jueves, 24 de febrero de 2011
Apuntes sobre el acto de escribir
martes, 22 de febrero de 2011
Marco Marcos habla sobre la Nueva gramática de la lengua española
Como tenía que ser, las propuestas de la nueva Ortografía de la lengua española editada a fines de diciembre han llegado a mi mesa de trabajo en un impactante libro de más de 600 páginas. Menuda tarea la que me toca por estas semanas porque la introducción del libro avisa que más que innovaciones, hay explicaciones sobre el porqué de tales y cuales las reglas que, en la edición anterior, carecían precisamente de explicación. Ni modo, habrá que leerlo con la calma y la atención suficiente.
miércoles, 9 de febrero de 2011
La ortografía y el amor
viernes, 4 de febrero de 2011
Los mandamientos para escribir cuentos, según Fernando Ampuero
Encuentro una interesante nota sobre el cuento en la revista Eñe que vale la pena rebotar en este blog. El escritor Fernando Ampuero compartió sus mandamientos sobre el cuento con los lectores de la revista. No dejó diez, sino doce, algo así como un dodecálogo. Aun cuando voy a dejarles el enlace para que lo lean a sus anchas, quiero anotar algunos que, a primera vista, llamaron mi atención.
"Los cuentos empiezan siempre con un sobresalto, gracias a algo (o alguien) que me deslumbra repentinamente, ya sea en medio de una charla de amigos o mientras conduzco el auto, solo y en silencio…"
Muchas veces - agrego yo - como un fogonazo, como una alucinación que ya no te deja en paz hasta comenzar a trabajar la historia. Claro, de allí terminar de escribirlo hay un largo trecho por recorrer
No me basta escribir correctamente. Las bibliotecas del mundo están repletas de libros «bien escritos». Necesito añadir algo más. Todo escritor tiene que descubrir en qué consiste ese añadido.
De acuerdo, un buen cuento es mucho más que una correcta redacción. Un buen cuento es esa grata coincidencia entre un tema y una original forma de contarlo.
"Escribo a diario. Y corrijo a diario. «Con resaca o sin resaca», tal como confesaba Hemingway acerca de este oficio de hechiceros".
¡Auch! Qué envidia, Fernando. Si te levantas pensando en escribir y lo haces, y antes de dormir sigues pensando en escribir, y de pronto, te arrebatas y lo haces: es que eres escritor. Algo así decía Rainer María Rilke.
En fin, denle una mirada completa al dodecálogo en el enlace de la revista Eñe. Y antes de terminar, anoto al paso algunos mandamientos que me impactaron sobre el cuento, escritos por otros autores. Por ejemplo, el gran Horacio Quiroga dijo:
"No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra adónde vas. En un cuento bien logrado, las tres primeras líneas tienen casi la importancia de las tres últimas".
"Toma a tus personajes de la mano y llévalos firmemente hasta el final, sin ver otra cosa que el camino que les trazaste. No te distraigas viendo tú lo que ellos no pueden o no les importa ver. No abuses del lector. Un cuento es una novela depurada de ripios. Ten esto por una verdad absoluta, aunque no lo sea".
Y de Edgar Allan Poe – aun cuando hay dudas sobre la autoría de tal decálogo – se dice que dijo:
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lunes, 31 de enero de 2011
Cuento de Rocío Silva Santisteban
EL ESPANTAJO
—Mátala— dijo el Espantajo, casi susurrando, acezando, con los dientes apretados, la voz muy dura pero con un tono disipado, deletreando, poniendo énfasis en la “a” del final que redondeaba abriendo los labios cuanto pudiera.
—Mátalaaaaaaa.
Galaor se lanzó con toda la fuerza de su cuerpo formado para la cacería. Primero inclinó el peso hacia adelante, las patas se agazaparon flexibles; en un instante, con un zarpazo rápido, logró coger a la paloma antes de que inicie la huida y le metió un mordisco en la parte más carnosa del cuerpo. Movió la cabeza con violencia, primero hacia la derecha, luego hacia la izquierda. Con otro par de movimientos iguales pudo controlar el pequeño cuerpo mientras caían algunas plumas desde los dientes. La paloma dejó de oponer resistencia. Galaor entonces abrió la boca y la volvió a cerrar, se acercó hacia el Espantajo y dejó caer a la paloma sobre sus botas. Era un amasijo de plumas y baba, apenas se adivinaba la cabeza del animal, los ojos abiertos, como disecados.
