas Moleskine - por mencionar a dos escritores y criticos de inagotable movimiento en la blogósfera -escribe: "...Lapidar a Bryce, acusarlo de inmoral o exigir violentamente que pida disculpas, sólo puede tener un efecto benéfico para quienes creen que sus libros mediocres serán menos mediocres, que sus inmoralidades serán menos inmorales y que sus críticas contra Alfredo (guiadas por la envidia que provoca su éxito) estarán justificadas y serán menos envidiosas. No es así. Lo que nos molesta de un plagio es el recurso fácil de apropiarse del talento de otro para ocultar la carencia del propio. ¿Eso ocurre en este caso? ¿Necesitaba Bryce plagiar un artículo, como un alumno necesita copiar un examen para aprobarlo o un universitario compra una monografía para estafar a su profesor en un tema que no conoce?..."
Una cosa es poner luz sobre una lamentable verdad, denunciar un error imperdonable, y otra, dejar en evidencia una bronca que desata la pasiones más subalternas.


Y NO VINO VALLEJO


Que porque hubo un atraso en el vuelo que lo iba a traer a Lima y además porque, probablemente, el hombre tiene el genio atravesado; amén de una evidente muestra de desconsideración por quienes lo invitaron. Fernando Vallejo sencillamente decidió irse a casa y dejar abochornados a los organizadores de la Feria Internacional del Libro de Lima y plantados a quienes con mucha amistad (ahora en picada) querían verlo y compartir con él algo de su literatura.
Para quienes saben de vuelos y de invitaciones a eventos internacionales, el asunto de los atrasos y de las complicaciones es cosa casi común y no siempre tienen culpa los organizadores. Como que el desperfecto de un avión o la falla de un trámite aéreo escapa de sus manos. En fin. El asunto es que no existen cuentos de por medio. El hombre se maneja con aires de divo y habría - supuestamente - que entender sus remilgos. ¡Qué pena! Pero por aquí la Feria arrancó ya y las actividades están de lujo.
Sin quitarle los méritos narrativos, que ciertamente los tiene, habría que decirle que no lo vamos a extrañar.

lunes, 16 de julio de 2007

CUANDO LOS GRAFITTIS ATACAN




BOTERO Y LOS GRAFITIS


El reconocido pintor y escultor colombiano Fernando Botero sufrió en obra propia lo que él consideró un ataque a su actividad de artista y un gesto incivil.
Una escultura suya que se exhibía en en una de las calles de Milán, Roma apareció pintada en encendido rojo de lata de spry. Algunas declaraciones suyas comprensiblemente enojadas lazan frases como que "Es inadmisible, un ataque a mi persona como artista, por parte de alguien que no ama ni el trabajo, ni el arte".
Como se puede ver en la fotografía insertada, la estatua, que representa una mujer de pie, y que está expuesta ante el Teatro de La Scala de Milán, apareció con una 'W' escrita en color dorado a la altura del pubis. Botero añadió que ha expuesto sus esculturas en todo el mundo y nunca pasó nada con ninguna, y que lamenta que precisamente este gesto haya sucedido en Italia, un país que ama.
El artista colombiano pidió que las autoridades competentes eliminen lo antes posible la pintada y pidió que la escultura siga en su lugar.
A la pregunta sobre qué piensa de los "graffiti" (pintadas urbanas), Botero consideró que "no son arte" y que se trata "de una desgracia de la humanidad, que ha estropeado tantas bellezas en el mundo".
No hay nada que hacer, el asunto es censurable por donde se le mire. Si bien el derecho a la libre expresión de las diversas formas de arte es algo que no debe impedirse (pero si criticar, que también es un derecho) tampoco es cuestión de atentar contra una obra diferente.
Ahora bien, probablemente me vaya mal con esto, pero no puedo evitar recordar los tantos trabajos que he leído sobre los grafittis que, de ser una expresión informal y contestaria, habían pasado casi hasta la oficialidad. Primero fueron manifestaciones escritas irreverentes a las que se les fue agregando color y, sobre todo, originalidad: una viva expresión de lo popular. He de colgar algo más sobre los grafittis, pero por ahora dejo algunas frases que he recordado y otras que he encontrado sobre la prosa con la que se llenaron las paredes de Lima por un tiempo no muy lejano.
- El amor es ciego… el matrimonio lo vuelve a la vida
- Sé diferente… ama a tu suegra
- El sida te caga matándote… el cólera te mata cagando
- Ojo por ojo… ojo al cuadrado
- Cuidemos el agua… tomemos cerveza
- No te metas en el mundo de las drogas… somos muchos y hay poca



