Acabo de leer la reciente novela de Jorge Eduardo Benavides, “El enigma del convento”. Alfaguara, 2014. Novela ganadora del Premio Torrente
Ballester 2013.
Pues bien, me ha impresionado lo suficiente como para atreverme a
afirmar que es una novela estupenda; además, a corroborar que Benavides es –como
escribe Raúl Tola en la contratapa – un escritor
de primerísimo orden, y que sigue
sorprendiendo, gratamente, con cada nueva novela.
Después de irrumpir en el espacio literario con una trilogía política que fue gratamente recibida por la crítica, y luego de publicar una
inusitada novela de amor con rasgos de crónica de viajes, “Un asunto sentimental” (lo que dejó demostrado que el escritor se sacudía del posible
rótulo de escritor de novelas políticas), aparece esta novela de atmósfera
histórica con fuertes matices de suspenso que – probablemente - vaya señalando una nueva aventura literaria
del autor: la constante renovación del escritor es un mérito que también vale
la pena destacar en este caso.
El enigma del convento es una novela ambientada en la época de las
guerras de independencia de América, y en el Madrid de 1815 a 1820. El eje
desde el que se mueve toda la trama es el convento de Santa Catalina de
Arequipa, Perú. Claustro en donde hay un documento secreto que compromete a
personas y a causas políticas cuyas ramificaciones sobrepasan el afán independentista del continente
americano y se enredan con intrigas en la mismísima España, una España
conflictuada entre los rumores independentistas, el descontento con la monarquía
de Fernando VII y la preocupación por el futuro del alicaído imperio.
En el argumento se entremezclan entonces asuntos políticos, varias
historias de amor, intrigas y unos misteriosos documentos que, finalmente, son los que desatan el torrente de la novela y que
llevan en vilo al lector durante toda la historia, compartiendo la angustia de
los personajes en la búsqueda sinuosa de los mentados documentos que, para
aumentar el misterio, están encriptados en un dificilísimo acertijo con el que
se devanan los sesos personajes, y hasta lectores.
Ahora bien, en la novela hay algo más que debe tomarse en cuenta
para medir su importancia. Según declaraciones del mismo autor, la novela trata
del momento de la dolorosa ruptura entre España y América, que – vista con la
objetividad que solo otorga el tiempo - fue
más dolorosa de lo que se pensaba. La independencia fue un proceso complejo;
para algunos una separación traumática
que - en muchos casos – llevó al enfrentamiento entre miembros de una misma
familia, según la causa que cada quien abrazara en el proceso de independencia.
De otro lado, es necesario destacar la nitidez de los escenarios y
la casi certeza histórica de los hechos y de muchos personajes, que sí existieron,
y que en la novela son levemente ficcionados. Entiendo que es el producto de
una minuciosa investigación que le ha permitido, al autor, darle ese valioso
toque de verosimilitud, principio básico de una buena novela, pero que no
siempre se llegar a alcanzar.
Finalmente, la obra esta divida en tres partes que organizan la
historia a partir de una conversación, entre una superiora y una jovencita
recluida en el convento, conversación en un tiempo posterior al de la historia. Cada bloque o
capítulo, a su vez, alterna las historias de los personajes y de los lugares hasta que – como ya se
adivina – terminan casi confluyendo un poco antes del desenlace de la novela. Así también, los cuadros o subcapítulos tienen la virtud de cerrarse dejando en el aire una
nota de suspenso. Una labor bastante difícil eso de mantener la expectación en
cada cuadro, pero que en la novela se logra eficientemente.
"El enigma del convento" es, como ya dije, un estupenda novela que
se debe leer. Estoy seguro de que la van a disfrutar.
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