miércoles, 3 de septiembre de 2008

CUENTO DE JORGE E BENAVIDES

Cojo ahora un cuento del escritor peruano Jorge Eduardo Benavides, del libro titulado "La noche de Morgana" editado por Alfaguara. He elegido uno en donde creo encontrar algunas claves reconocidas por los amigos que compartieron con él la fascinación inicial por la literatura. Encuentro en el lenguaje y en el punto de vista narrativo de este relato mucho de ese escritor joven que - con el tiempo y el esfuerzo personal - se ha convertido en uno de las voces más importantes de la narrativa peruana. Agrego este cuento a la tentativa de ir juntado una buena lista de escritores peruanos contemporáneos.




DEDITOS

Las rosas, le gustaban mucho las rosas y Antonio hubiera querido dibujar esos instantes en que Maria Luisa entrecerraba los ojos y acercaba la flor para sentir su fragancia y la caricia afelpaba con que los pétalos contorneaban su piel. También le gustaban las tardes caminadas sin mucha prisa, a golpe de cinco, cuando llegaba de su oficina y tiraba la cartera en cualquier mueble, subía de dos en dos las escaleras que conducían a la habitación y allí lo encontraba, parado a contraluz frente a un lienzo donde algunos trazos tenues significaban que había aprovechado bien el dia y estaría contento. Se besaban
Suavemente y casi sin mediar palabra salían a seguirle la pista a la tarde, a fumarse un cigarrillo en el parquecito cercano, a comentar trivialidades y a observar las nubes que parecían un rubrica destejida sobre el cielo ya encendido de colores. A veces Antonio, sin dejar de conversar, sacaba un lápiz y sobre cualquier papelito que el viento llevaba hasta sus pies, garrapateaba unas cuantas líneas, gaviotas raudas, velámenes estilizados, torsos desnudos. Maria Luisa lo miraba buscando en su perfil algún vestigio de aquella obsesión por el dibujo que lo llevaba a desatender lo que ella empezaba a contarle y a ensimismarse en el vuelo de un pájaro, por ejemplo, o en el romper de las olas cuando caminaban por la playa, o en un niño que se inclinaba para recoger una piedrita de colores. Si Maria Luisa lo observaba, acatando ese silencio maravillado en que se zambullía Antonio, el lápiz llenando de rayas y círculos cualquier trozo de papel. Pero al cabo de un momento, como si se tratase de romper algún maleficio, sus manos largas y traviesas lo despeinaban obligándolo a enojarse y a perseguirla entre risas y hojas crujientes, sin importarles demasiado las miradas perplejas de los niños que jugaban cerca.

Haga clik aquí para continuar con el relato en la autores peruanos contemporáneos

7 comentarios:

Anónimo dijo...

aa, esto ya es otra cosa. es un escritor de otro nivel.

Anónimo dijo...

se nota el oficio

Anónimo dijo...

Benavides es mas novelista, pero es buena iniciativa señalar un relato suyo. Felicitaciones por la intencion

Anónimo dijo...

y qué paso con galarza?

Anónimo dijo...

que ladilla, por que no lo mandas a la m. quien es Galarza?

Anónimo dijo...

y falta tu pata ampuero y todos tus amigazos...

Anónimo dijo...

hay muchos autores peruanos que debería conocerse... buena idea...parece que tiene amargados q´te leen