— Buena— le dijo el chico al animal, acariciando el pelaje naranja que llevaba sobre el lomo, mientras dejaba suelta la mirada sobre la paloma tendida en la vereda.
El chico sonrió sin ganas y empezó a caminar junto al perro dejando atrás el juego de la cacería inútil.
—Maldito— se escuchó desde el otro lado del parque.
El Espantajo se sacó la cadena que llevaba a la cintura y Galaor paró en seco, olfateando el aire. Una mirada verde se deslizó entre la hierba recorriendo de este a oeste el jardín municipal, con las manos de uñas diminutas —se las comía— se acomodó el cuello de la casaca de cuero, luego metió lentamente una mano en el bolsillo para buscar el último cigarrillo de la tarde.
Se estaba haciendo de noche...
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viernes, 28 de enero de 2011
Cuento de Jeremías Gamboa
LA TIERRA PROMETIDA
Jesus,
help me find my proper place.
Lou Reed
Tú estás sentado en uno de los asientos del carro que corre en la noche a un ritmo de locos y esta vez, inexplicablemente, no le tienes miedo a la velocidad. Has gritado, te has reído, le has dicho a él, le has escuchado decir que los dos se van a la tierra prometida, a Canaán, a un sitio que corresponda con tu nombre bíblico. Tú y Bruno a bordo del BMW, la mirada de ambos fija en la autopista, los ojos repasando una y otra vez las serpientes blancas, rígidas, que de pronto se iluminan en la grava y desaparecen bajo las ruedas del coche, tragadas por la brea. Más allá no hay otra cosa que una oscuridad apenas tachonada por las luces de los cerros lejanos, algunos carros que dejan atrás, conductores anónimos que, se te ocurre ahora mientras coges una lata de cerveza de las que están a tus pies, quizás no merezcan vivir.
Bruno canta rabiosamente «I`m So Bored With Th e USA» y después te busca con la mirada. Los dos se observan desde la distancia cómoda de sus cigarrillos aún deformados por la hierba y de pronto sabes que la música explota, está haciendo añicos las partículas de aire dentro del carro. Miras la hora en el tablero frente a ti —las once y veinte— y piensas que aún falta demasiado para que todo esto se desacelere o se pierda. Le das un toque al pucho, cierras los ojos y no sabes por qué te dan ganas de recordar cómo es que empezó todo esto. Te preguntas si podrás. Le preguntas a Bruno. Lo ves tomar una lata de cerveza, llevársela a la boca, succionarla, secarse los labios con la manga de la chaqueta. Los dos están parados en medio del Sargento Pimienta. No, antes habían ido a ver una película, ya ni recuerdan cuál. Después se metieron al Bohemia y allí, en el segundo piso, sentados en un par de bancas altas, mirando a ratos el óvalo y a ratos a las parejas que conversaban, se quedaron mudos. Salieron de ahí cagándose de la risa ya no recuerdas de qué, quizás de lo absurdo de la situación dice él, y se subieron al auto...
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martes, 18 de enero de 2011
"Caballos de medianoche", versión definitiva
- No me gusta el agua - dijo ella, y dibujó un mohín con los labios -. No me gusta nada.
-¿Cómo que no te gusta? -repuso él, mientras la sostenía al borde de la tina-. A las niñas buenas les gusta el agua y se bañan todos los días.
-Yo no soy una niña buena.
-¿Conque no eres una niña buena? Entonces, ¿se puede saber qué clase de niña eres? Porque si no eres una niña buena tienes que ser una niña mala...
-Ah, no -elevó la voz-, eso sí que no. Yo no soy una niña mala. Yo no...
-Bueno -la interrumpió él-, si no eres una niña mala te vas a meter al agua ahora mismo. Y sin protestar.
-Está fría. No quiero.
-Caramba, no está fría. Ven, dame la mano.
Ella dudó un instante antes de tendérsela. Él tomó aquella mano pequeña y blanda como si se tratara de un pez vivo y la sumergió en el agua. Ella dio un ligero respingo e intentó sacarla, pero él no se lo permitió.
-¿Ves? No está fría.
Ella se entretuvo batiendo el agua y pronto deslizó la otra mano.
-Señorita -dijo él-, no hemos venido aquí para un baño de manos. Así que usted va a entrar al agua de una vez, le guste o no le guste.
Ella lo miró y frunció los labios.