En la Feria Internacional de Libro de Lima
CARLOS RENGIFO
PRESENTA NUEVA NOVELA



Recibo la nota de prensa que anuncia la presentación de una nueva novela escrita por Carlos Rengifo. Es una noticia agradable, no sólo por hecho de que la publicación de una novela ya es una nota alentadora en este país, sino porque la novela le pertenece a un escritor persistente que ya va por su cuarta obra de largo aliento. En este caso, es el Grupo Editorial Norma quien edita "La casa amarilla" y la presenta el día jueves 19 a las siete de la noche en el marco de la 12 Feria Internacional del Libro de Lima en el Jockey Plaza.
Conozco a Carlos Rengifo desde hace mucho tiempo. Cuando cada sábado nos encontrábamos en los Talleres de Creación Literaria Libro Abierto que se daba en las instalaciones del Museo de de Arte de Lima. Mucha agua ha pasado en el mismo río sucio que es el Rímac y nos hemos perdido en una ciudad en donde, a veces parece un pañuelo y otras, tan ancho como el título de la novela Ciro Alegría. Agrego algunos datos que encuentro sobre este aun joven escritor.
Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad San Martín de Porres. Ha participado en diversos eventos literarios en Lima, como el 2do y 3er Encuentro de Escritores Jóvenes convocado por la Asociación Peruana de Promotores y Animadores Culturales, (APPAC); la Bienal Arte de los Noventa, realizada en la Biblioteca Nacional del Perú; y el Primer Encuentro de Nuevos Narradores Ernest Hemingway, organizado por la Universidad Federico Villarreal. Es autor de los libros de cuentos El puente de las libélulas, Criaturas de la sombra y de la novela La morada del hastío. Ha ejercido el periodismo y colaborado activamente en revistas literarias peruanas, como Imaginario del arte, Sieteculebras, Arteidea y El Ornitorrinco.
Si alguien quiere enterarse previamente de la prosa de Carlos Rengifo puede darle una mirada a escritores contemporáneos haciendo un click aquí.
Una razón más para ir a la Feria desde el mismo jueves.

domingo, 15 de julio de 2007

FIL - 2007




FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE LIMA 2007

Comienza a ser una grata costumbre que se hable de ferias de libro y que Lima sea, al menos una vez al año, una referencia internacional importante. Sin ánimo de ser excesivamente entusiasta, creo que cada año la cosa se pone mejor. Deduzco esto por la cantidad de escritores consolidados que prometen estar para este año y por la sucesión de actividades programadas. La Feria arranca el 19 de este mes en las instalaciones del Jockey Plaza y tendría que ser el punto de encuentro de cada noche para quienes quieran escuchar a los invitados, para comprar libros novedosos. En todo caso el recorrido solo costará un sol y si no hay plata para comprar algo novedoso y, a veces, lamentablemente caro, siempre habrá libros al alcance. Por último, pasear entre tantos libros y cuestiones culturales es un placer por el que vale la pena cruzar la fría ciudad de Lima cada noche de esas noches.

Del suplemento El Dominical de El Comercio extraigo algunos datos interesantes que despiertan el entusiasmo culturoso para esos días. Italia es el país invitado de honor de este año. De este país vienen seis escritores: Sandro Varonesi (Premio Strega 2006); Giuseppe Con (autor de las antologías La metáfora y La lírica de occidente); Ippolita Avalli (Esperando a Katty, No quiero Hacerte daño); Ernesto Franco (Insulario, Vidas sin fin), Danilo Manera (autor de la colección de literatura y cultura Italina Un mar de sueños), Roberto Alajmo (Los zapatos de Polifemo, Noticias del desastre) y Anna Lavatelli (Todos para una y Paola no está Loca).

De otras latidtudes nos visitan, entre otros: Federico Andahazi (Buenos AIres, 1963). Sin duda El anatomista fue la novela que lo hizo conocido. Su más reciente novela, El conquistador, ganó el Premio Planeta 2006. Se trata de un libro que habla de la época de los grandes descubrimientos, tanto geográficos como existenciales, y su lectura nos reencuentra con los relatos de aventuras.

