Ahora bien, hay que anotar que con relación a libros extranjeros, fueron las novelas de Stephenie Meyer, Eclipse y Amanecer las que vendieron más de 300 ejemplares. Se dice que los vampiros rondaron por los 270 stands que tuvo
No obstante, la Feria aún no cuenta con un local destinado específicamente para el evento, hecho que obliga a sus organizadores a tener que buscar durante todo el año un lugar que pueda acogerlos y a gastar algo así como 110 mil dólares cada año en infraestructura temporal, un monto que –de contar con un local apropiado– podría invertirse en una mejor promoción y convocatoria de editoriales más importantes con título más selectos que – de paso – sí se hicieron extrañar.
La mala nota la dieron las autoridades políticas y culturales que no tuvieron la delicadeza de presentarse en la inauguración del evento y, tampoco, a su clausura. Bueno, tampoco es de extrañar tal conducta en quienes han deteriorado la política hasta los límites de la vergüenza.
Entiendo que aún hay mucho que caminar para alcanzar una Feria que satisfaga las expectativas actuales. También comprendo que no todos terminen satisfechos con el tono que se le ha querido dar. Por ejemplo, en lo personal, coincido con la crítica por la falta de títulos literarios y lingüísticos más exquisitos. Supongo que, desde otras áreas académicas, también puede haber otros reclamos respetables. Sin embargo, creo conveniente - en el colofón de esta Feria - destacar el esfuerzo de los organizadores y el entusiasmo de los miles de asistentes a las muchas actividades programadas. De un país acusado de leer poco y de leer mal, estamos pasando lentamente a un país que, en medio del reconfortante crecimiento económico, también comienza a interesarse por un hábito que definitivamente nos ayudará a crecer no solo económicamente sino, mejor aún, humanísticamente.
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