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Imagen tomada de la siguiente dirección Zazzle,es
martes, 4 de enero de 2011
Fernando Ampuero y sus lecturas preferidas en 2010
Fernando Pedro Ampuero del Bosque, nacido en Lima. Escritor y periodista. Ha sido subdirector de la revista Caretas, director de las revistas Jaque y Somos, editor general de Canal N y director de los programas televisivos Documento y Uno más uno. En años recientes, hasta fines del 2008, fue director de la Unidad de investigación del diario El Comercio y de su suplemento cultural, El Dominical.
Destacado escritor, de cuya sólida obra se puede mencionar lo que llama su "Trilogía callejera de Lima", compuesta por las novelas "Caramelo verde" (1992), "Puta linda" (2006) y "Hasta que me orinen los perros" (2008). Tiene además, volúmenes de crónicas como: "Gato encerrado" (1987) y "El enano, historia de una enemistad" (2001). Entre sus libros de cuentos tiene títulos como "Paren el mundo que acá me bajo" (1972), "Deliremos juntos" (1975), "Malos modales" (1994), "Bicho raro" (1996), "Mujeres difíciles, Hombres benditos" (2005) y "Fantasmas del azar", cuentos completos (2010). También ha publicado los poemarios "Voces de luna llena" (1998), y "40 poemas" (2010). Tengo en mi escritorio este último poemario: un refrescante conjunto de poemas acompañados de hermosas fotografías de Sonia Cunliffe, todo en una hermosa edición.
He aquí una lista sumaria de sus lecturas y relecturas en el 2010.
- Los duelistas, de Joseph Conrad.
- Lluvia de hielo, de Peter Stamm
- Todo quemado, todo arrasado, de Wells Tower
- Los niños góticos, de Javier Arévalo.
- Cuentos completos, de Flannery O'Connor
- La guerra contra el cliché, de Martin Amis
- Eramos unos niños, de Patti Smith
Pedro José Llosa y sus lecturas preferidas en 2010
Pedro José Llosa Vélez (Lima, 1975) siguió estudios de Economía y Filosofía en el Perú y posteriormente en Holanda. Culminó, también, una maestría en Literatura Peruana y Latinoamericana en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Desde hace diez años se ha dedicado, principalmente, a la docencia de cursos de humanidades y ciencias sociales en el Perú (Markham, UPC, UCSUR) como en el Holanda (British School in the Netherlands). En la actualidad reside en la ciudad de Madrid.
Ha publicado los libros de cuentos "Viento en Proa" (Dedo Crítico, Lima 2002) y "Protocolo Rorschach" (PUCP, Lima 2005) y ha participado en una serie de antologías que han ido ratificando su calidad narrativa y dramatúrgica, como por ejemplo: "Los Garfios de Carrero" en Pequeñas Resistencias 3 – antología del cuento sudamericano (Páginas de Espuma, Madrid 2004); también en Páginas al Margen (San Marcos, Lima 2002) y en Nacimos para perder (Casatomada, Lima 2007. Así como en “Te espero en el olivar” obra de teatro que apareció en Dramaturgia Nacional 2000 (BCR-INC, Lima 2001).
Este Escribidor considera indispensable leer el magnífico conjunto de historias "Protocolo de Rorschach". Lo mejor para ti en este año 2011, Pedro. Ciertamente es una privilegio encontrar un buen amigo en estos tiempos.
Con relación a sus lecturas en el año que se fue, dice:
- La Elegancia del Erizo, Muriel Barbery (Seix Barral 2007)
- La soledad de los números primos, Paolo Giordano (Salamandra 2009)
- Memorias de una dama, Santiago Rocagliolo (Alfaguara 2009)
- El pez dorado, Jean-Marie Le Clézio (Tusquets 1999)
- Purgatorio, Tomás Eloy Martínez (Alfaguara 2009)
- The Idea of Justice, Amartya Sen (Penguin Allen-Lane 2009)
- Las edades de Lulú, Almudena Grandes (Tusquets 1989)
- ¿Redistribución o Reconocimiento? de Nancy Fraser y Axel Honneth (Ediciones Morata 2006)
- El sueño del Celta (Alfaguara 2010) de Mario Vargas Llosa.
lunes, 3 de enero de 2011
Javier Arévalo y sus lecturas preferidas en 2010
Trabajó en la página cultural de El Comercio entre los años 2000 y 2005, y fue colaborador de Correo, Vogue Latinoamericana y editó durante seis años la revista Detalles de las tiendas Wong.
Su más reciente novela “Niños góticos” (2010. Editorial Estruendomudo) ha sido muy recibida por la crítica.