También se presentarán para el domingo 22 Luisa Valenzuela (Buenos Aires, 1938). Su libro Hay que sonreír se convirtió en todo un éxito de venta. Su carrera novelísitica incluye obras como El gato eficaz, Novela negra con argentinos. Para el jueves 19 estará Pablo Santis (Buenos Aires 19963). El último ganador del Premio Planeta Casamérica viene de presentar su libro El enigma de París (doce detectives se reúnen en París y uno de ellos muere misteriosamente. Los otros detectives se ven envueltos en un caso en el que son todos sospechosos y a la vez investigadores. El argumento resulta por demás sugestivo). Santis ha sido también guionista de televisión y jefe de redacción de la revista Fierro. El sábado 28 estará el boliviano Edmundo Paz Soldán (1967). Uno de los autores más importantes de la nueva narativa latinoaméricana. Entre sus novelas figuran Rio fugitivo (finalista del Premio Rómulo Gallegos). Esa fue la primera novela que leí de Paz Soldán y me quedó también la certeza de su gran calidad narrativa. Tambien es autor La materia del deseo y Sueños digitales. Ese mismo sábado, se presentará Gonzalo Rojas (Chile, 1917 - que bárbaro -). Uno de los poetas chilenos vivos más importantes. Su larga carrera literaria ha sido reconocida con el Premio reina Sofía de España, Premio Octavio Paz de México, el Premio Nacional de Chile y el Premio Cervantes de Literatura 2003.

Otro nombres son Enrique Serrano (Colombia 1960), quien recibió el Premio Juan Rulfo en 1966 y está considerado como uno de los escritores contemporáneos más interesantes de Colombia. Sus últimos libros de relatos se titulan De parte de Dios (2002) y Tamerlan (2003). El domingo 22, el escritor, también colombiano, Fernando Vallejo (medellín 1942) y quien vive en México desde 1971 y que ha adoptado la nacionalidad méxicana estará presentando su reciente novela La puta de Babilonia donde enfila baterías contra la Iglesia Católica. Hay un post anterior en donde agrego datos sobre este polémico escritor que promete mover el ambiente. Otro escritor interesante es el nicaragüense Sergio Ramírez, quien a intercalado la vida literaria con la política. Fue electo vicepresidente de su páis en 1984 y 1998. Ganó el Premio Alfaguara de novela con Margarita está linda la mar.

Nos vemos en la Feria. Es una cita indespensable e ineludible.

Fotos:

- Centro: Poeta chileno Gonzalo Rojas (foto extraída de Notas Moleskine)

- Derecha: Escritor Pablo Santis Ganador del reciente Premio Planeta

viernes, 13 de julio de 2007

Notas de la Ciudad


EL ASALTO
"...Había caído en una de esas calles de Lima en donde todo estaba dispuesto para el asalto: paredones extensos que cercaban depósitos..."


Fulano lo sospechó inmediatamente: aquellos tenían toda la facha y la actitud de un par de adictos desesperados. Sin embargo, y como casi todos los homínidos de estas calles, supuso, por unos momentos, que a él no le iba a pasar, aunque todas las evidencias dijeran que sí le iba a pasar.
Como precaución, simplemente decidió apresurar el paso y abrirse un poco hacia la izquierda. Ese día, el sopor del verano era agobiante y la luminosidad solar reverberaba pegajosa y cegadora en los vidrios de algunos viejos autos y de los edificios, de los pocos que por allí tenían vidrios.
Fulano, miró a su alrededor como para medir sus posibilidades de escape. Su gesto no pudo ser más elocuente. Palideció. Había caído en una de esas calles de Lima en donde todo estaba dispuesto para el asalto: paredones extensos que cercaban depósitos, sólo algunas puertas completamente cerradas, basurales que semejaban pequeños montículos rumorosos de moscas.
Fulano entendió que el asunto era más grave de lo que había supuesto cuando notó que dos de los caminantes que iban delante de él - percatados de los salteadores- habían decidido cambiar de vereda. "Ya es muy tarde, para mí", debió pensar. Por lo tanto, decidió seguir su destino y esperar, si la suerte estaba de su parte, que aquellos fumones lo ignoraran por esas cosas raras que a veces tiene la suerte. Cuando ya estaban a unos metros de él, Fulano pudo verlos a plenitud y se dio cuenta de que ellos también lo habían visto y medido. Todavía pudo haber brincado a la calzada y cruzar a la otra calle evadiéndolos por unos momentos; sin embargo, como que se fascinó con aquellos individuos que se le acercaban. Era la primera vez que los veía con tanta atención y tan cerca: fantasmales, arruinados, embrutecidos. Vio que uno de ellos – al parecer el menos deteriorado - se fue adelantando.
Todo estaba consumado. Ese mediodía de febrero, en las inmediaciones de la tercera cuadra del jirón Huanuco , él, Fulano, iba a ser un individuo más en la incierta lista de gente maltratada por un robo. Masculló una maldición.
- Tío, – le dijo entonces el tipo que se había adelantado a su cómplice. Tenía los ojos azules y un gorro sucio de capitán de barco, como en las películas; la barba oxidada y sucia – un favorcito.
Fulano quiso ignorar aquella llamada, pero una mano firme ya lo había detenido. Miró entonces con que el otro individuo – más bajo, los ojos inyectados, y más sucio – también se había acercado. De pronto, ambos, lo tenían flanqueado definitivamente.
- ¿Eres sordo, tío? – le reclamó el del gorro de capitán – uno te habla educadamente, pero nada.
- ¿Qué quieren? – dijo Fulano, mal ocultando su miedo.
- Una ayudita para el combo, tío, nada más-. Luego, Fulano sintió como unas manos iban rebuscando los bolsillos de su casaca hasta dar con su billetera. Sintió el olor alcanforado de sus atacantes, mientras dos manos lo sujetaban contra una pared. Entendió nítidamente aquello de la humillación de los vencidos y se dejó hacer para que todo eso terminara de una vez. Vio cómo desaparecía el reloj de su muñeca y cómo sus bolsillos era esculcados desesperadamente. En algún momento de esa interminable espera, algo en su mirada indicó que había calculado las posibilidades de una rebelión, sin embargo, fue apenas una luz rápida que se aniquiló ante la contundencia de la verdad. Cuando los facinerosos terminaron su labor, Fulano parecía estar totalmente cansado. Miró a los individuos y luego miró la larga y desolada calle. ¿Y ahora? Entonces fue cuando escuchó la frase que terminó por confundirlo en ese medio día de su infortunio.
- Oye, déjale para su pasaje – dijo el de gorro marinero. Fulano nunca estuvo seguro si lo que dijo a continuación fue una sorna - impropia de alguien arruinado por las drogas - o las palabras inconscientes de un remordimiento, también extraño. Lo cierto es que, antes de irse, el de los ojos azules le dijo, tan cerca que percibió su aliento a licor barato:
- Vete rápido, tío. Por aquí asaltan siempre

