sábado, 4 de diciembre de 2010

Vargas Llosa: genera simpatías y antipatías, como siempre


Como tenía que ser, y a pocos días de la ceremonia de entrega del Premio Nobel de Literatura para Mario Vargas Llosa, el ambiente literario peruano ya está bastante definido entre los incondicionales de Vargas Llosa y los infaltables detractores. Claro, también están los otros: en donde se incluyen hasta los que recién se enteran de que Vargas Llosa era escritor y no el director de la película "La ciudad y los perros".
Entiendo de que no podía ser de otra de manera. Tampoco era cosa de que algunos trocaran de posición a última hora. Un escritor como Vargas Llosa, con una constante presencia en el debate ideológico, siempre va a motivar una necesaria confrontación ideas. Lo de malo está en que para algunos es muy difícil separar la discrepancia con las ideas del simple encono personal.
Por ejemplo, encuentro en el blog Puente Aéreo las severas opiniones críticas de Gustavo Faverón sobre la reciente novela El sueño del Celta, opiniones que bien tendrían que tomarse en cuenta, aun cuando no necesariamente compartirlas. Ahora bien, lo que me llama la atención son los comentarios de algunos lectores que aprovechan el espacio para poner de manifiesto su respaldo a cualquier posible crítica negativa en torno a la obra o vida de Vargas Llosa. Algunos anticipan de que no se tomarán el tiempo de leer la última novela porque intuyen que será, de todas maneras, mala.
No queda de otra que respetar la libertad de querer o no querer a un autor o a su obra. Y, bueno, en uso irrestricto de esa libertad, yo, mas bien, puedo aseverar que incluso una novela menor de Vargas Llosa ya es una formidable muestra de talento y maestría narrativa. Asimismo, me aúno a quienes censuran la mala costumbre de no separar la obra artística de las otras facetas que componen la vida de una persona. Aunque en este punto, tengo la certeza de que la vida y obra de Vargas Llosa van de la mano en un solo mensaje por la libertad.
Y, en este punto, aunque esa dimensión de libertad no encaje con aquella que otros proponen, al menos hay que aceptar que el escritor ha vivido en respetable concordancia entre sus ideas y sus obras.
Este viernes, contemplaré sumamente feliz y orgulloso la confirmación formal de que Mario Vargas Llosa es un escritor peruano de proyección mundial. O sea, como es obvio, yo estoy entre los incondicionales del verdadero escribidor.
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4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchos comentario la tildan de aburrido. ¿Previsible? Basta con leer la biografía de Casement para descartar los giros sorprendentes, ¿o tal vez se está esperando golpes narrativos sorprendentes que nos intriguen mientras comemos pop corn? No creo que sea un demérito que desde el principio se establezca esta línea narrativa. Después de terminar la novela, una semana, uno se queda con la sensación de vértigo frente a la barbarie racional de occidente. Si uno creía que el Congo era la muestra más encumbrada de maldad, uno se queda perplejo al leer las páginas de la Amazonía. Esas barbaries ocurrieron en nuestro país, y siguen siendo invisibles para una gran mayoría.

El valor de la novela está justamente en la recreación de este periplo de Casement. Un hombre que fue y al que no se le debe exigir, ni al escritor, que sea el personaje complejo de novela que todos quisiéramos para entretenernos. Su vida es marcada por el Congo, la Amazonía y concluye en Irlanda. Lo que la cita de Rodó establece en los inicios del libro se comprueban en el devenir de las acciones. Es una transformación simple, lógica y libre. ¿Se desea compleja y entretenida? Los comentarios que establecen el aburrimiento pareciera la misma gente a la que la realidad le aburre: me aburre la maldad, el caos, la injustica, la corrupción, la indiferencia. Siempre será así y como nada puedo hacer, me aburre. Me aburre saber que va a morir al final de la novela, me aburre saber que primero irá al Congo, su pensamiento irá contra el Imperio; que luego irá a la Amazonía, su pensamiento irá a la revolución; y luego morirá. Qué aburrido. Entre la página 13 a la 451 hay una época que no es necesario describir en su complejidad como en Conversación, La fiesta o La guerra porque sigue siendo la misma época en la que vivimos: con una industrialización tan salvaje e invisibilizada que sería redundancia describir. La ilustración no es la trampa, es el objetivo. ¿Es una obra menor', ¿acaso se deben comparar todas las novelas con Conversación? ¿O tal vez habiendo ganado una mes antes el Nobel esta novela, terminada ya, todos anhelaban que esta novela debería haber sido la cumbre vargasllosiana? Creo que a eso se refería Vargas Llosa con no dejarse influenciar por el premio, y que sus lectores deben inferir que no esperen esa novela, que si llega, llegará... Él escribirá no la obra maestra, sino la historia que lo con-mueva a escribir.

Lejos de ello, la crítica a esta novela es de las mejores que he leído, por argumentada. No la comparto, pero felicito y agradezco el trabajo de hacerla. Más bien, mi apreciación va por valorar esta novela como un gran trabajo donde se nos muestra claramente una idea simple y directa y actual: hasta qué punto el hombre utilizó el postulado del progreso para cometer tanta barbarie. Este hecho visto desde la mirada de un hombre. Un obra mayor por organizar de una manera tan sencilla, aparentemente, tantos datos. ¿Pedagógica? Eso se lo dejo a los maestros que tendrán a quien referirse cuando se hable de la explotación del caucho y ahora se pueda encontrar páginas que relaten ello más allá de los datos y las estadísticas. ¿Tal vez la pedagogía del mal sea mas entretenida? Recomiendo leer la novela por ser justamente esa ilustración la trampa donde hay que caer para sacudirse del pragmatismo. Para quienes deseen entretenerse y no aburrirse, por la misma cantidad de dinero vayan al cine a ver al mago Potter o ver la adaptación de Millenium que es el género que más el acomoda. Lejos del aburrimiento y del esfuerzo.

Anónimo dijo...

Yo no la he comenzado a leer, pero lo voy a hacer, asi nomas no se le da el nobel a un escritor latino. Se ve muy insensato despreciar a un escritor que ha sido reconocido en lugar de acercarse a el para entender la razon de su reconocimiento.
Buen comentario el anterior

Juan Arredondo dijo...

Todavía tenemos muchos complejos, y nos molesta el triunfo de algunos, mi opinión es que aun no sabemos asimilar el triunfo de otros peruanos, al menos de esos peruanos que no se parecen a ese supuesto modelo de lo que sería ser peruano. La culpa de MVLL es haberse algo asi como extranjerizado. Buen comentario el primero,cierto.
Juan Arredondo M

Profeballa dijo...

Y yo soy otro incondicional!.