Tiene publicadas las novelas “Nocturno de ron y gatos”, “Instrucciones para atrapar a un ángel”, “El beso de la flama”, “Gracias, Señor, por tu venganza”.
Ha publicado las novelas juveniles “Vértigo bajo la luna llena” (Santillana) y con Editorial Norma “Él cazaba halcones”; también el thriller infantil “El misterio del pollo en la batea”.
Con relación a sus planes para este año, mi apreciado amigo Javier dice, con la naturalidad y humildad que le son características:
Este año que pasó me dediqué a leer historietas entre ellas la saga de The walking dead 79 capítulos. También varias versiones de Batman de Franbk Miller y la hermosa novela gráfica Persépolis, además Kick-ass de Mark Millar y John Romita. Y Ciudad de payasos, que Shila Alvarado adaptó de un cuento de Daniel Alarcón.
La novela que me devolvió a la literatura fue Al sur de la frontera, al oeste del sol de Haruki Murakami. Quise leer otra, Crónica del pájaro que da la vuelta al mundo, pero la dejé a medio camino. Me la he pasado leyendo por trabajo, un hermoso trabajo, sobre mitología griega. La Iliada, la Odisea, los dos tomos de el clásico Los mitos griegos de Robert Graves que luego convertí en doce relatos que publiqué con la República.
Me sorprendió Gustavo Rodríguez con La semana tiene siete mujeres, una novela dolorosa, con un humor que te salva como lector de caer en depresión.
Sandro Bossio y sus lecturas preferidas en 2010
En 1986, ganó el premio nacional de novela "Alfonso Bouroncle", de Arequipa, con su obra "Caminos de sangre", y al año siguiente un meritísimo lugar en el concurso internacional "Manuel Scorza", con la misma, pero desistió de publicar la novela por considerarla inmadura estilísticamente.
En 1992, su cuento "El hombre que habló con la muerte" obtuvo un importante galardón en el concurso "El cuento de las 1000 palabras", de la revista Caretas; en 1995, su relato "Réquiem por una pianista polaca" fue seleccionado entre los mejores en el concurso Juan Rulfo, en París, Francia; y en el 2000 fue finalista en el Premio Copé con "Kassandra". En 2002, ganó el premio Nacional de Novela Corta del Banco Central de Reserva, el más importante y mejor dotado del país, con su novela "El llanto en las tinieblas", que se convertiría en un éxito tanto entre los lectores y los críticos. Ha sido traducida al inglés.
En 2008 publicó su volumen de cuentos "Crónica de amores furtivos", actualmente en su tercera edición, y en 2009 el exitoso libro de crónicas "Sabatorio: reflexiones de un buen salvaje".
En 2008 y 2010 ganó sendos premios de crónica periodística a nivel latinoamericano por la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, en Colombia.
Confieso que ya no leo con la misma compulsión de mi adolescencia. Sin embargo, 2010 fue un año en que, de alguna manera, recuperé temporalmente mi capacidad de lectura. Hasta hace unos años leía casi exclusivamente literatura (sobre todo novelas y ensayos temáticos), pero por mis actividades periodísticas y académicas, ahora comparto la literatura con libros de otros campos: historia (sobre todo del Perú antiguo para preparar un proyecto novelesco de largo aliento), política, antropología, economía, medicina. Entre los autores más memorables que leí (y releí) este año están Doris Lessing, Hertha Muller, Paul Auster, Catherine Pancol, Arturo Pérez-Reverte, Zoé Valdez, Camila Läckberg, Laura Restrepo, Anna Gavalda, John Verdon, Federico Moccia, Daniel Estulin, Fernando Vallejo, y varios más. Por supuesto, destaca Mario Vargas Llosa, cuya última novela demuestra que los maestros también se cansan, pero que los grandes maestros luchan por mantenerse lozanos y vigentes, como lo hace él. También Isabel Allende, una autora a la que sigo con mucha fidelidad desde mi juventud, porque me parece una narradora nata, adictiva, que ahora me magnetizó con su novela sobre la esclavitud de negros en las plantaciones del Santo Domingo del siglo XVIII. Un tercer nombre es Alessandro Baricco, de quien, después de ver una mala versión cinematográfica, leí su novela sobre las rutas de la seda: muy histórica, muy romántica, con inolvidables pasajes eróticos que la acercan a la obra maestra. También Ken Follett, cuya novela sobre generaciones pesimistas marca su resurgimiento en el mundo de la novela. Hace poco me llegó de España El cementerio de Praga, que estoy leyendo ahora con deleite, como casi todo de Umberto Eco.