Nueva novela de Christian Reynoso



FEBRERO LUJURIA
Nueva novela de entrañable escritor puneño

Tal y como lo había anunciado a los amigos, Christian Reynoso ya tiene una novela en la candela. Publicada por editorial Matalamanga. Con el título de Febrero lujuria, Reynoso nos acerca a una narrativa que toma como ambientación el agreste, pero cautivador mundo puneño y como parte del marco avasallador, la mágica Fiesta de la Virgen de la Candelaria. Esto se deduce del fragmento que reproduzco del blog Puente Aéreo ( con el debido permiso del autor y el agradecimiento a Faverón ). Saludos a Christian y prometo leer lo más pronto la novela con la mayor curiosidad y cariño.

Febrero lujuria (fragmento)
"...el festín orgiástico de la danza de la Diablada empezó alrededor de la Virgen de la Candelaria. Cientos de diablos con trajes rojos, dorados y amarillos candela empezaron a saltar, agitando sus melenas y haciendo sonar los cascabeles de sus botas en perfecta armonía con la música de la banda. Y el olor a azufre y a incienso se sintió, mágico, desde el suelo y todos, señores del mal, extendieron sus trinches a los mortales espectadores para atraerlos a su frenético danzar (…) en el frenesí del sicuri, llegaron a una esquina y se perdieron, y qué importaba, dijeron, si con Mañazo no había caso, y nuevamente el repique de la tarola ametralló y los sonidos de las zampoñas emergieron desde las gargantas: saliva dulce, ron con Coca-Cola, bolita de coca, mamita Candelaria, Mañazo, Mañazo, energía del diablo, latido del corazón..."

martes, 10 de julio de 2007



LEYENDO A FERNANDO VALLEJO

Acabo de terminar la novela del escritor colombiano Fernando Vallejo, El desbarrancadero. Novela galardonada con el Premio Rómulo Gallegos en su XIIIª edición, 2003. Sé que siempre voy un poco atrasado en mis lecturas y, seguramente, hoy estoy redactando una nota ya pasadita para algunos de mis amigos escritores que leen con mayor disciplina y rapidez. Pero ellos comprenden que este blog tiene sus cosas y sus características. Entre otras, servir de puente de media altura para quienes van más calmados por la vía literaria.
Ahora bien, la lectura no me defraudó; más bien, me mantuvo cautivo durante sus 194 páginas. Narrado en una primera persona intencionalmente confundida con el escritor (para quienes no los sepan, no debe confundirse voz narrativa con escritor) tuvo el efecto esperado para que la voz narrativa pudiera explorar todas sus odios y simpatías, sus temores y rencores sin el resquemor de perder objetividad para el lector. Con este recurso narrativo, Vallejo, sin ocultarse detrás de de una pluralidad de máscaras logra asumir sin disimulos sus amores y sus odios. Por eso - dice en la contracarátula del libro - ante este escritor no se caben términos medios: o se toma o se deja.

