miércoles, 17 de enero de 2007

CRÓNICAS DE LA CIUDAD





UN TRABAJO PARA MENGANO




Mengano levantó la mirada ansiosamente y se alegró de confirmar la dirección. Finalmente había llegado al lugar. Y aunque estaba cansado, sudado, desesperado y sin dinero, la simple posibilidad de conseguir un trabajo lo reanimó rápidamente.
Antes de tocar el timbre optó por arreglarse un poco. Después de todo, el anuncio en el diario pedía jóvenes de buena presencia. Con un pedazo de papel higiénico limpió sus zapatos y - no pudo evitarlo- sintió pena de verlos ya tan viejos y tan cansados. Sonrió con optimismo: pronto estaría comprándose un par de zapatos relucientes. Se acomodó la camisa, reanudó su delgada corbata de batalla y peinó sus cabellos con un pequeño peine que, en verdad, manejaba con habilidad de peluquero. Recordó que también ya le hacía falta un buen corte de cabello, pero inmediatamente se aplicó el mismo consuelo de los zapatos: pronto. La mañana ya había avanzado y la luz del sol se acercaba al centro mismo del cielo. El calor era intenso y pegajoso. Se confirmaba aquello de que el verano limeño siempre es más cruel con quienes son sorprendidos en sus calles con la mala sombra del desempleo.
Mengano revisó sus documentos. Los cotejó con los requisitos que solicitaba el anuncio: certificado domiciliario, de buena conducta, de salud, de estudios, de trabajos anteriores, además de las fotografías. Al parecer, todo estaba listo: él era joven y, a pesar de no ser un maniquí de desfile, creía tener una buena presencia; además, tenía experiencia y para corroborarlo allí estaban los certificados que lo respaldaban; más aún, tenía aquello que en las últimas líneas del anuncio lo había impresionado por el sentido muy humano: se pedía ganas de superación y por supuesto que él tenía ganas, muchas ganas de vivir.
Cuando creyó que todo ya estaba listo y que esta vez sí, de todas maneras, conseguiría esa oportunidad últimamente tan esquiva, la puerta se abrió antes de que él tocara. Entonces las manos de una mujer joven colocaron un anunció que obligó a Fulano a replantear una vez más sus esperanzas: YA NO HAY VACANTES.

1 comentario:

Anónimo dijo...

muyyy interesante .. esta wenisimo me alegra que tenga este espacio de veras estahrmoso, por otro lado pienso que es muy poco ud se merece mas y se que lo va a lograr mucha suerte y besos! su alumnita de 1ro sec.(2001) Trilce los olivos =)