viernes, 19 de octubre de 2007


Quieren eliminar al verboide por decreto ley

CUIDADO CON EL GERUNDIO

Leo en la web de Página del Castellano que el gobernador de Brasilia José Roberto Arruda ha ordenado, en uso de su autoridad, la supresión del gerundio en toda la documentación administrativa de esa ciudad. Arruda habría llegado a esa decisión, molesto por un defecto constante en la redacción, defecto llamado allá “gerundio de telefonista”. Al parecer, es cosa común que la gente diga o escriba “lo estaremos atendiendo el lunes” en lugar de “lo atenderemos el lunes

El gerundio es – cuidado con quienes detestaban gramática en el colegio – una forma verbal que no indica persona, pero que ayuda a dar continuidad y duración en el tiempo a una acción. Es decir, que la construcción “Yo pienso en ella” tiene mayor sentido de duración cuando construyo “Yo estoy pensando en ella”. Sin embargo, el uso del gerundio fue degenerándose hasta confundirlo con un verbo completo. Por ejemplo “El hombre se cayó rompiéndose la pierna” distorsiona todo sentido porque el gerundio (en negrita) está siendo tratado como verbo. Tendría que haberse escrito “El hombre se cayó y se rompió la pierna” que sí sería un verbo total. De paso, que es complicado que alguien se caiga rompiéndose la pierna simultáneamente. Cosas por el estilo suelen pasarle al gerundio en todos los países de habla castellana, y al parecer, en su prima, la lengua portuguesa.

Pero de allí a suprimirlo por decreto ley, hay un mucho trecho. No hay forma de eliminar una construcción castiza, la que sea, por decreto. El habla común es más poderosa de lo que se imagina cualquier autoridad y, finalmente, aquélla se termina imponiendo más tarde o más temprano. El habla se corrige simplemente cuando le da la gana.
De la misma página, a manera de desagravio a este verboide, cojo un cuento breve de la autora argentina Diana Gamarniken. Y con esto ESTOY PIDIENDO disculpas al gerundio.

MI CARA EN EL ESPEJO

La mesa cubierta de libros y de apuntes.
Sergio leyéndonos las características de los yacimientos de oro.
Alicia preparando café.
Mi mano derecha a veintisiete centímetros de tu mano izquierda.
El anillo en el dedo anular de tu mano izquierda.
Tu voz retumbando en mi cabeza confesándome que no sabías qué hacer con lo que sentías por mí.
Mi voz retumbando en tu cabeza contestándote que eras mi amigo y que estabas casado.
Los nueve días que pasaron entre esa conversación y este momento.
Tu mano que me atrae y me repele como si fuera un imán de polos invertidos.
El anillo que brilla desafiante.
Mi mano que abandona la distancia y busca tu caricia.
Tu mano que se adueña de la mía y la penetra.
Sergio levantándose a buscar agua.
Vos estampándome un beso que me lastima y me desdibuja la boca.
Tu barba raspándome la piel.
Yo enmudeciendo sin saber qué decir.
Vos caminando como un tigre enjaulado
. Sergio avisando que terminamos de estudiar por hoy y que se tiene que ir.
Alicia anunciando que tiene que salir pero que enseguida vuelve.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y que de malo tiene la frase; "le arroja agua hirviendo!.Recuerdo que mi profesora criticaba mucho la forma en la que hablabamos, pero nunca no decia la causa

Anónimo dijo...

La cosa se complicaría si en Japón se hiciera lo mismo. En japonés se usa el gerundio para construir de formas no permitidas en otros idiomas, por ejemplo, es válido decir "Estoy SABIENDO francés..." en ese idioma.
Las intenciones son buenas pero...

El Blog de Jota dijo...

Richard Te mando un abrazo enorme y me alegra muchisimo que tus letras no se hundan en el océano de palabras escritas.
Jota
Walter quiere contactarse con vos
jotyni@gmail.com
wfreytes@hotmail.com