La novela narra la decadencia y desintegración de una familia de Medellín. El narrador y mayor de nueve hermanos, regresa al hogar, después de años de vivir en México, para asistir a su hermano Darío quien está muriendo de Sida, y a su padre también enfermo. De poco sirven sus esfuerzos y sus conocimientos de medicina, pues los dos mueren tras penosas agonías, pero el reencuentro al menos le permite recuperar, a través de largas conversaciones, los buenos momentos vividos con ambos: la infancia al lado del padre y las aventuras de juventud con Darío, en las que los hermanos (los dos homosexuales) incurrían en excesos de todo tipo. Todos los problemas y desgracias familiares, a decir del narrador, son de la madre, a la que denomina "la Loca" Mujer que nunca trabajó y obligó a su esposo a mantener una familia demasiado numerosa y complacerla en todos sus caprichos. Las diatribas de Fernando están dirigidas también contra el menor de los hermanos, los políticos colombianos y toda institucionalidad religiosa.


La coincidencia a mi favor es que Vallejo probablemente esté entre nosotros durante la Feria Internacional del Libro de Lima. Se espera que se mueva el ámbito literario porque Vallejo suele ser un escritor confrontacional que no tiene tapujos en decir lo que piensa y que, al parecer, piensa en contracorriente de lo establecido.
Para muestra baste con agregar en febrero de 1971 se trasladó a Ciudad de México, donde produjo el total de su obra. Desde entonces no ha vuelto a vivir en Colombia. En abril del año 2007, obtuvo la nacionalidad mexicana y el 8 de mayo del mismo año renunció a la colombiana. Una declaración suya publicada por Caracol Radio, el mismo día de su renuncia a la ciudadanía colombiana, dio la vuelta al mundo y causó reacciones encontradas en casi todos los medios de Colombia.Al renunciar a su nacionalidad Fernando Vallejo se refirió a su pais como "esa mala patria de Colombia".
En el post inferior transcribo un fragmento de este reciente lectura mía.

El desbarrancadero



Fernando Vallejo en Lima

Hijo de un senador de la república y politico de larga trayectoria, el abogado conservador Aníbal Vallejo Alvarez . Se licenció en Biología en la Universidad Javeriana. Viajó a Europa para estudiar cine en Italia. Vallejo ha sido destacado mundialmente como novelista. Sin embargo, además de nueve novelas (cinco de las cuales conforman un ciclo autobiográfico), ha publicado tres libros de ensayos, una grámatica del lenguaje literario y dos biografías de poetas colombianos. Su actividad como director y cinematógrafo, anterior a toda su obra literaria, dejó tres películas de tema colombiano, pero producidas en México.
Desde 1971 vive en Ciudad de México, donde produjo el total de su obra. Desde entonces no ha vuelto a vivir en Colombia.

Probablemente, Fernando Vallejo sea parte de los invitados a la Feria Internacional del Libro en Lima. Inserto - esperando no meterme en un lío editorial - un pequeño fragmento de su novela para ir conociéndolo.

EL DESBARRANCADERO

Cuando le abrieron la puerta entró sin saludar, subió la escalera, cruzó la segunda planta, llegó al cuarto del fondo, se desplomó en la cama y cayó en coma. Así, libre de sí mismo, al borde del desbarrancadero de la muerte por el que no mucho después se habría de despeñar, pasó los que creo fueron sus únicos días en paz desde su lejana infancia. Era la semana de Navidad, la más feliz de los niños de Antioquia. ¡Y qué hace que éramos niños! Se nos habían ido pasando los días, los años, la vida, tan atropelladamente como ese río de Medellín que convirtieron en alcantarilla para que arrastrara, entre remolinos de rabia, en sus aguas sucias, en vez de las sabaletas resplandecientes de antaño, mierda. mierda y más mierda hacia el mar.

