lunes, 1 de octubre de 2007


Las razones de la violencia aún no se asimilan

LAS LECCIONES QUE NO DEBERÍAN OLVIDARSE


Leo la columna de Alonso Cueto de Perú 21 de hoy lunes justo cuando un amigo me relataba su testimonio - molesto y frustrado - luego de su visita a la dañada escultura El ojo que llora. No era el primero con quien coincidíamos acerca de lo poco que se ha conseguido en cuanto a la toma de conciencia de lo que significó la violencia en el Perú, y, más áun, de las razones que nos llevaron a esa violencia.

El hecho de que un grupo de irresponsables haya roto y pintarrajeado el monumento indica que las lecciones que pudimos haber sacado de la guerra han sido inútiles. El cuestionamiento a los nombres de algunos miembros de Sendero en las piedras -con el argumento de que se trataba de una 'banda de asesinos'- tiene una validez solo parcial.
Es cierto que el comportamiento de los senderistas era el de un grupo de asesinos que puso en jaque, durante mucho tiempo, a nuestro país. Es cierto, también, que debemos agradecer y homenajear a los valientes soldados y miembros de las rondas campesinas (y a sus mártires) que se les enfrentaron.
También es verdad que muchos peruanos sufrieron las agresiones salvajes y del instinto sádico de los senderistas. No podemos sino alegrarnos de que líderes como Abimael Guzmán estén presos, pues fueron los principales violadores de todos los derechos humanos.Y, sin embargo, tampoco podemos negar que gran parte de los peruanos que militaron en las filas de Sendero Luminoso lo hicieron al haber vivido en zonas con un Estado inexistente, donde nunca habían recibido la menor atención a sus necesidades más elementales. Sin educación, sin alimentación, sin justicia, con viviendas precarias, en la desesperación, la soledad y el absoluto silencio de la pobreza, una población se acoge con toda facilidad a un grupo guerrillero que los engaña, prometiendo una vida 'digna' y con 'justicia'
.

Sendero y los demás grupos terroristas actuaron con una demencia imperdonable que nadie debe olvidar ni perdonar; pero el Estado no podía actuar con la misma demencia porque, precisamente, se defendía lo contrario. Es algo que hay entender para no justificar a estas alturas la acciones de una dictadura que, junto a otros Gobiernos ineptos, ahondaron más el resentimiento interno del País. Resentimiento y frustración que fueron el caldo de cultivo para la aparición de grupos de asesinos encubiertos en una trasnochada y asesina ideología. Pero esto es algo que hay que asumir, expresar, discutir para que en el tiempo que viene no vuelva a generarse otro Fujimori o cualquier otra mutación que nos arrastre por el fango vergonzoso de la violencia y la deshumanización total en la que caímos.

Lika Mutal, la autora del monumento, ha dicho que debe quedarse como está, con las huellas de la violencia de estos días. Tiene razón. Es una prueba de que la guerra no ha terminado.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

lamentable en verdad que no hayamos aprendido mucho de las experiencias horribles que vivimos. Tambien estoy de acuerdo de que pronto habra otro fujimori,otro humala... dios nos libre...
j

Anónimo dijo...

Sensacionalistas...

Anónimo dijo...

No entiendo, ah. quién sensasionalista. los q´denuncian o los q´atentaron? Espero que no le digan sensasionalistas a quienes intentan que no se olvide las consecuencias de una dictadura...

Henry Zapata dijo...

Me da mucha pena ver como los actos casi inadvertidos y "sensacionalistas" se van repitiendo como hace unas décadas sin que hayamos aprendido la lección. Así empezó todo hace dos décadas, como jugando, así empezó todo.

Anónimo dijo...

Me encanta tu zona.Aunque a veces me raya. Porque se van de temas tan dolorosos y serios como este, el de la violencia, y luego notas de musica alternativa, como la Bjork. ES como una tribuna libre para quienes quieren decir algo interesante.
Lastima, tomalo como una critica de buena fe, que no sea tan frecuente. supongo que debe ser trabajoso mantener una pagina cultural.
Siempre leo lo que aparece
Jimena del Solar
jdelsolar@hotmail.com