viernes, 15 de mayo de 2009

Halagos bonaerenses para Oswaldo Reynoso

La noticia sobre la visita a Buenos Aires de Oswaldo Reynoso ya la conocíamos. También se daba por descontada la buena recepción que Reynoso iba a tener en una ciudad en donde la buena literatura - pese a todo y con todo - sigue siendo un elemento impotante de su quehacer cultural. Sin embargo, de todas maneras, de gusto encontrar artículos y reportajes bonaerenses tan halagadores con nuestro escritor.
La pista la encuentró en la columna de Guillermo Giacosa en el diario Perú 21. Desde allí se da cuenta del artículo escrito por Mariana Enriquez para el suplemento cultural del diario Página 12.
Me alegró mucho por Oswaldo. Es reparador que la crítica siga encontrando vigente su obra y destaque su nítida presencia como escritor.


Un fragmento del artículo de Mariana Enriquez dice: "¿Qué tenía En octubre no hay milagros para causar tal revuelo? Por un lado, el registro hasta entonces muy raro en la literatura peruana, del habla y las costumbres de las clases populares. Por otro, y quizá aún más impactante, la aparición de personajes gays, de jóvenes que se prostituyen para solaz de los poderosos, de cuerpos esbeltos deseados en las calles de Lima. Esto ya aparecía en Los inocentes, la colección de cuentos sobre adolescentes que convirtió a Reynoso en escritor de iniciación y a su libro en talismán. “Ahoritita le saco la mierda a ese viejo que simula ver la vitrina cuando en realidad me come con los ojos. Está mira que te mira que te mira. Pensará: camisa roja y pichón en cama. Simulo no verlo. Su mirada quema. Seguramente estoy sonrojado. Eso le gusta: inocencia y pecado”, escribe en el primer cuento. El que habla es Cara de ángel, uno de los personajes más célebres de la literatura peruana. Los inocentes tuvo una reedición definitiva en 2006, vía la editorial independiente Estruendomudo, dirigida por el muy joven editor Alvaro Lasso, que dice en charla con Radarlibros: “Decidí reeditarlo porque las ediciones que había no hacían justicia al libro. Aunque todos sabíamos que era un clásico, las ediciones tenían problemas de erratas y diseños poco llamativos que no correspondían a la agresiva belleza del texto. Entonces decidí que era necesario preparar una edición bien cuidada, y ya que estaba en ello, con material adicional. Oswaldo aceptó gustoso nuestra propuesta, y fue tan generoso que nos abrió su cajón de los recuerdos cuando le hablamos del material extra, por eso contamos con tantas fotos personales y de juventud”.
Por su parte, Guillermo Giacosa, desde Perú 21 agrega: "Buenos Aires, celebra, en un magnífico artículo, la publicación de la primera novela de Oswaldo Reynoso en Argentina. Afirma en la nota que Reynoso “es el secreto mejor guardado de la literatura peruana”. La novela En octubre no hay milagros que leí con asombrado placer hace algunos años, recibe, en otro país latinoamericano, el reconocimiento que su calidad literaria y sociológica merece. En octubre no hay milagros fue una de esas grandes novelas urbanas que coincidieron con el proceso de redefinición simbólica de una nueva ciudad. Mario Vargas Llosa dijo, a pesar de la distancia ideológica que los separa, que la descripción de la sociedad que este hace, aunque se pueda discrepar en el diagnóstico, es contundente. “La novela de Reynoso no es pornografía ni es obscena” (Expreso, 1966). “Es un libro de una crudeza fría y áspera, como la realidad que la inspira, y tiene los altos méritos –raros, entre nosotros– de la insolencia y de la ambición.
Congratulaciones, Oswaldo.

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