Para el año nuevo ya estaba de vuelta a la realidad: a lo ineluctable, a su enfermedad, al polvoso manicomio de su casa, de mi casa, que se desmoronaba en ruinas. ¿Pero de mi casa digo? ¡Pendejo! Cuánto hacía que ya no era mi casa, desde que papí murió, y por eso el polvo, porque desde que él faltó ya nadie la barría. La Loca había perdido con su muerte más que un marido, una sirvienta , la única que le duró. Medio siglo le duró , lo que se dice rápido. Ellos eran el espejo del amor, el sol de la felicidad, el matromonio perfecto. Nueve hijos fabricaron en los primeros veinte años mientras les funcionó la máquina, para la mayor gloria de Dios y de la patria. ¿Cuál Dios, cuál patria!¡Pendejos! Dios no existe y si existe es un cerdo y Colombia un matadero. ¡Y yo que juré no volver! Nuca digas de esta agua no beberé porque al ritmo a que vamos y con los muchos que somos el día menos pensado estaremos bebiendo todos el aguamierda de ese río. Que todo sea para la mayor gloria del que dije y la que dije. Amén.

lunes, 9 de julio de 2007

Una maravilla que aquí haya una Maravilla



EN PERÚ:
UNA DE LAS SIETE MARAVILLAS DEL MUNDO
En este territorio en donde pueden suceder las cosas más contradictorias, se agregó una nota más que confirma lo dicho. En Cusco se encuentra una de las siete maravillas del mundo. Aunque se quiera evitar la euforia, qué situación más estimulante para todo habitante de este país.
Seguro que el turismo se va incrementar a niveles de locura porque los habitantes de este mundo contemporáneo son así: globalizados. Y puesto que el asunto se desarrolló a través de la ciber vía y la cobertura que se dio para la declaración oficial de los consagrados fue satelital, la novedad tiene que haber llegado a buena parte del mundo civilizado, o sea, esa porción de habitantes que puede pagarse un viaje a tierras exóticas para contemplar la Maravilla que se mantiene por sobre los tres mil metros de altura en un lugar recóndito de los Andes. Buena.
De otro lado, habría que ser mezquino y más que eso estúpido para no estar de acuerdo en que Machu Picchu es definitivamente una abrumadora ciudad incaica que largamente merecía su inclusión. Lo extraño hubiera sido que no estuviera, aunque era una posibilidad dado el tipo de votación en donde pudieron primar otros criterios distantes de la propuesta de los organizadores. Que me perdonen los brasileños, pero el Cristo Redentor me sirve de ejemplo para sustentar eso de otros criterios.
Sin embargo, me queda un saborcito de disgusto cuando siento que todos se inflan de orgullo cuando se mencionan algunas de las grandezas del pasado incaico, pero allí paramos de contar porque, inmediatamente después, se regresa a las taras de siempre. Un desdén sutil por el mundo andino, heredero cultural de ese maravilloso imperio. La indiferencia de uno y de todos los gobiernos por esas regiones que configuran el mapa del Perú. La velada actitud de superioridad sobre todo lo que no sea occidentalizado. Es decir, que nos llenamos la boca para hablar del pasado prehispánico, pero sólo en los momentos en que la tribuna aplaude y luego se acabó.

UN PAIS EN BUSCA DE SIMBOLOS



HA NACIDO OTRO MITO
BAJO EL CIELO GRIS DE LIMA

Cuando el avión procedente de Buenos Aires, arribó al Grupo 8, a esa hora de noche invernal, había más de 250 personas que esperaban espectantes, ateridos de frío, arrimados, desordenados la llegada de los cuerpos de los desafortunados músicos del grupo Néctar. Sin embargo, no sólo estaban a la espera de los ataúdes con los restos físicos de aquellos hombres, sino que aguardaban la llegada de los nuevos íconos con los que enriquecerían un poco más la configuración de este nuevo país.
Junto a Sarita Colonia, la Melchorita y quizás más cerca de Chacalón. Este nuevo Perú, del que tanto se habla, pero aún no se entiende bien, ni se acepta, continúa armándose infatigablemente.
¿Por qué esa necesidad desenfrenada de levantar ídolos, santos, santitos, capos, self made man de carácter nacional y profundo a quienes seguir, oír, adorar o pedir un favor? Tal vez porque el otro Dios oficial como que anda muy ocupado, algo distraído, igualito que el Perú todavía oficial, y aparente, que a través de todas sus instituciones no escucha o no sabe escuchar o no quiso escuchar nunca y, entonces, cada quien tuvo que hacer lo que tenía a mano para armarse un Perú así: caótico, ahogado en colores apastelados, empiojado de combis, inundado de mototaxis, emergente, batallador, resentido, sucio, valiente, terco, ebrio, madrugador, bizarro, adolorido, soñador, chocante, cariñoso, a veces estupidizado de alcohol y de pena, y en otras, abrumadoramente luchador.
Al día siguiente, el entierro fue en olor a multitud, pero también con olor a frituras, a cerveza, a sudor. Con ruido de bocinas, con chillidos metálicos de los altavoces de los cachineros, con mentadas de madre y, por supuesto, con musica (indefinida según el decir de los que todavía nos escondemos en un supuesto buen gusto) que salía de los parlantes, de los autorradios de con DVD de última generación recién comprados en la chachina.
Las condolencias para los parientes de estos peruanos que salieron en busca de sus sueños. No quiero decir otra cosa que sigan para adelante. Pero no esperen que todo se entienda tan rápido.

