viernes, 14 de septiembre de 2007



TODAS LAS SANGRES
TODAS LAS GUERRAS
TODOS LOS PREJUICIOS


Haber (a ver) cómo me meto en este asunto de manera que exprese lo que quiero, pero sin herir a nadie. Es decir, algo así como caminar por el filo de la navaja. Cómo hago para dejar escrito que este asunto del prejuicio racial es algo tan antiguo, tan trillado, tan endémicamente aburrido que hay que tener una buena raza para no hacer hígado con las tantas vueltas que se le da a este tema. La verdad es que estaba buscando una manera de ser eclético; pero eso no se va a poder.
El reciente alboroto que se ha armado en el Congreso a partir de un encontrón entre la Hildebrandt, Supa y Sumire vuelve a mover las aguas de los desencuentros culturales de este país que aun demora en cuajar, que tarda, y tardará mucho más en encontrar una definción más o menos clara de lo que sería lo peruano a largo plazo.

Por mientras, es de muy mala traza que gente como la Hildebrandt dejé salir, desde el fondo de sus entrañas, su desdén con personas que no encajan dentro de lo que ella entiende como patrones culturales estándar. La actividad política es una actividad obviamente pública y de contacto con los todos los otros sectores. De lo contrario, si no lo soporta, si le parece intolerable que haya gente que arruine el aire de civilización (o lo que debería serlo) entonces que se aleje, que se aísle o, parafraseando, a en grupo de rock contestario: que se vaya del país. Qué se vayan todos los que sienten que el atmósfera del nuevo Perú los está ofendiendo. Aquí hay espacio para quienes tengan el suficiente criterio para plantear su formato de lo que debería ser el Perú, cada quien tiene derecho de decir, de proponer qué es lo que se quiere en ese futuro próximo de este conflictivo país.

Pero, también, no va bien que haya quienes juran que el Perú verdadero, valedero, es el país de preponderancia andina, de lenguas amerindias (francamente más mestizas que oriundas), país estrictamente de retablos, de huaynos, de fiestas patronales, de jircas. O sea que los demás no tendrían voz ni voto si por historia fuera, al menos según ellos. Es decir que quien tenga traza de occidental, casi por mala suerte, en este caso, es un apátrida. Estoy oyendo a muchos llenarse la boca con el pedido de respeto a los valores del verdadero Perú. ¿Cuál?
Ciertamente, pienso, y si me equivoco está bien, porque soy otro más de esta ensalada nacional, que este es un país que rezuma prejuicio, marginación, segregación. Es una tara que tira desde todos lados y estorba en todos los lados.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

a mi tambien me parecen bastante estupidos aquellos que viven jodiendo con eso de los blanquitos, los indiecitos los ne gritos. mientras se te esten fijando en eso seremos una tanda de imbeciles.

Anónimo dijo...

Entre los peores males de la naturaleza humana está la segregaciòn en cualquiera de sus formnas.

Carlos Enrique dijo...

El Perú es distinto a la mayoría de países de la región y es muy difícil no caer en esas discusiones entre lo que somos o lo que no. Cada ciudad en sí tiene sus diferencias hasta por zona, por barrio. En la costa muchos decimos que hay "serranos", pero nuestros abuelos lo fueron. Creo que la sra. Hildebrandt es muy, demasiado, directa con sus expresiones, pero a veces es preferible personas así. Y las otras congresistas, con todo su derecho a reclamar, pero no a imponer. ¿Cómo será estar en una reunión de trabajo o cualquiera y no entender nada porque a algunos dan sus opiniones en Quechua? Y sabiendo el idioma general, al menos el de la mayoría.
Lo importante de ser peruano es querer serlo por siempre y no solo cuando un extranjero ataca o cuando ya no estamos en el territorio nacional. Es comprender que somos de varias "sangres", de no olvidar nuestros orígenes ni de burlar a los de otros.

www.comolarecuerdo.blogspot.com

Anónimo dijo...

¿"Haber cómo..."? Es "A ver cómo", mi estimado. Tengo entendido que eres profesor de redacción y mira cómo empiezas tu texto... Una lástima, sinceramente.

Ríchar Primo Silva dijo...

Te agradezco el puntillazo sobre el "haber - a ver". Ciertamente tienes razón en que todo indica que "a ver" tiene sentido de "a mirar"; sin embargo la expresión mia iba en el sentido impersonal de "habrá" de saber como salgo de ésta.
De todas maneras, gracias por la crítica y por la lectura.
Richar Primo

Pati Difusa dijo...

no aprendemos eh. de este desprecio por el otro fue que nacio el terrorismo, casi quince años de guerra interna, 60 000 muertos a base del desprecio y no hemos aprendido nada.

saludos