Pero si tengo que destacar tres libros, son estos:
- Rosario Tijeras, de Jorge Franco. En el mes de julio la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano premió una crónica mía sobre música, de modo que estuve en Medellín una semana, donde pude hacer entrevistas y conocer la ciudad. Me avergoncé cuando alguien me preguntó si había leído Rosario Tijeras y tuve que decir que no la había terminado (hacía un año que se había extraviado mi ejemplar a medio leer). La segunda noche de mi estadía corrí a comprar el libro y volví a leerlo completo, en unas horas, y me sentí realmente sacudido. Hermosísima historia de un amor imposible en un contexto violento marcado por el narcotráfico y el sicarismo.
- Los hombres que no amaban a las mujeres, de Stieg Larsson. Confieso mi debilidad por las novelas policíacas, así que este libro fue uno de los más apasionantes de los que leí el pasado año. Lo empecé a leer en el avión de regreso a Perú y rápidamente me enfrasqué en esta primera aventura fascinante de Mikel Blomkvist y Lisbeth Salander, quienes, contratados por Henrik Vanger, deben desentrañar un crimen cometido hace 36 años. Novela policial, pero además una fábula social impresionante del mundo empresarial y automatizado del mundo actual. Casi una obra maestra.
- El hombre que ríe, de Víctor Hugo, fue, sin lugar a dudas, mi mejor relectura. Esta arrebatadora historia decimonónica volvió a internarme en las callejuelas sucias de Southwark (Londres) y en los laberintos de pasiones de Ursus, Gwynplaine, Dea y Barkilfedro.
domingo, 2 de enero de 2011
Guillermo Niño de Guzman y sus lecturas preferidas en 2010
- Árbol de humo, de Denis Johnson. Una alucinada incursión en la guerra de Vietnam digna de Conrad y Ford Coppola.
- El sueño del celta, de Mario Vargas Llosa. La lección de un viejo maestro: historia y novela se dan la mano para desentrañar las raíces del mal.
- Correr el tupido velo, de Pilar Donoso. Incisiva reconstrucción de la vida de un escritor, con todas sus fobias y complicaciones, hecha por su hija.
- La isla del segundo rostro, de Albert Vigoleis Thelen. Obra maestra desconocida sobre la existencia errabunda y picaresca de un alemán en la isla de Mallorca antes de la guerra civil española.
- Cuerpos divinos, de Guillermo Cabrera Infante. El gran testamento novelístico del autor cubano, donde vuelve su mirada con agudeza e ironía características al recuperar en la ficción su ciudad perdida, La Habana de fines de los cincuenta y comienzos de la revolución.
Jorge Eduardo Benavides y sus lecturas preferidas en 2010
- La prisionera, de Carlos Franz,
- El señor Marx no está en casa, de Ibsen Martínez
- Tal vez la lluvia, de Juan Carlos Méndez Guedez
- Freedom, de Jonathan Franzen
- Cuando éramos mayores, Anne Tyler
- El tiempo entre costuras, de María Dueñas
Róger Santiváñez y sus lecturas preferidas en 2010
Autor de respetable obra poética como Antes de la muerte (1979), Homenaje para iniciados (1984), Symbol (1991), Cor Cordium (1995), Eucaristía (2004). En 2006 publicó el libro el libro Dolores Morales. Selección de poesía 1975-2005, en donde reúne casi todos sus poemarios completos, además de una gran cantidad de textos inéditos o recuperados de plaquetas y revistas.
Fundador y líder polémico del mítico grupo “Kloaka”. De Róger Santiváñez, dice el crítico literario Javier Ágreda : "Sinuoso y difícil es el camino recorrido por el poeta Róger Santiváñez desde su Piura natal hasta Filadelfia (EEUU), donde actualmente reside. Entre ambos extremos está su larga permanencia en Lima, que lo convirtió en uno de los más notorios representantes de la poesía urbana, bohemia y marginal. Santiváñez".
A pesar del ajetreo de sus actividades de fin de año, Roger me envía una nota sobre sus lecturas y sus proyectos:
Ríchar, planeo publicar un libro de poemas titulado Roberts Pool Crepusculos. Y continuar la composicion de otro tentativamente denominado 'Nuevas formas radicales de un dolor'. Mis lecturas son varias: Celan, Canteli, Petrarca, Cavalcanti, Kozer, Di Giorgio, Casado, Bernstein, Eguren, Arnaut Daniel. Siempre en poesía.