Fotos:
- Imágenes de algunos sitios de la Lima "informal"
- Un nuevo símbolo para el género musical más popular del Perú
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lunes, 2 de julio de 2007

NOTAS DE LA CIUDAD


PÁGAME



Finalmente lo alcanzó en la esquina de Emancipación con Lampa. Lo cogió por un brazo y cuando aquél volvió el rostro asustado, Zutano lo enfrentó con un gesto desafiante: al fin te encontré. El otro hombre trató de forzar una sonrisa que no pudo ocultar su contrariedad. Incluso miró de reojo a todos lados como si buscara alguna ruta de escape: pero, hombre, qué sorpresa. Trago saliva. Zutano lo siguió sujetando y, al parecer, con excesiva fuerza porque los transeúntes comenzaban a demorar el paso picados por la curiosidad que despertaba aquel hombre flaco y sudoroso que se aferraba al otro, gordito y con cara de sinvergüenza. Zutano respiró muy hondo y lanzó la apelación que tantas veces se había guardado: ¡Págame!
En pocos minutos ya se había formado un aceptable grupo de curiosos que rodeaban a los dos hombres. Algunos miraban con simpatía a Zutano: pobre hombre, uno presta porque es buena gente, pero hay tanto caradura en este país. Otros, más bien, apoyaban al gordito que, después de todo, tenía algo de cada uno, porque – dígame usted - quién no cabecea en este mundo. Algunos bocinazos, como los se que dan cuando se respalda alguna marcha, se empezaron a oír. Desde las otras veredas, la gente aguzaba la mirada tratando de saber lo que sucedía. En el medio del círculo que habían formado los curiosos, Zutano y el otro hombre discutían a toda voz.
- Te juro que ya tenía el dinero y que te llamé por teléfono
- Te juro, nada, y a mí tú nunca me llamaste por teléfono
- Bueno, fatal para ti si no me crees, pero yo sí quería pagarte
- Entonces págame ahora
- Es que ahora no tengo
- No me importa. Hace meses que deberías haberme pagado
- Tú no entiendes que la situación sigue siendo mala para muchos
- Por eso, yo también estoy jodido y quiero la plata
De pronto, Zutano se dio cuenta de que estaba rodeado por gente que no conocía, pero que esperaba, ansiosa, la siguiente escena del espectáculo que él les estaba ofreciendo arrastrado por su desesperación. Alguien del grupo le aconsejó, de buen corazón, que lo llevara a la comisaría; otros dijeron que eso era por las puras; del otro sector, más que opinar, murmuraban por un borrón y cuenta nueva y, que caray, la amistad estaba por encima del dinero y, además, – esto sí lo aprobaron todos – la crisis nos estaba obligando a tantas cosas injustas como ésta. En la mirada de Zutano – antes cargada de decisión - comenzó a notarse una sombra de agotamiento o quizás - no estoy seguro - de resignación.

Miró a la gente que lo rodeaba. Levantó un poco más la mirada y como que contempló la ciudad y luego, se sintió cansado. El hombre gordito intuyó que ya había ganado la batalla; hubo en su rostro un gesto de cabeceador experimentado que lo delató; entonces se dispuso a dramatizar el colofón de su gran actuación.
- En verdad te voy a pagar, te lo juro por lo más sagrado.
- ¿Cuándo?
- Antes de una semana... Yo mismo te voy a buscar... Te doy mi palabra...
- ¿No te creo?
- Hermanito, creéme, por favor, a pesar de la situación, yo te voy a cumplir
Zutano lo miró intensamente una vez más y luego ya no tuvo fuerzas ni ganas de increparle que ya se había dado cuenta de aquel brillo diminuto en su mirada que le avisaba, de manera definitiva y silenciosa, que otra vez se le iba a escapar.
Los bocinazos aumentaron, se oyó muy cerca el silbato de policía. Zutano se marchó silencioso, derrotado, solo. Mientras el gentío se disolvía presuroso en la bruma de las seis de la tarde.

