Una feria de libros trae de todo,
como tiene que ser. En ese sentido, claro, es difícil – si acaso imposible – hallar títulos que logren el consenso de todos
los asistentes. Lo significativo de una Feria es, entonces, la variedad de
propuestas que presenta a través de las distintas editoriales y librerías que se
presentan. En ese sentido, La 19 Feria Internacional del Libro de Lima – con todas
las críticas que se le pueda hacer – viene cumpliendo con este requisito básico en toda Feria.
Después de ello, ya es cuestión
de gustos, y también de la paciencia que cada visitante posea para escudriñar meticulosamente
por cada estand hasta hallar los libros con los que se identifique. Por
supuesto que ayuda mucho el programa de presentaciones en los auditorios;
aunque, una vez más, no siempre se estará de acuerdo con los que obtuvieron un
espacio para su presentación y los que, verdaderamente, se lo merecían. Sin embargo, esto también es
una cuestión de gustos y simpatías.
En el caso de este escribidor, he
de afirmar que ya me he encontrado con
títulos muy interesantes. Lo que me está
faltando es el dinero para comprar todos los libros que quisiera leer; luego me
va a faltar un lugar para guardarlos y, finalmente, otra vida para leerlos.
Por ejemplo, está el libro de
Jorge Bar, “Dioses, mundos y otros villanos” (Relatos insolentes). Munay Editores, 2014. Un conjunto de historias que me alegro de
haber leído, y de un tirón (aunque
confieso no haberlo comprado, sino confiscado a mi hija). Desde hacía tiempo no
me encontraba con un libro de “relatos” – así entre comillas – que me
permitiera sintonizar con esa mirada básicamente cínica con la que se observa el entorno, y que suelen buscar los jóvenes escritores,
aunque no siempre con acierto.
Los relatos comienzan con una
introducción breve del autor, a modo de señuelo, para que el lector admita - sin reclamos de coherencia - todo lo que viene. Luego sigue un conjunto de
historias con dos personajes centrales llamados “Sed” y “Pim” que vagabundean
por la ciudad viviendo variadas
situaciones que enfrentan y asimilan con peculiares reacciones. Poco a poco, las historias comienzan
a tener vasos comunicantes. En algún momento – es tan solo mi interpretación –
la búsqueda de algo que, a falta de otro mejor nombre se llama felicidad, se convierte en el eje sobre el cual giran
las historias. Aparentemente todo
termina con la inusitada decisión de “Pim”. Sin embargo, luego el autor vuelve
a aparecer en el colofón de la historia y suelta algunos dataos con los cuales deja
abiertas todas las puertas para que le ficción se cuele por realidad. Las
historias se combinan con unos inteligentes dibujos realizados por Jimmy Baltazar.
Ambas: historias e imágenes crean una peculiar simbiosis con buenos resultados.
Bien.
“Dioses, mundos y otros villanos” se anuncia
como un conjunto de historias
extravagantes e inclasificables. Personalmente, no me parecieron tan
extravagantes, pero sí sumamente interesantes: por la claridad de la prosa y la
originalidad del punto de vista. Con un lenguaje claro y ordenado, un modo insurrecto
de contar las historias y puntos de
vista – como ya dije – bastante insólitos,
el libro de Jorge Bar resulta muy atractivo. Se los recomiendo.
1 comentario:
de los mejores libros que leí, en mi vida
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