CENSURAN A PIERO QUIJANO




CUIDADO.
PRIMERO FUE UNA MUESTRA DE ARTE
Y LUEGO...



Ya lo sabíamos, siempre lo supimos. Palabras como democracia, libertad, derecho a la libre expresión de las ideas son palabras a las que se recurre con demasiada rapidez. Lo de malo es que algunos ingenuos aún tratamos de creer; es decir, pensamos que tal vez esta vez sí, un poquito quizás. Y entonces, de pronto, la intolerancia en perfecta convivencia con el poder se encargan de devolvernos a la realidad. Somos una nación en donde aún no hemos aprendido que las opiniones se discuten, los argumentos se desautorizan con contragumentos más sólidos, las expresiones discrepantes se toleran y se busca la réplica a fin de llegar a la verdad. Pero lo que no se debe hacer es cerrar las opiniones de los demás sin mayor razón que el poder y la intolerancia.
El artista Piero Quijano ha sido victima de la presión del poder a través del Instituto Nacional de Cultura y no se le ha dejado mostrar algunas de sus obras por considerarse, si acaso no ofensivas, al menos poco atinadas para la actual coyuntura. Primero fue una imagen que lastimaba la sensibilidad de los militares; luego otra imagen poco agradable para el Presidente. Por último, al autor decidió salirse con lo poco que querían dejarle como mostrario. En un articulo de Perú 21 dice: Armando Williams dimitió a su cargo por veto del INC a dibujos de Piero Quijano. Armando Williams ya no es más director de la Casa Museo José Carlos Mariátegui. Por la censura a algunas caricaturas de la muestra Dibujos en prensa:1990-2007, de Piero Quijano, renunció a su cargo. Armando Williams, director de la Casa Mariátegui desde enero, invitó a Piero Quijano a exponer sus dibujos en este espacio. Seleccionaron las caricaturas y diseñaron un afiche. Este presenta a un grupo de soldados peruanos levantando un fusil contra la cabeza de un campesino. El afiche no le gustó al Ejército que, a través de su comandante general, Edwin Donaire -y con conocimiento del ministro de Defensa, Allan Wagner-, envió un oficio de protesta al Instituto Nacional de Cultura.
Simplemente, inaceptable.
Fotos:
- Piero Quijano
- Una de las imágenes cuestionadas

domingo, 1 de julio de 2007

LA REALIDAD DETRÁS DE LA FICCIÓN




LOS 800 AÑOS DE EL CID
Y los otros tantos años de ficción más duradera que la "realidad"


Leo en el suplemento de El Comercio que se conmemoran los 800 años de existencia de El Cantar de mío Cid desde que fuera transcrito por Per Abatt, allá por 1207. El articulista destaca el hecho de que hasta el momento sería el texto literario más antiguo que del castellano se recuerde. En un siguiente artículo, Héctor López Martinez, se ocupa del personaje real a partir del cual se desarrollaría la Gesta (ese es el nombre correcto para la épica de esa naturaleza, nos educa el articulista) y que haría inmortal al hombre y designaria un epoca histórica y literaria.
No voy a despertar calambres de educación secundaria con un resumen argumental de una historia que ocupó horas y horas de verborrea educativa y, probablemente, algunos cientos de hojas de insípidos trabajos monográficos (asignación le decían en mi tiempo) en el curso de literatura. Curso que, en lo personal, siempre debió renombrarse como Historia de la literatura o Manual para no querer leer una novela en la siguiente década.
Este post tiene más bien el propósito de anotar que la curiosidad por ir más allá de una historia ficcional es siempre una urgencia en el lector y que el periodismo u otro género trata de satisfacer. Mostrar la verdad que va más allá de la ficción literaria. Intentar la recomposición de los escenarios y de los personajes, pero desde su lado real. Sacarlos del universo en el que se hacen trascendentes y hallarles el referente objetivo. Esto es algo que siempre aparecerá , si se quiere, como el material adicional que acompaña a las grandes novelas, o gestas en este caso, para ser más exactos.
En el artículo de desmitificación nos cuentan que Rodrigo Díaz de Vivar vivió entre 1043 7 1099. Interesa, dice, inmediatamente, recordar al hombre que está detrás del poema quine vivió en el siglo XI, cuando ya no existía la monarquía visigótica y lo que hoy es España estaba fragmentada en varios reinos.
Muy bueno el artículo, en términos periodísticos, claro y aleccionador. Pero, siempre me deja un sabor ácido. A veces, y muchas, las verdades de la ficción son ya de por sí trascendentes como para buscar el casacarón reseco de donde salió.